¿Cuántos anillos mágicos hay en 'El señor de los anillos'?

Estas son las joyas mágicas imaginadas por Tolkien que podrían llevar a la destrucción de la Tierra Media.
Galadriel (Cate Blanchett) con el anillo Nenya en 'El señor de los anillos'.
Galadriel (Cate Blanchett) con el anillo Nenya en 'El señor de los anillos'.
Cinemanía
Galadriel (Cate Blanchett) con el anillo Nenya en 'El señor de los anillos'.

Son hermosos, ¿verdad? Su factura exquisita y su belleza sin igual hace difícil resistirse a mirarlos fijamente mientras se murmura eso de "mi tesoro". Salta a la vista que en su creación mediaron tanto el arte de la metalurgia como la magia... y también una maldad que aspira a conquistar la Tierra Media. Porque los anillos de poder imaginados por J. R. R. Tolkien son el modelo a seguir por todos esos artefactos apocalípticos que tan bien quedan en una historia de fantasía.

Inspirados tanto por Richard Wagner y El anillo de los nibelungos, así como por el mito platónico del aro de Giges, estas reliquias concebidas por el mismísimo Sauron han sido el eje de El señor de los anillos (en su versión literaria y en la trilogía de Peter Jackson), y también de El señor de los anillos: Los anillos de poder, la serie-precuela de Prime Video sobre el pasado de la Tierra Media. 

En uno de los fragmentos más conocidos de su obra, Tolkien nos explicó cuántos anillos hay y a quiénes iban destinados. La historia particular de cada uno, eso sí, es bastante más imprecisa, pero el fandom ha logrado reconstruirla a base de hilvanar datos desperdigados por el profesor inglés en esos textos que dejó inéditos a su muerte, y que después fueron refundidos y publicados por su hijo Christopher Tolkien. 

Así pues, esto es todo lo que sabemos sobre los anillos de poder. Ten cuidado si te los encuentras, porque la posibilidad de acabar convertido en un engendro babeante devorador de pescado crudo (y con una voz muy parecida a la de Andy Serkis) es de lo menos malo que te puede pasar si llegas a calzarte uno en el dedo. 

"Tres anillos para los reyes elfos bajo el cielo..."

Los tres anillos élficos en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
Los tres anillos élficos en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
Prime Video

Forjados por el maestro orfebre Celebrimbor, los tres anillos élficos (Narya, Nenya y Vilya) son los menos malos del lote, dado que Sauron no intervino directamente en su creación. Pese a ello, siguen estando vinculados al Anillo Único, y por lo tanto son un riesgo para sus portadores, que se niegan a usarlos salvo en casos extremos.

Menos mal, además, que esos portadores son de toda confianza: tras muchos avatares, Narya (el Anillo del Fuego, con una gema roja) y Vilya (el Anillo Azul, asociado al agua) acabaron en poder de Gandalf y de Elrond, respectivamente. En cuanto al diamantino Nenya, el Anillo del Aire, solo ha tenido una propietaria, y su nombre es Galadriel. La cual, como se ve, siempre ha sido lo más. 

Hasta el momento, El señor de los anillos: Los anillos de poder nos ha mostrado la forja de estas tres reliquias, instigada por ese mocetón que afirmaba llamarse Halbrand (Charlie Vickers) y acabó resultando el Señor Oscuro de incógnito. La siguiente parada de este itinerario nos llevará, probablemente, a territorios subterráneos.

"Siete para los señores enanos en sus salas de piedra..."

Los anillos de los enanos en 'El señor de los anillos: La comunidad del anillo'.
Los anillos de los enanos en 'El señor de los anillos: La comunidad del anillo'.
Cinemanía

Acerca de los anillos enanos se sabe poco o muy poco. Apenas que fueron repartidos entre los siete clanes más importantes del pueblo minero, y que Sauron se llevó un chasco enorme cuando estos empezaron a usarlos. Porque si los enanos se distinguen por algo, es por su testarudez, de modo que estas joyas envenenadas no lograron convertir a sus portadores en marionetas de las tinieblas. 

