En las últimas semanas se ha dado una conversación colectiva tan rocambolesca como rocambolescos los resultados. Alguien teorizó que los hombres piensan habitualmente en el imperio romano, y al preguntar a los hombres de su alrededor confirmó que había quien solía pensar a diario, o varias veces por semana. La conversación se ha extendido (no sin la perplejidad de unos cuantos) hasta que ha llegado a oídos del mismísimo Francis Ford Coppola, un cineasta al que le va la marcha.
Por eso dijo que el Barbenheimer era una victoria para el cine (mientras uno de los grandes chistes de Barbie apuntaba a El padrino), y por eso ha querido suscribir la moda de identificarse (o no) como pensador del imperio romano. En su perfil de Instagram ha respondido detalladamente a la pregunta “¿Con qué frecuencia piensas en el imperio romano?”. La respuesta de Coppola es que “bastante”, y lo vincula a la realización de su película más reciente, Megalópolis.
Megalópolis lleva años en la cabeza de Coppola, y finalmente la ha tenido que autofinanciar para que salga adelante con 120 millones de dólares. En su reparto encontramos a Adam Driver, Aubrey Plaza, Nathalie Emmanuel o Dustin Hoffman, y aún no tiene fecha de estreno luego de que las noticias que llegaran del rodaje apuntaran a una experiencia muy convulsa (muy al estilo del director de Apocalipsis Now). “La república romana sirvió de ejemplo para mi país, EE.UU., y para sus instituciones, y fue una inspiración para mi próxima película”, justifica Coppola.
El director siempre tiene al imperio romano en la cabeza, y en esto podríamos recordar un diálogo muy icónico de El padrino II, cuando Tom Hagen (Robert Duvall) y Frank Pentangeli (Michael V. Gazzo) recordaban cómo los patricios se suicidaban honorablemente. “Mi fascinación por la república romana se basa en la lucha entre los partidos políticos durante la cual el interés de la república cedió a las ambiciones de unos pocos hombres poderosos, que abrazaron los objetivos de los partidos políticos para establecer su propia fortuna y autoridad apoyándose en las fuerzas armadas para lograr esos fines”, continúa.
“Y asestando el golpe final a una constitución que ya se tambaleaba hacia su caída”. Así que aquí tenemos a otro fan del imperio romano, que seguramente esté esperando tanto como nosotros la secuela de Gladiator que está preparando Ridley Scott.
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