¿Mató Cliff Booth a su mujer? Las revelaciones de la novela de ‘Érase una vez en Hollywood’

Quentin Tarantino acaba de publicar un libro expandiendo la historia de su última película.
Imagen promocional de 'Érase una vez en Hollywood'
Imagen promocional de 'Érase una vez en Hollywood'
Imagen promocional de 'Érase una vez en Hollywood'

Uno de los planes que tiene Quentin Tarantino cuando ruede su última película (que, según su directriz de retirarse con la décima, sería la siguiente) es dedicarse en cuerpo y alma a la literatura. Quizá por ver qué tal le va yendo ha publicado una novela por título Érase una vez en Hollywood, que en efecto está directamente relacionada con la película que estrenó en 2019 y estaba protagonizada por Brad Pitt, Leonardo DiCaprio y Margot Robbie. En estos años más y más voces han catalogado Érase una vez en Hollywood como la cumbre de su cine, y serán las mismas que estén deseosas de comprobar qué les depara esta novela, publicada en España por Reservoir Books.

Contra todo pronóstico, dicho libro dista de ser una simple novelización de la película; la jugada de Tarantino es más compleja, aunque obedece al propósito de pasar más tiempo en un mundo y en compañía de unos personajes a los que, sin duda, guarda un gran cariño. Érase una vez en Hollywood, así las cosas, es una expansión de lo que vimos en cines que puede ejercer de complemento para la película, y ni siquiera sigue religiosamente el esquema de esta: elementos como el ataque de la familia Manson abortado por Cliff Booth y Rick Dalton (Pitt y DiCaprio) son descritos casi de pasada, prefiriendo Tarantino dedicar el tiempo a un amasijo de anécdotas del Hollywood de la época y a contar más cosas sobre Charles Manson o Sharon Tate.

Portada de la novela 'Érase una vez en Hollywood'
Portada de la novela 'Érase una vez en Hollywood'
reservoir books

Y a, claro, detallar cuestiones que en la película quedaron sin resolver. Uno de los aspectos más controvertidos de la película fue todo lo que rodeaba al citado Booth, que meses más tarde le daría a Pitt un merecidísimo Oscar a Mejor actor secundario. Este especialista en horas bajas, que ejerce de doble/chico de los recados de Dalton, tiene un oscuro pasado del que solo se daban pistas en la película, pero que en la novela puede ser aclarado de cabo a rabo. Así que sí, en las páginas de Érase una vez en Hollywood se revela si las sospechas de que Booth asesinó a su mujer eran fundadas, y la respuesta es un sí rotundo. Booth mató a su mujer disparándole un arpón, y logró salir impune del asesinato.

El capítulo titulado Infortunio es casi íntegramente un flashback donde Booth recuerda lo sucedido. Como se ve en la película, estaba en un barco en medio del mar junto a su mujer, asistiendo a una ristra de insultos por parte de ella mientras se enfurecía peligrosamente con un fusil de pesca submarina en las manos. En cines, la escena terminaba antes de mostrar si Booth llegaba a dispararlo, y en la novela el arpón impacta contra su mujer y parte su cuerpo por la mitad. Booth se arrepiente instantáneamente y trata de mantenerla con vida uniendo las dos partes de su cuerpo, para a continuación tener una conversación (o mejor dicho, un monólogo) sobre su vida en pareja.

Cuando vienen las autoridades y Booth tiene que entregarles el cuerpo, este vuelve a separarse en dos. Como Booth y ella se encontraban solos en el barco, no hay nadie que pueda negar la versión de Booth según la cual el arpón se le disparó accidentalmente, y el especialista puede irse de rositas. Misterio resuelto, pero no es el único asesinato que Érase una vez en Hollywood le atribuye al personaje, más allá de los miembros de la familia Manson que mata sin piedad cuando irrumpen en Cielo Drive.

Leonardo DiCaprio y Brad Pitt
Leonardo DiCaprio y Brad Pitt

Una máquina (cinéfila) de matar

Gracias a la novela de Tarantino conocemos en detalle el pasado militar de Cliff Booth. Durante la Segunda Guerra Mundial estuvo combatiendo en el Pacífico contra el ejército japonés, siendo un soldado tremendamente letal al que se le atribuye un número abultado de muertes. Es, de hecho, este pasado heroico el que precipita la admiración que le inspira a Dalton y sienta las primeras bases para su amistad, y a lo largo de las páginas de Érase una vez en Hollywood Tarantino se refiere a él en repetidas ocasiones como un asesino nato.

También, durante la descripción de esa famosa escena en la que Booth pelea contra Bruce Lee. En dicho pasaje Tarantino no solo llega tan lejos de comparar a Lee con Charles Manson (en tanto a la necesidad ansiosa que tenían ambos de pertenecer al famoseo de Los Ángeles), sino que se permite profundizar en la perspectiva de Lee del conflicto, y describir el miedo que siente al encontrarse no ante un “luchador experimentado”, sino contra un asesino. En la novela Booth es alguien bastante más inquietante que en la película, como refrenda el background que le añade a su relación con Brandy, la adorable hembra de pitbull que conocimos en la gran pantalla.

Al parecer, Cliff conoció a su mascota como pago de una deuda, pero el tipo que le debía dinero (un tal Buster Cooley) no se limitó a darle el perrete; también le propuso participar con él en luchas ilegales de perros, asegurándole que Brandy era imbatible. En efecto, lo era: Brandy dio mucho dinero a Cliff y Cooley durante estas competiciones, hasta que el especialista comprendió que se había encariñado de ella y se negó a que su mascota siguiera peleando. Cooley insistió y por toda respuesta Cliff le asesinó, ocultando el cadáver y sin sentirse tan mal como cuando mató a su mujer (cuya muerte, por cierto, aprendió a pensar que había quedado compensada con sus gestas en la Segunda Guerra Mundial).

Cliff Booth y Brandy
Cliff Booth y Brandy

Sí, Booth es un tipo peligroso, pero también enormemente carismático y, en una de las sorpresas más agradables de la novela, todo un cinéfilo. El segundo capítulo es una detallada descripción de los gustos del especialista a partir de una cita que ha acordado para ir a ver Soy curiosa (Amarillo) del sueco Vilgot Sjöman; según Tarantino, la primera película con una escena de sexo explícito que se proyectó en EE.UU. A Booth, de hecho, le encanta el cine extranjero y tiene un gusto más ecléctico que su amigo Rick, quien suele decir que “él no va al cine para leer”.

Al especialista le encantó Al final de la escapada y la interpretación de Jean Paul Belmondo. Sin embargo, hasta ahora ha sido su único contacto afortunado con la Nouvelle Vague, porque acto seguido descubrimos que le aburre François Truffaut (no entiende por qué tiene que debería empatizar con Antoine Doinel en Los 400 golpes) y que Hiroshima mon amour de Alain Resnais le parece “una mierda”. Ingmar Bergman le aburre un poco, y de Federico Fellini le gustan algunas. Pero, si le preguntas por un director fetiche, Booth no tiene dudas: Akira Kurosawa.

Érase una vez en Hollywood incluye un top de las mejores películas del cineasta japonés según Cliff Booth, y el especialista afirma que Toshiro Mifune, rostro habitual de las películas de Kurosawa, es su actor favorito de todos los tiempos. Ahí queda eso.

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