Llega el verano y eso quiere decir que llega la temporada de melón y sandía, las frutas de la temporada por excelencia. Deliciosas y refrescantes, tanto una como la otra son el postre o el picoteo entre horas perfecto.
Por lo general, el melón tiene un tamaño inferior, pero cuando hablamos de la sandía, es probable que sus dimensiones supongan un problema. Lo primero porque no es fácil hacerle un hueco en el frigorífico, y lo segundo porque no sabemos muy bien cómo transportarla si queremos comer sandía, por ejemplo, en el trabajo.
Se trata de una fruta tan ligera por su alto contenido en agua que hace falta una cantidad importante para saciarnos, por lo que las raciones tienen que ser lustrosas.
Como seguramente no tengas táper de tamaño sandía en casa, lo ideal es no desaprovechar ni un centímetro cuadrado, por lo que te contamos la manera ideal de cortar la sandía para hacerlo a la media justa del táper.
La medida justa
Por lo general, los tápers que solemos tener en casa son de formas geométricas, por lo que tenemos que buscar la manera de aprovechar todos sus rincones.
Lo primero es quitarle las dos tapas, y acto seguido cortamos la sandía por la mitad, por lo que se nos quedarán dos porciones con forma de discos. Una vez hayamos realizado ese paso, colocamos la sandía con el lado ancho hacia arriba y quitamos la cáscara de todos los extremos y en todas las direcciones para formar un cuadrado.
Una vez tengamos las mitades de la sandía con formas de cubo, podemos darle la forma que tenga nuestro táper. En el caso de que tenga una forma rectangular, podemos cortar un rectángulo del tamaño del recipiente y dividir ese trozo de sandía en porciones más pequeñas que podamos comer fácilmente.
Con las porciones de sandía que nos han sobrado al ir pelándola, podemos hacer un sorbete, por ejemplo, y evitar desecharlas.
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