Carlos Sainz hizo historia tras ganar el Rally Dakar 2024, y además lo hizo por diversos motivos: rompió su propio récord de longevidad al traer a España su cuarto Touareg con 61 años y lo hizo con su cuarta estructura distinta, tras los cosechados con Volkswagen (2010), Peugeot (2018), Mini (2020) y ahora, Audi (2024), aunque la victoria con la casa de los cuatro aros es todavía más especial: el RS Q e-tron es el primer prototipo electrificado que vence en el desierto.
La aventura dakariana de Audi empezó en 2022 y se acaba en este 2024, pero la estructura de Ingolstadt ha cumplido su objetivo de vencer en los inhóspitos parajes de Arabia Saudí con un coche completamente diferente al resto, ya que este prototipo no tiene nada que ver con el Toyota Hilux o el Hunter de Prodrive; y es que el Dakar no es como la Fórmula 1, la IndyCar u otras competiciones de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), que tienen unas normativas muy estrictas, sino que en el rally más duro del mundo hay cierta libertad para competir con un coche u otro.
Los requisitos para que un coche compita en el Dakar
En la normativa de la FIA se indica que los vehículos de las cuatro categorías de coches (Ultimate, que es la reina, Stock, Challenger, en la que ganó Cristina Gutiérrez y SSV) no pueden superar los 3.500 kg. Además, todos tienen un chasis tubular y con un motor térmico de gasolina o diésel que no puede entregar una potencia superior a los 360 CV. En el caso de los vehículos como el Audi RS Q e-tron, el propulsor debe ser eléctrico, de hidrógeno o híbrido, y su autonomía debe ser la suficiente para completar las etapas (que suelen superan los 400 km.).
Donde sí que hay cierta variación es en el peso mínimo de cada coche. Mientras que los motorizados por carburantes tradicionales deben pesar dos toneladas como mínimo (2.040 kg. en el caso de los diésel), los vehículos eléctricos como el de Carlos Sainz debe tener un peso, al menos, de 2.100 kg.
¿Cuánto cuesta competir en el Dakar?
Aunque para muchos en sueño, está al alcance de muy pocos el poder competir en la máxima categoría del Dakar (Ultimate o T1), ya que solo el poder 'alquilar' una de estas bestias motorizadas puede ascender a la astronómica cantidad de 700.000 euros con asistencia incluida, pero hay que sumar otros muchos factores a la ecuación.
El otro gran gasto que hay que sumar es la inscripción, que en este Dakar 2024 se ha establecido en 30.000 euros, pero también hay que tener en cuenta otros elementos como el sueldo de los mecánicos, la gran cantidad de neumáticos o las licencias necesarias que hay que abonar, por lo que en algunos casos participar en el Dakar podría superar los 800.000 euros.
Comentarios