Woody Allen, Roman Polanski y Luc Besson: las polémicas acusaciones de abuso que ensombrecen el Festival de Venecia

Los nuevos trabajos de tres directores altamente controvertidos por los escándalos públicos de su pasado se verán en la 80ª edición del certamen que comienza esta semana en el Lido.
Rodaje de 'Golpe de suerte' con Woody Allen
Niels Schneider y Lou de Laâge con Woody Allen en el rodaje de 'Golpe de suerte'
Cinemanía
Rodaje de 'Golpe de suerte' con Woody Allen

El Festival de Venecia comienza su 80ª edición, marcada por las huelgas que han paralizado Hollywood y han dejado las alfombras roja del Lido huérfanas de un gran número de estrellas estadounidenses. No obstante, la programación del certamen no refleja ningún momento de crisis, pues su apuesta por los grandes nombres del cine mundial no va corta de alicientes cinéfilos.

Lo que tampoco faltará en la Mostra de este año es la polémica. La presencia de los nuevos trabajos de los cineastas Woody Allen, Roman Polanski y Luc Besson, cada uno de ellos envuelto en escándalos públicos con acusaciones de abuso sexual de diversa índole, va a ser uno de los mayores focos mediáticos del festival, y sin duda el que mayor grado de indignación genere en redes sociales.

Los renegados de Cannes

Aunque todos ellos, mucho después de salir a la luz los hechos que les persiguen, han sido presencia habitual en festivales internacionales como la propia Venecia (Polanski ganó el Gran Premio del Jurado en 2019 con El oficial y el espía, su película anterior), fue la eclosión del movimiento #MeToo y una mayor sensibilización hacia la cultura de dominación y abuso en el mundo del cine lo que volvió a poner el foco en sus respectivos casos y será notorio cuando comience el festival.

The Palace, el drama coral de Polanski, y Golpe de suerte, el thriller romántico que Woody Allen ha rodado en Francia, han sido programados fuera de competición. En el caso de Luc Besson, su película de acción Dogman competirá por el León de Oro en sección oficial. Son títulos que ya hace unos meses pudieron sonar como opciones para el Festival de Cannes, pero se quedaron fuera de la Croisette e irán al Lido.

"Sabíamos que si su película se proyectase en Cannes, la polémica se desataría y jugaría en contra de esta y otras películas". Es lo que dijo Thierry Frémaux, el director general de Cannes, en relación a Golpe de suerte. "La de Polanski no la hemos visto". Así despachó las películas que ahora Alberto Barbera ha incorporado a la programación de Venecia, y con las que resurgirán las polémicas vinculadas a cada autor.

¿Qué hizo Roman Polanski?

El caso Polanski es el más antiguo y conocido de todos. En marzo de 1977, el director de La semilla del diablo fue detenido acusado de la violación de Samantha Gailey (después Geimer), la chica de 13 años a la que había estado haciendo fotografías para un reportaje sobre "lolitas" en la revista Vogue. Geimer testificó que Polanski la drogó con champán y pastillas de Quaalude para tomarle fotos desnuda y, a pesar de sus negativas, mantener relaciones sexuales con ella.

Polanski negó los hechos y la falta de consentimiento sexual, pese a declararse culpable del cargo más leve (relaciones sexuales ilícitas) de todos los que recaían sobre él. Llegó a este acuerdo con la abogada de la menor, cuyo propósito fue evitarle a su defendida un juicio mediático que ya estaba aireando su imagen y vida privada en las páginas de la prensa sensacionalista. El resto de cargos se retiraron y el cineasta fue condenado a 90 días de encierro y evaluación psiquiátrica.

Polanski aprovechó un permiso para buscar localizaciones de su siguiente película en Europa y le pillaron corriéndose la juega padre en el Oktoberfest. A su vuelta a EE UU le esperaban las rejas, aunque 42 días después se le concedió la libertad condicional y el cineasta aprovechó para jugársela. Voló a Londres y de ahí a París: ya era prófugo de la justicia estadounidense. Francia se niega a extraditarlo y, desde el 1 de febrero de 1978, no ha vuelto a pisar EE UU ni Reino Unido para evitar la extradición.

