Deudas y sombras de monopolio: qué hay detrás de la posible fusión de Warner y Paramount

David Zaslav y Bob Bakish, CEOs de Warner Bros. Discovery y Paramount Global respectivamente, tuvieron el otro día una reunión muy prometedora.
Logos de Warner Bros. Discovery y Paramount
Logos de Warner Bros. Discovery y Paramount
Logos de Warner Bros. Discovery y Paramount

Las finanzas hollywoodienses de 2019 estuvieron marcadas por un titular histórico: The Walt Disney Company absorbía 20th Century Fox. Una major clásica de Hollywood devoraba a otra major clásica de Hollywood luego de que un juicio antimonopolio estudiara el asunto, y empezaran a vislumbrarse las consecuencias más allá de que Los Simpson pudieran formar parte del catálogo de Disney+. También estuvo el cierre de BlueSky Studios (factoría de animación de Fox) con los consiguientes despidos o la reubicación de los animadores en Pixar y Walt Disney Animation. Así como un sonoro rebranding: 20th Century Fox y Fox Searchlight pasaban a ser 20th Century Studios y Searchlight Pictures.

La supresión de la palabra “Fox” opacó otro movimiento interesante, como supuso la fusión de otros dos grandes organismos: Viacom y CBS. Esta última se ajustaba a una dinámica general entre las corporaciones del entretenimiento, que pasaba por prepararse para un nuevo campo de batalla, el streaming, cuya prosperidad había fijado Netflix. De modo que CBS All Access fue allanando el camino para convertirse en Paramount+, ya que Paramount Pictures (otra major histórica) era la propiedad más lucrativa y prestigiosa de Viacom. Paramount+ es una plataforma de streaming que, hasta la fecha, apenas ha dado beneficio alguno. Lo que puede relacionarse con el próximo gran terremoto de Hollywood.

David Zaslav, CEO de Warner Bros. Discovery
David Zaslav, CEO de Warner Bros. Discovery

Esta semana supimos que Warner Bros. Discovery y Paramount Global estaban estudiando una posible fusión. Paramount Global es el resultado de la fusión de Viacom y CBS (llamada brevemente ViacomCBS en un déficit de imaginación que Paramount Global no enderezó demasiado), al igual que Warner Bros. Discovery es el resultado de la fusión de Warner Media y Discovery. Sus respectivos CEOs son Bob Bakish y David Zaslav. Bakish lleva tiempo queriendo vender Paramount Global, pero hasta ahora le había frenado la histórica renuencia de la familia que mayor cantidad de acciones tiene de la marca: el linaje de los todopoderosos Redstone, y en particular el patriarca Sumner Redstone.

Sumner fue la cabeza visible de Viacom (y Paramount) desde los 90. Pero falleció en 2020, y Bakish no comparte esa preocupación por conservar la independencia de la marca. Es un ejecutivo pragmático, que hará lo que sea para solucionar los acuciantes problemas económicos de su empresa. Así que él y David Zaslav son tal para cual.

Condenados a entenderse

Como Paramount, Warner ha atravesado todo tipo de percances en los últimos años. A mayor velocidad, quizá. Durante el 2019 donde esta enloquecida historia bien pudo empezar Warner Media era propiedad del gigante AT&T, y su compromiso con saltar al streaming vino modulado por la gente de arriba: la gente que decidió aprovechar la subsiguiente pandemia para que HBO Max prosperara e ideó aquel modelo híbrido (estrenos simultáneos en cines y streaming) que provocó entre otras cosas que Christopher Nolan abandonara Warner indignado. Pero eso no fue todo, claro. En 2022 Warner Media se fusionó con Discovery, de forma que la política expedida desde AT&T cambió radicalmente.

Este cambio lo ha representado David Zaslav. Un hombre de negocios despiadado, formado en la remesa de contenidos de Discovery (que obviamente no tienen mucho que ver con el cine), y decidido a enderezar la situación económica de Warner cueste lo que cueste. Zaslav ha resuelto que priorizar el streaming fue un error, y que lo mejor es devolverle el papel preponderante a la exhibición tradicional. Política con la que podríamos simpatizar, pero que Zaslav ha aplicado a degüello: no solo ha minimizado la inversión en HBO Max, sino que ha cancelado sin que le tiemble el pulso películas ya terminadas que iban a incorporarse al catálogo. Batgirl, ¡Scoob! Holiday Haunt y Coyote vs. ACME.

