'Falcon y el Soldado de Invierno' 1x05: Ira, rechazo y Capitanes América

Un cameo estelar, varios traspasos de escudo y la primera escena postcréditos nos preparan para la gran batalla.
Sam Wilson (Anthony Mackie) con el escudo
Sam Wilson (Anthony Mackie) con el escudo
Sam Wilson (Anthony Mackie) con el escudo

A tan solo un episodio del final de Falcon y el Soldado de Invierno, su capítulo número 5, el más largo hasta la fecha, ha pisado el freno para poner todas las fichas encima del tablero antes de la gran batalla. Si el anterior nos despedía con una violenta escena en la que veíamos la cara más oscura del ahora supersoldado John Walker (Wyatt Russell), este capítulo también lo arrancamos con él corriendo por una estación abandonada, atormentado por los recuerdos tras matar a escudazos a un miembro de los Sin Banderas. 

Sam (Anthony Mackie) y Bucky (Sebastian Stan) no tardan en llegar al almacén abandonado en el que Walker se desespera. Este trata de justificar su acción eludiendo al deber y a la muerte de Lemar Hoskins (Clé Bennett) mientras los protagonistas intentan hacerle entrar en razón. "Tienes que darme el escudo, tío", le dice Sam. 

John Walker (Wyatt Russell)
John Walker (Wyatt Russell)

El comentario despierta la ira de Walker y comienza una pelea cuerpo a cuerpo entre los tres, de esas que tan bien plasma la Marvel de thriller. Vemos mucho escudo, mucha mano biónica y algún que otro alazo en una secuencia perfectamente coreografiada para la ocasión. Tras una lucha en la que Falcon pierde hasta las alas, los protagonistas consiguen dejar inconsciente a Walker y Bucky entrega el escudo a Sam. 

Entre tanto, el CRG (Consejo de Repatriación Global) está tratando de localizar a Karli Morgenthau (Erin Kellyman). También lo hace el soldado Joaquín Torres (Danny Ramirez), que se reúne con Sam para decirle que la líder de los Sin Banderas ha desaparecido de la faz de la tierra. Cuando el vengador se aleja con el escudo del 'Capi', deja a Torres las alas rotas de Falcon. Recordemos que este personaje se convertía en el nuevo héroe alado en los cómics, y parece que también lo hará en la ficción. 

"Vosotros me fabricasteis"

De regreso en Washington DC, John Walker se presenta ante el Senado, que lo despoja del título y la autoridad de Capitán América tras lo ocurrido en Riga. Walker les echa en cara que solo ha hecho lo que ellos le han pedido y enseñado antes de abandonar la sala creyéndose aún el héroe de América. En los pasillos del recinto, una mujer en taconazos va a su encuentro. 

Contessa Valentina Allegra de Fontaine, se presenta. Los fans de los cómics de Marvel saben que se trata de una espía de S.H.I.E.L.D. ¿Lo mejor de todo? Que la interpreta Julia Louis-Dreyfus. Aquí está el esperado cameo estelar del quinto episodio. 

Julia Louis-Dreyfus como Contessa Valentina Allegra de Fontaine
Julia Louis-Dreyfus como Contessa Valentina Allegra de Fontaine

La sofisticada y sarcástica mujer aplaude que Walker se haya tomado el suero y haya asesinado a un miembro de los Sin Banderas. Antes de marcharse, asegura al soldado que ya han hablado por teléfono, que no necesita el escudo y que es muy valioso para ciertas personas.

En los próximos minutos, la serie vuelve a viajar por el mundo. Primero se para en Riga, donde Karli y sus compañeros de lucha se preparan para la guerra después de la redada policial que ha provocado la detención de sus colaboradores. La segunda parada nos traslada a Sokovia, con Bucky reencontrándose con Zemo (Daniel Brühl) y demostrándole con una pistola sin cargar que ya no es un asesino. Barnes opta por entregar al barón a las Dora Milaje y pide cierto favor a las guerreras wankandianas antes de su partida. 

La gran esperanza blanca

Nos trasladamos a Baltimore, donde Sam visita a Isaiah Bradley (Carl Lumbly), el supersoldado que Bucky le presentó en el segundo episodio. Lleva consigo el escudo dentro de una funda, pero este le pide que no se lo enseñe, que las barras y las estrellas no significan nada para él: "Todo hombre negro lo entiende". Sam le pide que le explique qué salió mal. "El mundo solo quiere a su gran esperanza blanca", afirma Isaiah, refiriéndose a Capitán América. 

En su conversación, la ficción ahonda una vez más en la problemática herencia del escudo para un hombre negro, con Bradley recordando su experiencia con el suero, que le inyectaron sin él saber qué era, y que costó la vida a sus compañeros en la guerra. 

Isaiah Bradley (Carl Lumbly)
Isaiah Bradley (Carl Lumbly)

Por intentar salvarlos, terminaron por experimentar con él durante 30 años, tratando de descubrir por qué funcionó el suero en él. Afortunadamente, una enfermera que se apiadó del soldado hizo que lo declarasen muerto, pero su mujer ya había fallecido.

