Con un coeficiente intelectual de 242, Antonia Scott es la mujer más inteligente del planeta. A pesar de no ser policía ni criminalista ha resuelto más de una decena de casos de asesinos en serie y depredadores de la peor calaña. Su función es ser la pieza clave de un proyecto europeo de alto secreto que ahora peligra ante la aparición de un nuevo y sanguinario enemigo. Bajo esta descripción, la actriz Vicky Luengo se introduce en la piel de la protagonista de Reina Roja, la nueva serie de Prime Video que adapta la primera novela de la saga literaria escrita por Juan Gómez-Jurado.
“Desde el primer momento me fascinó que Antonia fuera un personaje tan complejo. Es una persona con un don muy fuerte, pero eso también conlleva un gran dolor. Esa conexión con su vulnerabilidad y con la culpa que tiene se acaban transformando en sus puntos fuertes. Es un personaje sometido a tanta tensión que me costaba desprenderme de él cuando regresaba a casa tras las grabaciones”, declara Vicky Luengo sobre el papel de la investigadora, quien ahora persigue a un asesino sumamente inteligente que la pondrá contra las cuerdas.
A través de la trilogía Reina Roja y los libros que nacían posteriormente para ampliar este universo, el personaje se daba a conocer a millones de lectores de todo el mundo, quienes se enamoraban de las capacidades especiales de Antonia y sentían como propio su drama vital: con un marido en coma, un hijo bajo custodia de su padre y dedicando tres minutos al día a pensar formas diferentes de suicidarse.
“Antonia es un poco de todos. Nunca quise que fuera exclusivamente mía. Evidentemente es de Juan, de los lectores y de todo el equipo de la serie. Hemos encontrado a una Antonia particular y hemos trabajado muy duro para que la imagen que los lectores tienen de ella satisfaga. Nunca sabes cómo podría ser la persona más inteligente del mundo. Juan lo plasmó en el libro, pero yo he tenido que inventármelo a nivel físico y de movimientos”, afirma la actriz.
Antonia se presenta como un personaje repleto de contradicciones y un carácter tremendamente humano, siguiendo la estela reciente de las mujeres detective en las producciones patrias tras la popularización de las franquicias El guardián invisible y La novia gitana. Un atractivo en esta figura que no ha pasado desapercibido tampoco para Luengo.
“Son personajes obcecados en desentrañar sus casos. Tienen una fortaleza extrema y mucha personalidad. Son vulnerables, pero también resistentes. Y eso acaba atrayendo a los lectores y a los espectadores que buscan personas normales con las que sentirse identificadas”, declara Luengo sobre una figura que le resultó imposible de abandonar durante el proceso de creación.
El rodaje de Reina Roja duró más de seis meses, en decorados situados entre Madrid y Toledo, con una enorme dificultad debido a los efectos especiales y las escenas de acción que la propia Luengo intentó interpretar. “He realizado muchas de las secuencias de acción. Me he colgado incluso de cuerdas y he manejado pistolas. Es cierto que pedí hacerlas todas y no fue posible. El rodaje iba a durar demasiado tiempo, así que el equipo no podía arriesgarse a que me lesionara siquiera con un simple esguince”, señala la actriz.
LA REINA Y SU ESCUDERO
Acompaña a Antonia Scott el irreverente Jon Gutiérrez, interpretado en la nueva ficción por Hovik Keuchkerian. Un policía vasco, abiertamente gay y gordo. Bueno, gordo no: “grande, que no gordo”. El fiel escudero de la protagonista en el proyecto Reina Roja, bajo las órdenes de Mentor (Alex Brendemühl) y tras las pistas del asesino Ezequiel (Nacho Fresneda), quien pondrá en jaque a la organización.
“Vicky tiene una forma muy parecida de trabajar a la mía y nos conocemos de Antidisturbios, donde compartimos una de las secuencias más potentes de la serie: un interrogatorio. Estamos en la misma onda y tenemos buena química. Yo sabía que a nivel profesional no iba a tener ningún problema, porque ella siempre está a la altura. Me tranquilizaba la sensación de saber que encajamos maravillosamente bien, pero es que encima hemos tenido una relación magnífica”, confiesa Hovik.