Leslie Grace como Batgirl
Leslie Grace como Batgirl

Medidas que han sido extremadamente impopulares, y que vienen a combinarse con la decisión de fundir HBO Max con Discovery Max: de aquí ha surgido un servicio de streaming llamado Max ya presente en EE.UU. y otros territorios (en España no se implantará hasta mediados de 2024). Zaslav ha enfurecido tanto a cineastas como espectadores y ha dejado claro a cada paso que para él todo es “contenido”, despojado de cualquier romanticismo, y que su único propósito es sanear finanzas. La función primaria de cargarse Batgirl y las otras películas era la deducción fiscal, de hecho. Asumidos estos principios (o la carencia de ellos) habría que analizar qué tal le ha ido en estos meses.

Y veamos. Las deudas actuales de Warner Bros. Discovery ascienden a 45.100 millones de dólares. Que es una salvajada, sí, pero es que hace un semestre hablábamos de 49.300 millones. A lo que hay que unir el taquillazo de Barbie y la voluntad de remodelar DC Studios (luego de que todas sus últimas películas hayan fracasado de forma continua, de Black Adam a, presumiblemente, Aquaman y el reino perdido), para toparse con que las acciones de Warner Bros. Discovery han subido un 23% a lo largo de este año. Su competidora Disney (que ha emulado alguna de sus decisiones como el borrado de contenido streaming) solo ha subido un 5%, y en cuanto a Paramount… Paramount ha caído un 85%.

Porque la empresa de Bakish, sin dar tantos titulares como Warner, lleva una racha igual de terrible. Es lo que le ha situado en el radar de Zaslav.

Paramount entrega las armas

Así como Warner ha tenido Barbie para camuflar sus miserias, Paramount tuvo Top Gun: Maverick en 2022. Pero, ejem, no ha tenido mucho más, y la narrativa mediática que se instaló fue que el éxito se debió a la voluntad heroica de Tom Cruise echándole un pulso a los ejecutivos. Paramount quería una ventana limitada para la secuela de Top Gun, de forma que la película pasara tras un breve tiempo en cines a engrosar el escuchimizado catálogo de Paramount+. Pero nadie confiaba en esa plataforma. Nadie ha confiado nunca.

La deuda actual de Paramount Global es de 15.700 millones de dólares. Mucho menos que los 45 millones de Warner, pero es que la empresa de Bakish no tiene ningún plan de contingencia. Misión imposible: Sentencia mortal- Parte 1 fue una decepción en taquilla y a la segunda parte (que lo mismo ni se titula Sentencia mortal) aún le queda mucho para estrenarse. Es una compañía que retiene la dignidad, pero que sabe que convendría arrimarse a un conglomerado algo más grande, como el que supondría Warner Bros. Discovery.

'Top Gun: Maverick'
'Top Gun: Maverick'
Cinemanía

En lo que respecta a Zaslav, Paramount Global es un plato apetecible. El catálogo de sus películas, lleno de cine clásico y propiedad intelectuales, quedaría de maravilla en alguna de las múltiples secciones de Max. Y tendría un brazo televisivo como es CBS (con posibilidades de que lo complementara la CNN y otros activos de televisión por cable), de ahí que las negociaciones se hayan acelerado. Posiblemente, porque Bakish sea consciente de que Warner Bros. Discovery necesita oxígeno al mismo tiempo que hay otras opciones de fusión en el mercado. Por ejemplo Comcast, el conglomerado al que pertenece Universal Pictures, el streamer Peacock y otra cadena de televisión tan enorme como NBC.

Comcast es un hueso más duro de roer, mientras que Paramount es vulnerable. Las opciones que Zaslav tiene sobre la mesa pasan ahora por comprar Paramount Global, o convertirse en socio mayoritario con la adquisición de National Amusements. Esta entidad supone el 77% de las acciones de Paramount Global y está liderada por Shari Redstone, hija de Sumner que al igual que Bakish contempla desafiar los designios del patriarca. Si National Amusements pasa por el aro, o lo hace Paramount Global en toda su extensión, se forjaría otro gigante mediático a la altura de lo que es hoy, por ejemplo, Disney. Y, por el camino, la marca de Paramount+ se suprimiría para que su oferta fuera asimilada por Max.

¿Cómo quedaría Hollywood si esto pasa, y si no hay ningún juicio antimonopolio que disuada a Zaslav y Bakish? Pues en lo relativo al cine tendríamos a Disney integrando a la antigua Fox, luchando contra la irrupción en el tablero de Warner/ Paramount. Por otro lado Sony Pictures mantendría su estatus al pertenecer a una multinacional cuyos brazos van mucho más allá del cine y de EE.UU, como lo mantendría Universal (por ahora). Y hay que recordar que tenemos por ahí a Amazon MGM Studios, resultante de la absorción de MGM (otra major devaluada por el ansia corporativa) por parte de Amazon

El Hollywood de toda la vida es, en resumen, un sitio cada vez más estrecho.

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