Cómo saber si un huevo está malo: trucos para su conservación

Pueden pasar por el congelador, pero deberán hacerlo sin la cáscara, ya que esta puede romperse. Por tanto, claras, yemas o huevos duros podrán aguantar varios meses conservando sus propiedades.
Conservación de los huevos para evitar riesgos.
Pixabay/Peggychoucair
Pueden pasar por el congelador, pero deberán hacerlo sin la cáscara, ya que esta puede romperse. Por tanto, claras, yemas o huevos duros podrán aguantar varios meses conservando sus propiedades.
Estos son los trucos para saber cuándo un huevo está malo.

El consumo de huevos siempre ha estado rodeado de mitos y es probable que hayamos escuchado que no se pueden comer todos los días o que hay que limitar su ingesta por el temido colesterol. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que su consumo es aconsejable si se mantiene una dieta saludable y variada. 

De hecho, es uno de los alimentos más ricos en proteínas con alto valor biológico por su elevada concentración de aminoácidos. A nivel nutricional, el huevo es fuente de vitaminas y proteínas, pero también de grasas saludables para el organismo. Como destacan en la Fundación Española del Corazón (FEC), su ingesta proporciona vitaminas de los grupos A y B, minerales como el hierro y su clara contiene albúmina, una proteína realmente beneficiosa.

La prueba infalible del vaso de agua

A pesar de sus efectos positivos en nuestra salud, el huevo es un alimento que requiere una manipulación y una conservación especial, ya que de lo contrario puede suponer un riesgo. Pero, ¿cómo podemos reconocer un huevo en mal estado? Uno de los trucos más populares que recuerda la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) es el del vaso de agua.

"El huevo estará fresco si al sumergirlo en agua con un 10% de sal disuelta permanece en el fondo del recipiente. Si flota, deséchalo", subrayan. Cabe destacar que pierden la frescura rápidamente, aunque pueden consumirse "hasta 28 días después de su puesta".

¿Cómo es su cáscara? ¿Y su olor?

Otro de los consejos para reconocer si está en buen estado es comprobar la yema y la clara. "Deben ser consistentes y la cáscara debe estar intacta y limpia", aclara la organización. La cáscara también puede revelar su estado: si es nuevo y fresco estará opaca y áspera. "Cuando es viejo, es más lisa y gana brillo. Si el huevo está agrietado, deséchalo, para evitar riesgos sanitarios", advierten.

Una vez abierto, "un huevo fresco no debe presentar olor de ningún tipo". Además, la clara debe presentar un aspecto "limpio, translúcido y gelatinoso" y la yema tiene que tener "relieve". En caso contrario, es posible que el huevo esté perdiendo frescura y acabe en mal estado.

¿Cómo se tienen que conservar?

Aunque nos los encontremos en el supermercado en bandejas fuera de la refrigeración, lo cierto es que los huevos "deben conservarse siempre en el frigorífico", resuelve la OCU. Además, se tienen que colocar "con la punta más fina hacia abajo". ¿Y cómo se deben preparar para evitar riesgos? A la hora de manipular este alimento, se recomienda seguir los siguientes consejos:

  • No hay que lavarlos tras adquirirlos porque "el agua puede facilitar la entrada de gérmenes". Si están muy sucios pueden lavarse justo antes de cocinarlos. 
  • Ten cuidado al romperlos, porque "la contaminación ambiental podría pasar de la cáscara a la yema". 
  • Cocina bien todos los alimentos que contengan huevos para que no haya riesgo de contraer la bacteria de la salmonela. 
  • Si no se van a consumir en el momento hay que conservar los alimentos hechos con huevo en el frigorífico.
  • Rómpelos en el borde de un recipiente distinto a donde los vayas a batir.
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