Los trucos para que el pescado congelado aguante un mes hasta Navidad

Posiblemente, la Navidad sea la época del año donde más comamos. Las celebraciones se hacen alrededor de una mesa y eso implica un despliegue de productos que son toda una delicia. 

Para estas fechas especiales, además de cocinar más y mejor, es probable que utilices mejores ingredientes o productos, de esos que no comemos todos los días. Pescados más caros, carnes de mejor calidad, embutidos de esos que solo se compran en estas fechas... Después de las navidades viene la cuesta de enero y es que claro, tanto derroche de regalos y comida al final, pasa factura.

Si bien es cierto que en comida nunca hay que ahorrar, sí podemos adelantarnos a las fechas de las grandes compras donde sube el precio de todos los productos y el acumulado de la lista de la compra se dispara. De igual manera que hay quienes tienen como costumbre arrancar con las compras de regalos navideños un mes antes aprovechando los descuentos de Black Friday, también puedes llenar la cesta de la compra y congelar todos esos alimentos hasta que lleguen las deseadas fechas. 

¿Cuándo se recomienda congelar el pescado para prevenir el 'anisakis'?

Cómo conservar el sabor un mes en el congelador

El cordero, el pavo, el cochinillo, la merluza, las gambitas... si compras la comida un mes antes de Navidad y la conservas en el congelador no se te va a estropear, va a estar apta para descongelar y comer cuando se acerque la fecha, aunque sí es cierto que no encontrarás el mismo sabor. 

Para que tus productos conserven todas sus propiedades y sabor después de un mes en el congelador es importante tener cuenta algunos trucos tanto a la hora de congelar como de descongelar. 

A la hora de congelar los productos es importante que lo hagas por separado. Ya sea carne o pescado, dale varias vueltas con papel film y deja la pieza de comida congelándose en posición horizontal. Una vez se hayan congelado las piezas ya puedes meterlas todas juntas en el mismo cajón. 

Si hablamos de pescado, para evitar que el congelador lo reseque demasiado y al final cuando lo vayamos a cocinar no tenga ni de lejos la textura y el sabor que esperamos, el truco es limpiarlo bien y echarle un poco de agua mientras se va congelando. Una vez hayas hidratado bien por fuera el pescado, envuélvelo en papel film y al congelador. 

A la hora de descongelar para evitar los cambios bruscos de temperatura lo suyo es descongelar en frío, es decir, en el frigorífico sobre un recipiente que recoja el agua.