Así varía la molienda el sabor final: "A las 24 horas de moler el café ya ha perdido el 50% de su sabor y su aroma"

Molinillo de café
Los molinos manuales siguen siendo muy parecidos a los molinos de manivela de toda la vida, la única diferencia sería que tienen otro aspecto.
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Molinillo de café
Los molinos manuales siguen siendo muy parecidos a los molinos de manivela de toda la vida, la única diferencia sería que tienen otro aspecto.
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No sabemos si todavía la vieja molienda pasa las noches incansable moliendo café, pero sí tenemos clara la importancia de este proceso a la hora de hacer que toda la casa huela a café y ser capaces de transportarnos al séptimo cielo de un sorbo. A pesar de ser un producto que consumimos en todas las casas a diario, a no ser que seas un auténtico amante cafetero, pocas veces le damos al proceso de prepararnos un café la importancia y atención que se merece. 

En el desayuno mientras nos quitamos las legañas, después de comer, al terminar de cenar, en las sobremesas con una crema, un licor o incluso como preludio a un buen gintonic... seas más o menos cafetero, mires a la mesa que mires en el momento del día que mires, ahí encontrarás una taza de café. 

Hay para quienes el café es una religión y encontrar la máquina perfecta para preparar en casa o en el trabajo, o esa cafetería donde consiguen la cantidad de espuma justa que hace de tu momento café un momento único es poco menos que un modo de supervivencia. Pero hay muchos factores a tener en cuenta detrás. 

Desde que en el siglo XVI el café saliese de África para llegar a Oriente Medio, Turquía, Italia y de ahí al resto de Europa, esta bebida energizante, a pesar de que no ha parado de evolucionar y ofrecernos nuevas posibilidades, no ha dejado de cosechar éxitos. Saber preparar cafés espumosos, con dibujos y una impecable presentación se ha convertido en una moda donde cuidar el mínimo detalle: desde la taza, el tipo de café, hasta la molienda utilizada en el proceso son claves para encontrar el sabor y el cuerpo que nos conquista con ese aroma inigualable.

Adentrarse en el fascinante mundo del café es algo similar a hacerlo en el mundo de los vinos: solo aquellos que conocen a la perfección el producto son capaces de diferenciar con solo oler una taza o pegar un sorbo no solo el tipo de café, sino la molienda que ha sido utilizada. Y se trata de una tendencia en alza. 

La tradición manda

Más de un nostálgico tendrá en mente aquel viejo molinillo café con manivela que sobrevivía a los años en algún rincón perdido de casa los abuelos. Y lo cierto es que, aunque el mundo del café se encuentra sumido en una revolución, lo tradicional siempre manda. 

Para conocer cómo han evolucionado las técnicas para moler café desde aquel molinillo que ahora se ha convertido en una pieza de colección vintage hablamos con Beatriz Mesas, cofundadora de Incapto Coffee, donde podemos encontrar todo lo necesario para convertirnos en unos auténtico maestros cafeteros. 

Incapto nace en 2020 con el objetivo de ofrecer una experiencia de café de calidad funcional, económica y ecológica, ser una alternativa de verdad al café en cápsulas y cambiar los hábitos de consumo de los consumidores del siglo XXI.

Según Beatriz, "la técnica es exactamente la misma que con los molinillos antiguos, y es hacer que el café pase por dos muelas". "Lo que ha ido evolucionando es la consistencia de la molienda, la comodidad que sólo presionando un botón puedas moler fácilmente, la versatilidad que con el mismo molino puedas preparar diferentes recetas"- aclara la cofundadora de Incapto. 

"Las formas de moler café no han cambiado mucho, el cambio importante se ha dado en el consumido"

Por su parte, Álvaro Rodríguez, director comercial de Cafés La Mexicana asegura que "las formas de moler café no han cambiado mucho, el cambio importante se ha dado en el consumido, que es cada vez más consciente de la importancia del punto de molido en función del tipo de cafetera y de los gustos personales". 

De la manivela a las cafeteras superautomáticas

A la hora de preparar café debemos irremediablemente distinguir entre un consumo doméstico o un consumo industrial, ya que de ello va a depender la técnica de molienda. "A nivel doméstico, aunque parezca asombroso, los molinos manuales siguen siendo muy parecidos a los molinos de manivela de toda la vida, la única diferencia sería que tienen un look and feel o aspecto más moderno pero con el mismo sistema" -asegura Mesas, quien confiesa que este tipo de molinos siguen siendo líderes por el precio y porque no necesitan electricidad.

