Preocupación en Nueva Zelanda por el impacto medioambiental del rodaje de 'Los anillos de poder'

Como pasó con la trilogía de Peter Jackson, Amazon escogió este país como localización para su serie de 'El señor de los anillos'.
Nueva Zelanda es, a ojos del mundo, la Tierra Media
Nueva Zelanda es, a ojos del mundo, la Tierra Media
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Nueva Zelanda es, a ojos del mundo, la Tierra Media

A los ojos del mundo, Nueva Zelanda es la Tierra Media imaginada por J.R.R. Tolkien. Peter Jackson, uno de sus ciudadanos más célebres, así lo dispuso al elegirla como localización íntegra donde rodar la trilogía de El señor de los anillos. Volvió a utilizarla para El hobbit, y años más tarde Amazon decidió hacer lo propio de cara a su mayúscula inversión en El señor de los anillos: Los anillos de poder. Posiblemente la serie más cara de la historia, que recientemente concluyó su primera temporada en el catálogo de la plataforma de streaming. Nueva Zelanda ha vuelto a ejercer de Tierra Media para la precuela de El señor de los anillos, y de cara a la segunda temporada Amazon ha desplazado la producción a Reino Unido, con vistas a que se estrene entre 2024 y 2025.

Algo que no impide, sin embargo, que Nueva Zelanda siga siendo un destino muy codiciado para las grandes productoras de Hollywood, que ven en este país un escenario rentable donde ambientar sus películas más ambiciosas gracias a las facilidades fiscales. Desde 2010, año en el que se promulgó la ley popularmente conocida como ‘del Hobbit’, buena parte de los trabajadores de las producciones de Hollywood que ahí se alojen han pasado a ser contratistas independientes, con muy poco poder para cambiar algo en el seno de estos proyectos. Lo cual está empezando a ser alarmante, y más si nos centramos en una perspectiva medioambiental. Un reciente reportaje de The Guardian indaga en este aspecto, que ha alcanzado sus cotas más dañinas al amparo de Los anillos de poder.

Por muy mágicos que parezcan los paisajes de Nueva Zelanda, estos no aparecen tal cual en la pantalla. Necesitan suelos de plástico y árboles de poliestireno, amén de gigantescos sets en calidad de ciudades o incluso accidentes geográficos que llegado el fin de rodaje han de ser triturados y desplazados al vertedero, generando toneladas de basura. Parte del equipo de Los anillos de poder ha hecho pública su preocupación por lo contaminante que está resultado el proceso, alertando de que la magnitud del coste se le está ocultando al público: tanto por parte de los estudios de Hollywood como por el propio gobierno neozelandés. A costa de la escasa protección que brinda la Ley del Hobbit, entre otras cosas, a los trabajadores les da miedo hablar públicamente por las represalias.

El equipo habla

Pero parte de ellos han decidido que ya basta, para hablar del problema como fuentes anónimas. “Hablo porque me gusta el cine. Me gusta trabajar en el cine, quiero seguir en la industria, pero no de la forma en que está ahora. Es espantoso lo que está ocurriendo y la mayoría de la gente no lo sabe”, dice uno de los implicados en Los anillos de poder. “Si las grandes corporaciones quieren venir a este país y utilizar la belleza que hay aquí, hay un deber de preservar esa belleza. Se les reducen los impuestos y luego nos quedamos con toda su basura", asegura otro.

Ambos están empeñados en que la industria debe hacer las cosas mejor, y en que el gobierno neozelandés debería preocuparse de regular todos estos costes. El despliegue que ha requerido la primera temporada de Los anillos de poder equivale a tres o cuatro películas: en sintonía a esto ha generado 14.387 toneladas de dióxido de carbono, mientras que resulta difícil calcular la cantidad de residuos enviados a vertederos a cuenta de los “múltiples proveedores” de recursos. Aún no se puede hacer un recuento oficial, pero la cosa no pinta bien. “En Los anillos de poder, estos enormes muros de hielo y paredes de roca se rompen en mil pedazos. Si alguien se sentara ante una de estas grandes producciones y viera la cantidad de contenedores que salen cada día...”.

“Camiones y camiones y camiones de poliestireno y madera y todo lo demás, mezclado con plástico... y arrojado básicamente a un agujero en el suelo”. The Guardian destaca que ciertas medidas de carácter ecologista sí han tenido un desempeño correcto durante la producción, tales como la disposición de estaciones de carga para vehículos eléctricos, el fomento de la comida vegetariana o el reciclaje. Son, sin embargo, hechos anecdóticos, y a los trabajadores les gustaría que se efectuaran correctivos más contundentes de cara a futuros rodajes. En lo que respecta a Amazon, sin embargo, no parece haber propósito de enmienda.

La compañía de Jeff Bezos asegura que “la sostenibilidad cumplió o superó los estándares de la industria”, y se ha negado a aclarar por ahora cuál fue la huella ecológica que dejó la primera temporada de Los anillos de poder. Nueva Zelanda, por su parte, tiene algunas de las subvenciones cinematográficas más generosas del mundo sumado a lo provechosa que es la Ley del Hobbit para las grandes compañías, así que no es probable que se registren pronto cambios significativos. 

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