Ya sea por un despiste, por desorganización o por falta de tiempo, es habitual que los alimentos frescos en nuestra nevera comiencen a estropearse. A veces nos descuidamos y, antes de que nos demos cuenta, han pasado semanas y nuestra comida ya está a punto de caducar. ¿Podemos congelar estos alimentos cercanos a su fecha de caducidad y alargar su vida útil? La respuesta es sí, pero tomando nota de algunas precauciones.
La congelación conserva los alimentos porque detiene las reacciones enzimáticas y el crecimiento microbiano, ralentizando los procesos de deterioro naturales. Pero hay que tener en cuenta que no destruye los microorganismos, solo ralentiza su desarrollo. Por ello, cuando descongelemos el alimento, los patógenos que ya se habían desarrollado en él antes de la congelación retomarán su estado anterior y volverán a reproducirse si se dan las condiciones.
Por lo tanto, como método de precaución, lo ideal será congelar los alimentos unos días antes de su fecha de caducidad, lo que ayudará a prevenir el desarrollo de microbios. En cualquier caso, lo más importante para descongelar alimentos a punto de caducar es respetar el proceso de descongelación. Siempre debemos descongelar los alimentos en la nevera, dejando un margen de al menos 12 horas. Debemos conservar nuestro alimento congelado sobre una bandeja que recoja el líquido que se genere, de forma que el producto no entre en contacto con los jugos que suelta. Una vez descongelado, lo ideal será cocinarlo en el menor tiempo posible.
Precauciones para congelar alimentos
Cuando congelamos los alimentos, debemos hacerlo lo más rápido posible y a temperaturas bajas. Lo que debemos buscar durante la congelación es que el número de cristales de hielo formados sea mínimo y, si es posible, de pequeño tamaño. Si la temperatura del congelador es demasiado baja, los cristales de hielo serán más grandes y provocarán que la textura de nuestra comida sea menos apetecible y presente algunos signos de deterioro.
Para evitarlo, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria recomienda congelar los alimentos a temperaturas inferiores a -18 °C, para lo que se necesita un congelador de 4 estrellas. Otros trucos para acelerar el proceso de congelación son colocar los alimentos de forma extendida, para que el frío pueda circular correctamente por el interior del producto, y congelarlo en porciones pequeñas. De esta forma, el interior del alimento se enfriará con mayor velocidad.
Congelar la comida cocinada
La forma más eficaz de evitar posibles problemas es cocinar la comida a tiempo, antes de su fecha de caducidad. Si tenemos alimentos a punto de estropearse, la AESAN recomienda cocinarlos y, después, proceder a congelarlos. No obstante, debemos tener en cuenta que no es recomendable meter alimentos calientes inmediatamente en el congelador, pues esto puede afectar negativamente al resto de alimentos. Una vez cocinados, los productos se deben dejar previamente enfriar en la nevera.
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