Pero los molinillos de café no se han quedado al margen de la evolución tecnológica de las últimas décadas, por lo que además de los manuales también podemos encontrar molinillos eléctricos: "Este tipo de molino muele por fricción, se va haciendo el café más fino a medida que pasa varias veces por las aspas"- explica la cofundadora de Incapto, para añadir que "la evolución más significativa a nivel doméstico ha sido la aparición de máquinas superautomáticas que tienen un molino incorporado. Este tipo de máquinas permiten hacer un café en 20 segundos moliendo el café al momento". 

Según Álvaro Rodríguez, de Cafés La Mexicana, "si queremos conseguir una molienda adecuada, primero debemos evitar los obsoletos molinos de aspas/cuchillas de ambos tipos, y elegir un molino de muelas. Si es manual, las de cerámica son las mejores. En el caso de los eléctricos, cónicas".

En cuanto al consumo de café de una manera más industrial, "los molinos han ido evolucionando a nivel de potencia, materiales de las fresas con el objetivo de que cada vez pueda moler en menos tiempo, más silenciosos y con mayor precisión y consistencia"- asegura Beatriz, quien asegura que "la tendencia del mercado profesional es hacia molinos que puedan pesar la cantidad exacta de café y que sean capaces de autorregularse a las fluctuaciones medioambientales que hacen variar la granulometría del café".

En el sabor está la diferencia

A la pregunta sobre si la técnica de molido puede variar el sabor del café, ambos expertos lo tienen claro: por supuesto. Quizá no cualquier paladar de a pie sepa diferenciar de buenas a primera si el café que está consumiendo se ha molido de manera manual o si por el contrario se ha utilizado un molinillo eléctrico o un proceso más industrial, pero a quienes saben de café realmente no se les escapa una. 

"Puede variar muchísimo dependiendo del tipo de molino. En el caso de los molinos de aspas se nota fácilmente, cualquiera podría notar la diferencia. En el caso de molinos más sofisticados, catadores profesionales sí podemos notar la diferencia en el sabor o en el cuerpo del café si se ha molido con un tipo de muelas u otras"- asegura Beatriz Mesas, la confundadora de Incapto. 

Con no más de 24 horas

Para preparar el café perfecto no podemos perder de vista el más mínimo detalle: desde la taza o vaso donde servirlo y consumirlo, la leche -si la lleva-, el tipo y origen del café, y por supuesto, el la técnica de molido. ¿Cuánto influye la manera y el momento de moler los granos de café en el momento de catarlo?

Según los expertos, siempre debemos evitar comprar café molido si buscamos una experiencia cafetera plena. Beatriz Mesas nos explica el porqué: "A las 24 horas de moler el café podemos decir que ya ha perdido más del 50% de sabor y aroma. Así que siempre lo más recomendable es tener un sistema que nos permita moler el café justo antes de prepararlo".

"A las 24 horas de moler el café podemos decir que ya ha perdido más del 50% de sabor y aroma"

Por su parte, Rodríguez, director comercial de Cafés La Mexicana, coincide en lo mismo, y es que "sin duda molerlo uno mismo en el momento de prepararlo es lo mejor ya que la explosión de aroma de un buen café al romper el grano es fascinante".

Qué molienda para qué café

Después de conocer cuáles son las diferentes técnicas de molienda y cuándo y cómo tenemos que llevar a cabo este proceso, ¿hay más cosas que tengamos que tener en cuenta si estamos buscando un molinillo de café?

"Primero debemos saber para qué nos gustaría utilizarlo" -advierte Beatriz -"Por ejemplo, si lo que queremos es preparar café con una máquina de espresso tenemos que saber que tiene que ser un molino que pueda hacer una molienda fina adecuada para esa cafetera". 

"Lo segundo es el presupuesto, y es que depende del presupuesto también nos podremos comprar un molino u otro. En el caso de que tengamos un presupuesto bajo yo descartaría siempre un molino de aspas y pasaría a un molino manual de muelas o a una cafetera superautomática financiada"- confiesa la cofundadora de Incapto. 

Mesas advierte que siempre huiría de un molinillo eléctrico de aspas: "Este tipo de molino muele por fricción, se va haciendo el café más fino a medida que pasa varias veces por las aspas, y es el menos aconsejable porque el café se recalienta y es muy difícil que haya consistencia en el la molienda". 

Mientras tanto, Rodríguez, de Cafés La Mexicana tiene claro qué tipo de molinillo debemos comprar para uso doméstico: "Manual, con muelas de cerámica. En el caso de los eléctricos, el precio será el mejor indicativo de la calidad de molienda. Molerá mejor un molino manual de 40€ que un eléctrico del mismo precio, aunque estos son por supuesto más cómodos". 

Los expertos han hablado. Ahora ya solo falta que la tarde languidezca y renazcan las sombras para pasar la noche incansables moliendo café. 

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