Unas palabras que también apoya Luengo. “He estado muy bien acompañada de mi compañero Hovik, al que amo profundamente y con el que he tenido una conexión maravillosa. Trabajar con él ha sido facilísimo, pese a la dificultad de un rodaje que se extendió durante tanto tiempo”, agrega la actriz.
Anecdóticamente, Hovik se compró el único traje de su armario para presentarse al casting de la serie creada por Amaya Muruzabal, emulando a alguien que no va a ninguna parte sin él. “No me gustan los trajes, pero es cierto que el hecho de ponértelo o peinarte de determinada manera hace que te introduzcas en el personaje. Me ayudó mucho para alejarme de Hovik y acercarme más a Jon”, confiesa.
Con una relación muy cercana a su amatxu en su vida en Bilbao y tras ser suspendido de empleo y sueldo tras meterse en un lío, Jon acaba conociendo a Antonia a la que inicialmente verá como un bicho raro. Un salvoconducto para no entrar en la cárcel que acabará convirtiéndose en una verdadera amiga.
“Si Antonia hubiera sido un hombre de 180 kilos y dos metros de altura, no habríamos tardado ni diez minutos en pegarnos. Pero después, Jon se da cuenta de que esta tipa es una máquina de pensar. Eso es lo que abre una grieta en su corazón, que cuenta con un escudo para defenderse. Él es muy sentimental y protector. Un personaje gay que sigue buscando el amor imposible. El amor romántico. Un soñador”, agrega Hovik sobre un inspector que llega para romper clichés.
AMOR POR LA NOVELA NEGRA
A pesar de que cuando le llegó la oferta no había leído ninguno de los libros de Juan Gómez-Jurado, el director Koldo Serra, detrás de series como La casa de papel o Sin huellas, no dudó ni un instante en subirse al barco tras leer el guion. Siempre bajo el amparo de la showrunner Amaya Muruzábal (Hernán) e intentando alejarse de aquellos que comparan la historia con la saga Millennium.
“Amaya me repetía mucho la importancia del cielo azul de Madrid. Quería que eso se trasladará a la pantalla. Buscaba algo que estéticamente nos acercara más a Alfred Hitchcock que al David Fincher de Los hombres que no amaban a las mujeres [el remake estadounidense de la franquicia literaria y las películas suecas]”, afirma Serra.
Este tándem también contó con la ayuda inestimable del guionista Salvador Perpiñá, escribiendo mano a mano junto a Muruzabal, y de los directores Julián de Tavira y Pablo Silva Glez. Un proceso en el que continuamente contaron con la opinión del escritor de la obra original, quien participó de lleno en la construcción de la serie.
“Cuando veo una adaptación cinematográfica de un libro, siempre pienso en lo complicado que resulta trasladar a la pantalla algo que ha imaginado tanta gente. Se trata de mostrar una historia que está en la mente de millones de personas según tu filtro y el del guionista. Creo que el apoyo de Juan en el proceso, dándonos plena libertad, ha enriquecido el trabajo. Hemos sido muy fieles, aunque supongo que no todos quedarán contentos. ¡Si hasta Frodo enfadó a algunos con la trilogía de El señor de los anillos!”, bromea Serra.
Bajo el beneplácito de Gómez-Jurado, la serie aterriza en el streaming para ampliar una historia que lleva años enamorando a sus seguidores, mientras que también podría acercar al mundo de la literatura a aquellos que quieran ahondar en la trama.
“Mi madre llevaba nueve años sin leer. Desde que estoy aquí, se ha leído todos los libros de Juan en dos meses. Si con esta serie hacemos que encima la gente coja más los libros... Eso será genial. La lectura es maravillosa e indispensable”, añade Luengo.
A través de siete episodios, Reina Roja adapta el primer libro de la saga literaria de Gómez-Jurado, por lo que, de seguir adaptando cada novela en cada temporada, la ficción podría sumar hasta cinco de tandas de capítulos. Una producción en la que también veremos a Eduardo Noriega, Andrea Trepat o Celia Freijeiro en algunos de los papeles más misteriosos. El juego ha comenzado.
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