En España pocas frutas son sinónimo directo de verano, como el melón y la sandía. ¡Cuántos niños no han hecho suyo el hábito de comer fruta todos los días sino en verano y de la mano de sandías y melones! Nos encantan porque refrescan como pocas otras frutas.
En concreto, la sandía es la fruta con mayor cantidad de agua, un 93% de su peso. Se entiende que sea tan refrescante. Pero además de agua, contiene sales, vitamina B, antioxidantes, algo de fibra, minerales (magnesio y calcio) y licopeno, una maravillosa sustancia que ayuda a nuestro corazón a prevenir enfermedades. Pero aquí estamos para comer, ¿cómo comer una buena sandía? O sea, ¿cómo descubrir si una sandía está firme, jugosa y roja solo con tocarla?
¿Cuántos kilos tiene que pesar una sandía?
Al coger la sandía debemos tener presente esta enseñanza: una sandía fresca y jugosa pesa más de lo que parece. Si no pesa, es muy probable que carezca de sabor y agua. Además, hay que descartar las sandías con grietas y protuberancias.
¿Cómo saber si una sandía está buena con golpes?
Se lo hemos visto hacer al profesional. Para saber si la sandía está para comer le daremos unos golpecitos con los nudillos en la corteza, como si llamáramos a una puerta. El sonido nos dará la pista. Si suena a hueco (que significa que contiene mucha agua) es que la pieza está buena, en su punto, pero si suena suave, como resonando, es que no está madura o incluso que está seca.
Una sandía fresca y jugosa pesa más de lo que parece
El color de la base de la sandía es clave
Las sandías suelen tener una zona en la que el color pasa de ser verde a ser amarillo. Es la base donde ha estado apoyado y ha ido madurando sobre la tierra. Si el tono amarillo de esta zona es más bien oscuro es un síntoma de madurez; si es amarillo chillón tirando a verde o verde directamente es que aún no ha alcanzado el punto de maduración ideal.
¿Cómo tiene que oler una buena sandía?
Las sandías desprenden un olor dulce, especialmente en la zona del péndulo. Si no huele absolutamente a nada posiblemente estará verde. Si el olor es como avinagrado es muy probable que ya esté demasiado madura o incluso pasada.
Si la sandía no huele absolutamente a nada posiblemente estará verde
¿Y con un trozo de sandía envasada?
Equivocarnos al elegir es menos probable en el caso de que vayamos a elegir una sandía ya cortada. Debemos llevarnos la que tenga pepitas oscuras y descartar la de pepitas blancas, que hablan de poca maduración.
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