La Navidad en la cocina tiene sus clásicos. Pese a que han cambiado mucho nuestras formas de comer, el qué, el cómo y el cuánto, en las fiestas que llegan hay alimentos y preparaciones que nunca faltan. Más marisco, más y mejor jamón, además de lechazo, pularda, capón, besugo, cardo o lombarda, entre otros muchos, componen un recetario algo viejuno pero inasequible al desaliento (salvo el de los precios, ante el que poco podemos hacer).
El marisco sin duda es uno de los imprescindibles de estas fechas en cualquiera de sus formas. Desde las gambas o langostinos repartidos en fuentes por la mesa, pasando por las piezas más nobles como la langosta o el centollo, hasta llegar a la típica sopa.
La sopa de marisco es algo más que poner los ingredientes a cocer y quedarnos luego con su caldo tras retirar todo lo sólido y las impurezas. La clave, claro, es cómo conseguimos que nuestra sopa de marisco sepa realmente a marisco. Es básico que el marisco sea fresco y de calidad.
Y ya ante los fogones, algunas pautas. Además de marisco y algo de pescado, es fundamental el sofrito de verduras con su punto de pimentón. Para que coja más textura y color, hay que triturar las espinas. No debemos pasarnos con la cocción del caldo o aparecerán olores fuertes. Y finalmente, el marisco que a modo de tropezones estará en nuestro plato debemos añadirlo en el minuto final o de lo contrario (o sea, más minutos al fuego) quedará seco.
Ingredientes para cocinar una sopa de marisco
- Langostinos o gambas (medio kilo)
- Almejas (medio kilo)
- Mejillones (1 kilo)
- Carne de rape, merluza... (300 gr)
- Ajo (2 dientes)
- Puerro (1)
- Tomate (1)
- Guindilla (1)
- Pimentón dulce
- Vino blanco (media copa)
- Agua
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo preparar la sopa de marisco típica de la Navidad
- Pelamos los langostinos o gambas (o ambos... lo que tengamos) y guardamos cabezas y cáscaras.
- Cocemos los mejillones al vapor.
- Reservamos el caldo y los mejillones (ya sin concha).
- En una cazuela ponemos una pizca de aceite, la cabeza y la espina del rape y los restos de los langostinos/gambas. Rehogamos.
- Echamos el vino blanco. Cuando se evapore el alcohol, añadimos medio litro de agua hasta cubrir y dejamos a fuego lento durante 20 minutos.
- Le añadimos el agua de los mejillones, colamos todo y reservamos.
- Cortamos ajo y puerro muy fino, y lo ponemos a pochar en una sartén con aceite.
- En el momento en que la cebolla esté blanda, añadimos el tomate rallado.
- 2 minutos después, añadimos las almejas y la guindilla.
- Cuando las almejas se abran las retiramos y en el sofrito echamos un poco de agua y un poco de pimentón. Mezclamos.
- Lo mantenemos 1 minuto al fuego y lo añadimos a la olla donde está el caldo.
- Ponemos esta mezcla a fuego medio y añadimos los langostinos/gambas, las almejas y el pescado que tengamos troceado.
- Dejamos que se haga apenas 1 minuto. Añadimos los mejillones (que ya hemos cocido antes) y retiramos.
- Servimos la sopa y repartimos los tropezones.
Propiedades de las gambas
La composición nutricional de la gamba, tanto la roja como la blanca, destaca por su alto contenido en proteínas, su bajo contenido en grasas y su aporte en ácidos grasos insaturados. Alberga una amplia variedad de vitaminas y minerales. Entre los minerales destaca el yodo, fósforo y hierro y respecto a las vitaminas cabe resaltar la vitamina b12 y un alto contenido de ácido fólico.
Por cada 100 gramos, la gamba contiene:
- Energía: 88,33 Kcal
- Proteína total: 18 g
- Grasas totales: 1,81 g
- Fósforo: 215 mg
- Hierro: 3,30 mg
- Yodo: 90 mg
- Vitamina B12: 1,90 mcg
- Ácido Fólico: 5 mcg
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