Pero ni siquiera esta cabezonería pudo salvar a los enanos. Aunque no les sometiesen a la voluntad de Sauron, los siete anillos estimularon el defecto natural de su cultura, que no es otro que la codicia. Al acumular cantidades cada vez mayores de joyas y metales preciosos, sus fortalezas acabaron llamando la atención de dragones como nuestro viejo amigo Smaug el Dorado. 

Al paso de los siglos, cuatro anillos de los enanos fueron destruidos por el fuego de los dragones, mientras que los tres restantes volvieron a las manos de Sauron. En honor los descendientes de Durin, señalemos que, cuando el Señor Oscuro les ofreció devolverles las alhajas a cambio de su colaboración en la Guerra del Anillo, ellos se negaron. A buenas horas les iban a venir con monsergas...

"Nueve para los hombres, condenados a morir..."

Los nueve anillos de los humanos en 'El señor de los anillos'.
Los nueve anillos de los humanos en 'El señor de los anillos'.
Cinemanía

Sujetos a una incierta mortalidad, pero también libres de las cadenas del destino, los humanos son el pueblo más imprevisible de la Tierra Media. Pese a esto, sin embargo, la suerte de sus anillos está clarísima. Vaya que sí.

Porque las reliquias, entregadas a nueve reyes del pueblo mortal, hicieron bien su trabajo, convirtiendo a esos incautos en los Nazgûl, los jinetes negros de Mordor, a quienes no por nada se conoce como "los Nueve del Anillo". Transformados para toda la eternidad en esclavos del Señor Oscuro, atravesando una grotesca no-vida en sus oscuros salones, estos espectros no tienen más objetivo que cumplir la voluntad de Sauron.

Ahora bien: incluso las abominaciones del abismo tienen puntos débiles. De modo que, mientras ocho de los Nazgûl perecieron junto a Sauron en el clímax de la Guerra del Anillo, su líder el Rey Brujo de Angmar halló un final aún más épico a manos de Éowyn de los Rohirrim. Antes de que la guerrera le ensartase cual pincho moruno, el nefasto ser debió recordar que todas las profecías tienen truco...

"Uno para el Señor Oscuro, en su Torre Oscura..."

El Anillo Único en 'El señor de los anillos'.
El Anillo Único en 'El señor de los anillos'.
Cinemanía

La madre del cordero. El papito. El culpable de todo esto. O, por resumir, el Anillo Único. Ese que tentó a Smeagol, convirtiéndole en el viscoso Gollum, y que después viajó de vuelta a la tierra de Mordor colgado del cuello de Frodo Bolsón, en esa historia que todos conocemos bien a estas alturas. 

Forjado a espaldas de elfos, enanos y humanos en el cráter del Monte del Destino, el Anillo Único era la clave del plan maestro de Sauron. La reliquia, en la que el Señor Oscuro depositó gran parte de su energía, permitiría al portador de la misma contactar con el resto de anillos y someter a sus portadores a su voluntad, permitiendo una veloz conquista de la Tierra Media. Los planes sin fisuras no existen, sin embargo, y este acabó saliendo de aquella manera. 

Para empezar, como ya hemos leído, los anillos de los elfos y de los enanos no cumplieron su función al cien por cien. Y, aunque los anillos humanos sí lo hicieran, provocando la Guerra de la Última Alianza, Sauron tuvo que tragarse la humillación de perder el Anillo Único a manos de Isildur, hijo de Elendil. Aunque este se viera a la postre corrompido por su influencia, su muerte desencadenó una cadena de acontecimientos que culminaron con el fin del Anillo y su creador. 

Como puede verse, la capacidad del Anillo Único para volver invisible a su propietario es el menor de sus poderes. Pero lo más inquietante de la joya es que esta parece provista de voluntad propia, siendo capaz de cambiar su tamaño y de influir en los pensamientos del desgraciado que la lleve consigo. 

Ya lo dice la rima que Sauron grabó en el metal, y que solo es visible si este se ve expuesto a altas temperaturas: "Un anillo para gobernarlos a todos, un anillo para encontrarlos, un anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas". 

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