¿Cuántos tipos de mostaza existen? Una receta y algunas curiosidades que seguro no conocías

La mostaza es el alma mater de los perritos calietnes.
La mostaza es el alma mater de los perritos calietnes.
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La mostaza es el alma mater de los perritos calietnes.
Ficha Técnica DificultadBaja Tiempo10 minutos Raciones1 Calorías120

La verdad es que hay algunos platos que ya no los podemos imaginar sin algunas salsas, como la mostaza. Los perritos calientes, las hamburguesas, algunas ensaladas, unas buenas patatas fritas... y es que el sabor intenso de esta salsa es el extra de sabor que hace especial muchos platos. 

La planta de la mostaza tiene su origen en Oriente, y aunque fueron los griegos quienes importaron esta planta a Europa, no fue hasta el época del Imperio Romano que se tomó conciencia de las propiedades de la mostaza. 

En una época en la que los métodos de conservación de la carne no eran los más sofisticados, para paliar el mal sabor de esta, en algunas ocasiones se utilizaba el polvo de mostaza. 

Desde que pasase por la ciudad francesa de Dijon para convertirse en una de las salsas bandera, la popularidad de la mostaza ha ido traspasando generaciones, donde se han ido descubriendo cuántos tipos de mostaza existen y se han creado nuevas salsas a su costa. 

Tres semillas, infinitas salsas

No es lo mismo la planta de mostaza (sinapis) que la salsa de mostaza. Salsas de mostaza existen casi infinitas, dependiendo del tipo de semillas de mostaza que utilicemos y cómo las queramos condimentar. Desde la mítica mostaza dijon, a la mostaza amarilla americana o inglesa, la mostaza marrón picante, la antigua que se crea con las semillas enteras....

Pero si nos vamos al inicio del proceso, a la razón de ser de dichas plantas podemos diferenciar tres tipos de mostaza que son el origen de todos los derivados. 

Por un lado encontramos la mostaza negra, que fue la que llegó a Europa y por lo tanto la que tradicionalmente más se ha utilizado en nuestro continente. Las semillas de mostaza negra son las más fuertes y picantes, por lo que se suele utilizar para recetas potentes de carne, encurtidos o para el curry. 

La mostaza parda tiene su origen en India y en China, es menos picante que la mostaza negra y con el paso de los años se ha convertido en la más utiliza en las salsas que todos usamos. La planta de mostaza sólo adquiere su sabor picante cuando se mezcla el aceite esencial o con agua. 

La mostaza blanca o amarilla es la más suave de todas y la más utilizada en América. Además de para salsas, el sabor suave de la mostaza blanca le convierte en un ingrediente muy usado en vinagretas y encurtidos. 

Desde conservar alimentos a curar personas: los datos que no conocías de la mostaza

Por muy amante que seas de la mostaza seguro que hay algunos destalles que se te escapan. Estas semillas que pegaron el pelotazo en el imperio romano y su denominación procede de la palabra 'mosto', ya que en un principio se utilizaban para conservar mejor el zumo de uva. 

Con el paso del tiempo, el mosto fermentado daba lugar a vino, donde también se añadían semillas de mostaza, pero si se acababa avinagrando, finalmente se utilizaba como condimento -lo que serían las primeras y más rudimentarias salsas de mostaza-.

Además de para conservar el vino, también se utilizaba para curar quesos, y de ahí nació el queso moretum, un delicioso queso especiado, pero además de curar y conservar alimentos, la mostaza también curaba personas, y es que en la Antigua Roma se utilizaba como remedio casero para afecciones como dolor de cabeza.

Además de tratarse de una salsa baja en calorías, ya que no contiene más de 100 kcal por 100 gramos, la mostaza tiene propiedades antisépticas, vitaminas del grupo B y posee aminoácidos esenciales. 

Aunque posiblemente no conocías algunas de las propiedades y beneficios de esta salsa, seguro que lo que sí que tenías más que comprobado es su delicioso sabor. Por ello te proponemos una receta sencilla de salsa mostaza, porque las cosas buenas hay que aprovecharlas. 

Salsa de mostaza

Ingredientes

55 gramos de semillas de mostaza

15 ml de miel

80 ml de vinagre de vino blanco

80 ml de vinagre de vino blanco seco

15 ml de salsa Worcestershire

Una cucharada de cúrcuma molida

Sal

Elaboración

1- En un bol añadimos las semillas de mostaza, el vinagre, el vinagre de vino blanco seco, la miel, la cúrcuma y una pizca de sal. Tapamos y dejamos reposar tres días en la nevera. 

2- Tres días después añadimos la mezcla a un vaso batidor, echamos la salsa Worcestershire y licuamos. 

3- Enfrascamos en tarros herméticos y conservamos en el frigorífico. 

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