Puede que no sepas cómo se llama, pero a este jerezano ya lo habías visto antes de que se convirtiera en el malogrado agente de El cuerpo en llamas: fue policía en La que se avecina, el miembro de la patrulla de Grupo 7 atormentado con la transmisión del SIDA, la pieza central de la Operación Mincemeat en El ministerio del tiempo y el enólogo abochornado por Javier Gutiérrez en Vergüenza. Pocas son las producciones en España que se resistan a tener a José Manuel Poga en su reparto.
La última ha sido El cuerpo en llamas, disponible desde el pasado 8 de septiembre en Netflix. En ella, Poga interpreta al novio de Úrsula Corberó en el caso conocido como el crimen de la Guardia Urbana, que se saldó con veinte años de prisión para Rosa Peral y su antiguo amante, al que la serie da vida Quim Gutiérrez. No es la primera vez que Corberó y Poga coinciden bajo el rojo amparo de Netflix, y su anterior relación no fue mucho mejor, aunque al menos entonces su odio fuera recíproco y confeso.
Tokio contra Gandía en 'La casa de papel'
José Manuel Poga se incorporó a La casa de papel cuando Netflix la trajo de regreso para una tercera, cuarta y quinta temporada. Durante 15 episodios, Poga encarna a un detestable jefe de seguridad con ínfulas de Rambo (de hecho, como el personaje de Stallone, es boina verde) que se transforma, con el correr de los capítulos, en la principal pesadilla de la banda.
Sólo uno de los secuaces del profesor detecta la amenaza que puede entrañar el jefe de seguridad, y es Berlín en una de las muchas secuencias que protagoniza en esta continuación de La casa de papel (ni siquiera una lluvia de balas y una enfermedad mortal iban a impedirle a Netflix que incluyera al personaje favorito de la audiencia). El nombre de Poga es Gandía, denominación que no tiene nada que envidiarle a Tokio, Denver, Nairobi y compañía, salvo que el suyo no es un apodo. Gandía se llama Gandía en La casa de papel como Poga es Poga fuera de ella.
Decidido a transformar el atraco en la batalla de la Colina de la Hamburguesa, Gandía se las arregla para mantenerse a salvo de la banda e, incluso, consigue disminuir en uno su número de integrantes al matar a Nairobi (Alba Flores). En la siguiente temporada, Gandía regresa al banco respaldado por un batallón de mercenarios y consigue doblegar a los atracadores. En una refriega, hiere de gravedad a Tokio y, antes de ejecutarla, la ladrona interpretada por Úrsula Corberó detona un cinturón de granadas que acaba con la vida de ambos en el acto.
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