Así es como puedes actuar si te dejan de funcionar los frenos de tu coche

En relación con las inspecciones técnicas de los vehículos de España, solo el 15,5% de los defectos graves pertenecen al sistema de frenado, pero puede darse algún problema en carretera y conviene saber bien cómo actuar. 

Los frenos del coche son uno de los elementos que más intervienen en la seguridad.
Los frenos del coche son uno de los elementos que más intervienen en la seguridad.
Pixnio
Los frenos del coche son uno de los elementos que más intervienen en la seguridad.

Uno de los sistemas más importantes que garantiza tu seguridad en carretera es el de frenado. Para evitar posibles sustos o malas experiencias al volante, lo aconsejable sería llevar al día el libro de mantenimiento y revisar los frenos en tu taller de confianza cada 15.000 kilómetros. No obstante, los problemas de frenado se irán manifestando progresivamente, es decir, este sistema no presentará fallos de la noche a la mañana. Por ello, y teniendo en cuenta que el 28% de los accidentes en España es debido al poco cuidado del vehículo, es fundamental controlar dicho sistema. 

El simple hecho de tener el sistema de frenado en perfectas condiciones garantiza un plus de seguridad en el momento de la conducción a altas velocidades. Un vehículo que conduce a más de 100 kilómetros por hora y con los frenos en mal estado necesitaría, aproximadamente, unos 20 metros de distancia para realizar dicha frenada, es decir, tu seguridad no está asegurada al cien por cien y podrías provocar una choque con otros vehículos. 

Según los datos facilitados por la RACE, Real Automóvil Club de España, en relación con las inspecciones técnicas de los vehículos españoles (ITV), el 15,5% de los defectos graves de nuestros coches pertenecían al sistema de frenado. La lista de desperfectos la lidera los alumbrados, señalizaciones, neumáticos y suspensiones. Por ello, uno de cada cinco automóviles que circulan por las carreteras de España lo hacen con los frenos en mal estado.  

Hay que revisar el sistema de frenado y cambiar el líquido cada dos años o entre 40.000 y 60.000 km.
Revisión de coches
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Síntomas de frenos en mal estado

Con el paso del tiempo y según el tipo de conducción y vehículo que tengas, los discos y las pastillas de freno se van a ir desgastando poco a poco. Por ello, aparecerán algunos síntomas que alertarán de que tu sistema de frenado podría estar en un mal estado. 

Algunas de las señales más importantes son las siguientes: la aparición de 'chirridos' mientras realizas el sistema de frenado, el coche pierde líquido y frena de forma irregular, el pedal del freno está demasiado duro o que pierdas, en ocasiones, el control de tu vehículo, entre otros, son algunos de los síntomas más significativos que muestran que tu vehículo debería pasar por tu taller de confianza para una revisión a fondo de los frenos. Hay que tener en cuenta que un frenado seguro y correcto evitaría, en el mayor de los casos, ser un peligro constante en la carretera por donde circulas. 

¿Qué debo hacer si los frenos no responden?

Como hemos mencionado anteriormente, los fallos repentinos en el sistema de frenado no existen, puesto que te indican de forma progresiva y con una serie de señales que debes ir cuanto antes al taller para revisar un posible desperfecto. No obstante, hay casos donde pasan por alto este tipo de advertencias y siguen conduciendo obviando los problemas que posee vehículo. El problema viene cuando llega un momento donde quieres pisar el freno y el sistema no responde. Por ello, y ante la peligrosidad que supone esta escena, os vamos a dar cinco pasos a seguir para intentar salir airoso de una situación límite en el mundo del motor. 

1.- Pisar el freno de forma intensa o repetida

Si nos encontramos ante un fallo de frenos durante el trayecto de nuestro viaje, lo primero que debemos intentar es aumentar la presión en nuestro circuito de frenos, es decir, pisar a fondo de manera intensa y repetida el pedal. Si esta pauta no consigue funcionar, intentaremos frenar el coche a partir del freno motor, es decir, reduciremos marchas hasta que detengamos el automóvil. Hay que recordar que si nuestro vehículo posee frenos antibloqueo (ABS), debemos presionar el pedal intensamente -y sin soltarlo- para poder activar el sistema de frenado. Además, el conductor deberá mantener bajo control la dirección del vehículo, puesto que podría evitar un accidente mayor si se controla la trayectoria en una vía. 

En una curva, en una cuesta abajo o incluso antes de parar en un semáforo, puedes usar la inercia para desplazarte y evitar pisar freno o acelerador. De esta manera ahorrarás un poco de combustible y conducirás mucho más eficientemente.
Control en el frenado
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2.- Intentar salir de la carretera de la forma más segura

El momento en el que notas que tus frenos están fallando deberías, automáticamente, pensar en como salir de manera rápida y segura de la carretera por la que estás circulando. La calma y las zonas de frenado de emergencia serían claves para el desenlace de esta situación. Si no contamos con este tipo de zonas, el conductor deberá acercarse de la forma más cuidadosa posible (para evitar posibles accidentes) al arcén y agarrar fuerte la dirección de nuestro vehículo para no poner en riesgo su propia seguridad y la del resto de conductores. 

3.- Revisar el sistema de frenado

Esta pauta ya la hemos mencionado anteriormente en el texto, pero la vamos a volver a repetir ante la importancia que supone realizar una revisión periódica cada cierto tiempo, concretamente cada 15.000 kilómetros. El cambio de pastillas y frenos de disco es esencial para un sistema de frenado óptimo y seguro. Por ello, si los frenos de tu coche no responden como deberían o escuchas algunos ruidos raros mientras realizas la frenada, deberías visitar a tu mecánico de confianza para que revise con exactitud cual es la causa de tus problemas. 

4.- Mantener la 'tranquilidad'

Mantener la 'cabeza fría' ante un fallo de tus frenos es esencial para no perder el control del vehículo. Debes pensar con claridad y saber gestionar una tensión que subirá por momentos. Por ello, lo primero que deberás hacer es encender las luces de emergencia para alertar a los demás conductores que hay algo en tu vehículo que no va al cien por cien. A partir de ahí, comenzaremos con las pautas ya marcadas durante el texto: presionar el sistema de frenado, mantener el control e intentar salir de la carretera de la forma más segura.

5.- No apagar el motor o tirar del freno de mano

Uno de los fallos más comunes y característicos en el momento de 'quedarte' sin frenos es apagar el motor. Nunca debemos de realizar esa acción, puesto que supone un riesgo altísimo para todos los ocupantes que hay dentro del vehículo: el coche reducirá su velocidad, pero también dejará de trabajar en otras funciones, como por ejemplo en la dirección, que es la encargada de mantener el automóvil bajo control. 

En caso de emergencia, no es recomendable tirar del freno de mano de forma brusca.
En caso de emergencia, no es recomendable tirar del freno de mano de forma brusca.
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Otro de los mayores riesgos es tirar del freno de mano. Esta opción sería la última de la lista en el caso de que todos los frenados de emergencia ya citados no sirvan en ninguna de las circunstancias que vayan surgiendo durante la escena. Esta acción es la más compleja y requiere mucha sangre fría. No obstante, si decides hacerlo tendrás que tirar de la palanca de forma suave y progresiva (nunca de forma agresiva). Conforme el coche va perdiendo velocidad deberás bajar una marcha. Y así hasta que el vehículo pare por completo y se detenga en una zona de máxima seguridad. 

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