Por qué nunca debes comer la tortilla en el plato en el que se le dio la vuelta

Con la llegada del verano y las altas temperatura, mantener los alimentos bien refrigerados para evitar intoxicaciones cobra más importancia que nunca. Si bien los huevos son uno de los ingredientes más comunes en nuestro día a día, también es un producto de lo más sensible a los cambios de temperatura. 

Un huevo en mal estado puede terminar provocando Salmonella, especialmente en verano con la subida de las temperaturas. Los huevos crudos, en salsas o en otras elaboraciones, pueden desencadenar en intoxicaciones, sobre todo cuando las temperaturas son superiores a 20ºC.

El plan de playa o piscina de dominguero con los amigos y la familia alrededor de una ensaladilla o una tortilla de patatas está genial, aunque si llevas salsas o huevo poco cocinado, cuidado, ya que cuidar la temperatura a la que mantengas tus platos es fundamental. 

La Comunidad de Madrid establece una serie de consejos a seguir a la hora de manipular y conservar los huevos y a la hora de elaborar tortilla para evitar intoxicaciones. 

Cómo elaborar una tortilla libre de Salmonella

Una vez nos hayamos asegurado de que los huevos están en correcto estado, la Comunidad de Madrid comenta tres consejos para conservar asegurarnos de elaborar una tortilla libre de Salmonella. 

El primer consejo pasas por consumir inmediatamente la tortilla o conservarla en refrigeración hasta el momento del consumo. Si han pasado más de dos días desde que la hicimos, debemos desechar esa tortilla. 

El tercer consejo es el de nunca servir la tortilla con el plato con el que se dio la vuelta para elaborarla. Si esto ocurre, se produce una "contaminación cruzada" de la tortilla al entrar en contacto con el huevo crudo que queda en el plato de manera residual. 

Por el mismo motivo, en verano es importante asegurarnos de cuajar bien la tortilla, para que el huevo crudo no sea ningún problema.