El AMOR más allá de lo terrenal. En un reflejo de la intimidad de una pareja y sus encuentros pasionales, Andrew Haigh (Weekend, Looking) ha vuelto a romper tabúes a través de las escenas de sexo de Desconocidos. El director británico ha visibilizado el sexo entre dos hombres que parece seguir impactando al público, demostrando que su aparición se torna necesaria.
Superada la vergüenza inicial y los posibles prejuicios, Adam (Andrew Scott) y Harry (Paul Mescal) disfrutaban del sexo, demostrando la confianza y el sentimiento mutuo que se profesan. Un acercamiento que daba lugar a una secuencia de alto voltaje en la que el personaje de Mescal realizaba una felación al de Scott, haciéndole alcanzar el clímax y lamiendo posteriormente su semen.
A pesar de que, evidentemente, es una escena trucada, su carácter explícito abría un debate en torno a la necesidad de que ocurriera y más tras conocer el estudio reciente que señalaba que la generación Z quiere menos sexo en pantalla. Asimismo, la escena resucitaba las chanzas hacia un antiguo anuncio publicitario de Mescal para una marca de salchichas de Irlanda.
"El personaje de Andrew Scott, Adam, de unos 40 años, tiene una relación difícil con el sexo. Mi personaje le sirve como un espacio de aterrizaje seguro para volver a explorar su sexualidad. Creo que el sexo en el cine puede ser sanador y sexy al mismo tiempo, y está en su mejor momento", confiesa Mescal para Variety.
El actor de Normal People y Gladiator 2 ha reconocido que, pese a que apenas habían ensayado juntos, la parte más erótica no le dio apenas vergüenza, pero sí que lo hizo ver posteriormente su mirada de amor hacia el personaje de Harry. "Cuando lo vi por primera vez entre el público, pregunté a Andrew si se acordaba de mí mirándole así. El momento más ilícito no es en realidad el sexo, sino mis ojos mirando a Andrew cuando estoy a punto de hacerlo", señala Mescal para Dazed.
"Ambos habitan un lenguaje físico: esa sensación distintiva de estar acostados en una cama y hablar con alguien a quien amas después de tener relaciones sexuales", añade el actor.
Por su parte, Scott ha explicado a GQ la importancia de estas escenas para que el espectador comprenda que "muchas veces lo más provocativo en una escena sexual no es el sexo en sí, sino la ternura que hay en torno a él. No es tan explícito. Es realmente íntimo. En este sentido, una escena de sexo puede ser tan importante como una discusión o un gran diálogo".
Scott justifica estas escenas en el drama LGTBI, "ya que ayudará a que el mundo avance simplemente en tener representación en ese sentido". Una manera de superar el recelo que sigue estando presente ante estas historias en el cine. "Como persona queer, he crecido viendo relaciones heterosexuales constantemente y casi de forma exclusiva, y nunca me ha dado asco mirarlas. Así que simplemente digo: 'ahí lo tenéis", agrega el irlandés.
Andrew Haigh explica las escenas de sexo entre Paul Mescal y Andrew Scott
Consciente del interés que han suscitado las escenas de sexo entre Mescal y Scott, especialmente de la susodicha relacionada con el semen, Haigh ha explicado en varias entrevistas la necesidad de crear una intimidad entre dos personas enamoradas a través del "sentimiento de conexión" y de la "vulnerabilidad" que se producen al dejarse llevar.
"Se trata de hacia dónde miras. Se trata de ser vulnerable y luego permitirte sentirte un poco más libre. De tensarte y sentirte nervioso e incómodo, y después dejar que la sexualidad te supere. Son todas esas cosas. El sexo es complicado, ya sea la primera vez con alguien o si se trata de una relación a largo plazo", afirma Haigh para Entertainment Weekly.
De esta forma, lejos de la pomposidad y el barroquismo de películas como Saltburn, con la que Desconocidos ha sido comparada en sus escenas de sexo, la nueva película de Haigh apunta hacia un viaje más introspectivo hacia las experiencias traumáticas de sus personajes, con escenas de sexo igual de sonadas, pero muy diferentes y necesarias.
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