Por qué es clave la pieza de plástico que viene en medio de la pizza

'Pizza saver': Esta es su función
'Pizza saver': Esta es su función
'Pizza saver': Esta es su función
Seguro que te has dado cuenta de que, cuando pedimos pizza a domicilio siempre nos encontramos una pequeña pieza de plástico en el centro. Pero, ¿de qué se trata y para qué sirve? Te lo contamos.
Wochit

Posiblemente la pizza sea uno de los primeros platos que nos llegó a domicilio para hacernos la vida más feliz. Porque claro, no se trata solo de comer pizza, sino de comer la pizza de tu restaurante preferido y desde casa. 

A día de hoy raro es el tipo de comida que no podamos tener en casa en unos pocos minutos a través del servicio delivery del restaurante y las diferentes aplicaciones que nos ofrecen este servicio a golpe de click. Toda una fantasía. 

Si nuestra comida va a recorrer la ciudad de cabo a rabo, para que llegue en las mejores condiciones, el packaging juega un papel fundamental. No nos hace ninguna gracia que cada ingrediente de la hamburguesa llegue por un lado ni que todo el queso de nuestra pizza aparezca pegado a la caja de cartón. 

Por ello, te habrás dado cuenta de que, cuando pedimos pizza siempre nos encontramos una pequeña pieza de plástico en el centro. Pero, ¿de qué se trata y para qué sirve?

Una pizza de champiñones, con un guardapizza.
Una pizza de champiñones, con un guardapizza.
WIKIPEDIA / 4028mdk09

Guardapizzas, el invento de los años 80 que triunfa a día de hoy

¿Cómo de importante puede ser una pequeña pieza de plástico? Pues mucho más de lo que nos creemos. Este pequeño platillo sujeto sobre tres patas se denomina guardapizzas o pizza saver y fue ideado en Nueva York en los años 80 para crear una barrera entre la pizza y la parte superior de la caja en la que nos llega, evitando así que en el trayecto de la pizzería a nuestra casa la caja se hunda y queden los ingredientes pegados al cartón. 

Aunque la pizza tiene su origen en Italia, el guardapizzas es una idea americana. Este artilugio fue inventado en Long Island por Carmen Vitale allá por el 1983. Vitale denominó a este invento packaging saver, y la patente se aprobó el 12 de febrero de 1985.

Carmen Vitale no fabricó el guardapizzas, sino que simplemente patentó el invento, que en 1993 quedó liberado porque se dejó de pagar por la patente. Fue justo en ese momento cuando se empezaron a fabricar diferentes tipos de guardapizzas, aunque todos con el mismo mecanismo y la misma finalidad. 

Según el portal Eater.com se estima que cada año se venden unos 5.000 millones de pizzas en el mundo y que 1.000 guardapizzas tienen un coste de 8 dólares. 

Seguramente el guardapizzas sea uno de esos elementos que no valoramos por su simpleza, aunque imagínate la vida del repartidor de pizzas sin esta pequeña mesita de plástico que le facilita el trabajo. Y la cara que se nos quedaría al ver la pizza que esperamos salivando hecha un cuadro. 

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