Sam quiere hacer algo al respecto, denunciar lo ocurrido, pero Isaiah piensa que los tiempos no han cambiado tanto. "Ellos nunca dejarán que un hombre negro sea el Capitán América. Y, aunque lo hicieran, ningún negro que se precie querría serlo jamás", afirma. Tras este encuentro, Wilson decide regresar a Luisiana con su hermana Sarah (Adepero Oduye) y tratar de vender el barco familiar. 

Solo dos tíos

De regreso en el sur, Sam consigue la ayuda de vecinos y amigos de sus padres para arreglar el barco de estos y así poder venderlo. Justo entonces llega Bucky con un maletín para Sam, ese favor que ha pedido a las guerreras wakandianas, y aprovecha para ayudarle con la reparación de la nave. Los protagonistas comparten momentos de camaradería y entendimiento, entremezclados con algún flirteo entre Bucky y Sarah. 

John Walker, por su parte, visita a los padres de Lemar, algo que lo desestabiliza. Tras escuchar lo orgulloso que su amigo estaba de él en el rol de Capitán América y a sabiendas de que su asesina sigue viva, vemos en su semblante que no piensa quedarse de brazos cruzados. Volvemos a trasladarnos, esta vez al casoplón lleno de obras de arte de Sharon Carter (Emily VanCamp) en Madripoor. La exagente habla con alguien a quien pide un favor, alguien que grita en francés.

Sam Wilson (Anthony Mackie) y Bucky Barnes (Sebastian Stan)
Sam Wilson (Anthony Mackie) y Bucky Barnes (Sebastian Stan)

De regreso en el sur, Bucky y Sam practican lanzándose el escudo de Steve y, de paso, reflexionan sobre lo que este significa para cada uno. "El legado de este escudo es complicado", afirma Wilson. Bucky se disculpa por no entender lo que este puede suponer para un hombre negro. Para él, era lo único familiar que le quedaba tras la marcha de Steve, explica. 

Entonces, Sam le pregunta sobre si aún tiene pesadillas. "Continuamente. Significa que me acuerdo. Que una parte de mí sigue ahí. Que el Soldado de Invierno sigue dentro de mí". Wilson le aconseja que salga de ese infierno ayudando a las personas de su lista en lugar de pedirles perdón. 

Lanzamientos de escudo y escena postcréditos

El barco de los padres de Sam está casi listo, solo le queda una mano de pintura, pero los hermanos han decidido no venderlo porque es su historia. El vengador entiende, a través de la nave, que está en su mano cambiar el legado del escudo y se pone a entrenar con él, no sin algún que otro accidentado lanzamiento. 

En Nueva York, Karli espera a alguien que los va a ayudar en la batalla que se avecina, alguien que se la tiene jurada a Sam y habla en francés, como el aliado de Carter... Se llama Georges Batroc (Georges St-Pierre) y, sí, se trata del mercenario al que se enfrentó Falcon en aquella lucha aérea en el primero episodio para liberar a el capitán Vasant. 

Empujado por su afán de venganza, va a ayudar a los Sin Banderas a que el CRG no vote la Ley Correctiva, que devolvería a los refugiados a sus países de origen. Suerte que Torres ha localizado a Karli en Nueva York y Sam se prepara para ir a por ellos justo cuando estos consiguen colarse en la sala en la que se discute la ley. Antes, el vengador abre el misterioso maletín de Wankanda, pero no nos deja ver qué hay dentro.

Primera escena postcréditos de la serie
Primera escena postcréditos de la serie

Aquí no acaba la cosa porque el quinto episodio contiene la primera escena postcréditos de la ficción. En ella, vamos a John Walker construyendo a martillazos y con su Medalla de Honor un nuevo escudo para su Capitán América. ¿O para su U.S. Agent, como en los cómics?

Este nuevo capítulo de Falcon y el Soldado de Invierno es una antesala más pausada y comedida de lo que Marvel nos tiene acostumbrados. Puede ser la calma que precede a la tormenta, con cada bando tomando posiciones y los protagonistas estrechando lazos, pero no por ello resulta menos sorprendente que avance de forma tan sosegada tratándose del penúltimo capítulo. 

Así, la serie sigue sin terminar de encontrar el equilibrio entre acción y emoción, tal vez porque se obceca en insistir en un discurso identitario y en una reflexión racial dentro de EE UU a las que dedica demasiados minutos en pantalla. Pese a su indiscutible calidad en las escenas de lucha y al buen hacer de sus actores, la trama resulta predecible y sus personajes a menudo vacíos, sobre todo cuando venimos de Bruja Escarlata y Visión. Se echan de menos las ganas de innovar y sorprender de Marvel, algo que no se compensa ni siquiera con el maravilloso cameo de Louis-Dreyfus. Veremos si su desenlace levanta el vuelo.

Falcon y el Soldado de Invierno está disponible en Disney+.

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