Pasan los años y el cineasta franco-polaco sigue en Europa rodando películas sin mayor complicación. En 1988, Samantha Geimer denunció a Polanski de abuso sexual y el asunto quedó resuelto por 500.000 dólares en un acuerdo extrajudicial cinco años después. La víctima perdona públicamente a Polanski en declaraciones en entrevistas y en su libro de memorias (The Girl), publicado en 2013. Este mismo año, posaron juntos en una foto.

Sin embargo, cuando Polanski viajó al Festival de Zúrich para recibir un homenaje en 2009, fue detenido por las autoridades suizas. Pagó la fianza correspondiente y no llegó a ser extraditado, pero es a partir de entonces cuando en los medios se inicia un goteo de nuevas acusaciones que suma nombres de más presuntas víctimas.

La alemana Renate Langer acusa a Polanski de haberla violado en 1972, en Gstaad (Suiza), cuando tenía 15 años; la actriz británica Charlotte Lewis, con la que trabajó en Piratas (1986), de lo mismo en 1983 cuando tenía 16 años; también la estadounidense Robin M, en 1973, con 16 años; Valentine Monnier, 1975, también en Gstaad, cuando tenía 19 años…

¿De qué se acusa a Woody Allen?

Muy diferente al de Polanski es el caso de Woody Allen. El cineasta neoyorquino fue acusado en 1992 de abusar sexualmente de su hijastra Dylan Farrow cuando esta tenía siete años. Allen siempre ha negado rotundamente esas acusaciones, que considera que fueron fabricadas por su expareja Mia Farrow, madre adoptiva de Dylan, durante su traumática separación al enterarse de que el director mantenía un romance con otra de sus hijas adoptivas, Soon-Yi Previn, en aquel entonces de 21 años.

Los hechos fueron investigados por distintas instituciones que no encontraron ninguna evidencia de que pudieran ser reales. Allen perdió la custodia de Dylan y sus hermanos Satchel y Moses (quien siempre ha mantenido una postura favorable a su padre adoptivo y muy crítica hacia el comportamiento de su madre adoptiva), pero el juez concluyó que no había pruebas que respaldasen la acusación de abuso sexual.

Dylan Farrow ha reiterado sus acusaciones en diversas ocasiones con declaraciones en entrevistas y firmando artículos en prensa, como una carta abierta muy leída que publicó a finales de 2017 en Los Angeles Times una vez que había estallado el escándalo Harvey Weinstein. Estas nuevas apariciones mediáticas, impulsada por su hermano periodista Ronan Farrow, devolvieron el asunto a la primera línea y varias estrellas de cine comenzaron a desmarcarse de Woody Allen a pesar de haber trabajado con él apenas unos meses antes.

Mientras el cineasta niega insistentemente las acusaciones, el juicio popular y mediático tomó forma hasta que Amazon Studios canceló su contrato de producción con Allen y el estreno en EE UU de Día de lluvia en Nueva York (2019). El documental Allen v. Farrow echó más leña al fuego de la actualidad demostrando muy poca imparcialidad al recabar información sobre el caso. El director volvió a declararse inocente en su autobiografía (A propósito de nada) y acabó rodando en España (Rifkin's Festival, 2020) y Francia (Un golpe de suerte, 2023) sus últimas películas.

¿Está Luc Besson acusado de violación?

El caso Luc Besson ha tenido menos repercusión mediática fuera de Francia, donde el director de El quinto elemento ha sido uno de los cineastas más taquilleros de las últimas tres décadas. Y nunca ajeno a la presencia en la prensa sensacionalista: su segundo matrimonio fue en 1992 con la actriz, y futura directora, Maïwenn Le Besco cuando tenía 16 años y estaba embarazada; su relación sería la inspiración de El profesional (Léon) (1994).

En 2018, una de las actrices del filme de ciencia ficción Valerian y la ciudad de los mil planetas (2017), Sand Van Roy, acusó a Besson de violación. El cineasta negó categóricamente los hechos; simultáneamente, aparecieron otras mujeres que habían sido sus estudiantes y trabajadoras en su productora que lo acusaron de comportamiento sexual inapropiado y pidieron mantenerse en el anonimato.

Dos años después, se retiraron los cargos contra él por falta de pruebas en el caso Van Roy, y posteriormente una segunda investigación llegó a la misma conclusión. En junio de 2023, Besson fue definitivamente exonerado por la Corte de Casación, el más alto tribunal de Francia. 

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