“Esto es nazismo”: La academia ucraniana expulsa al director Sergei Loznitsa por apoyar a los cineastas rusos

Loznitsa ha sido muy crítico con los vetos internacionales a la industria de Rusia.
Sergei Loznitsa
Sergei Loznitsa
Sergei Loznitsa

La invasión a Ucrania por parte de Rusia se ha topado con un rechazo internacional que, por supuesto, debía suscribir la industria del cine. En Hollywood se ha optado por una decisión tan lapidaria como ajena a variables problemáticas: las majors han acordado no estrenar ninguna película en Rusia hasta que la crisis se resuelva, ajustándose a las sanciones que está sufriendo el país de Vladimir Putin. El caso europeo, sin embargo, es más complicado. La Academia de Cine Europeo ha retirado su apoyo al cine ruso en cualquiera de sus expresiones: algo que incluye tanto marginar a los directores como cancelar la proyección de Solaris de Andréi Tarkovsky en la Filmoteca de Andalucía.

Todo según un paquete de medidas resuelto por dicha Academia, que pasaron a detallarse luego de un comunicado ya criticado de por sí. Según se supo de la invasión, este organismo publicó una respuesta donde ofrecía apoyo a los ucranianos sin denunciar explícitamente a Rusia. Sergei Loznitsa, director ucraniano de origen bielorruso, lo calificó entonces como indignante: “Qué comunicado tan vergonzoso el de la Academia de Cine Europeo. Afirman que hay 61 miembros ucranianos entre sus filas. Pues bien, a día de hoy, solo hay 60. No necesito que ‘estén alerta y se mantengan en contacto conmigo’, ¡muchas gracias!”. Y, con estas declaraciones, Loznitsa dimitía como académico.

Pero la postura de Loznitsa es más compleja que un rechazo a todo lo que tenga que ver con Rusia. Como cineasta ha prestado siempre muchísima atención al panorama geopolítico (dirigiendo numerosos documentales) e incluso dirigió una película sobre el conflicto ruso-ucraniano antes de la invasión, Donbass. En ese sentido, Loznitsa también ha sido público en su repulsa por el veto internacional al cine de Rusia, ya que estas medidas afectan menos al gobierno que a artistas que se oponen a sus acciones. La postura de Lotznitsa, según recoge IndieWire, acaba de conducir a que sea expulsado de la Academia de Cine de Ucrania.

El director de Babi Yar. Context asegura que esta expulsión viene por “ser un cosmopolita”. O, dicho de otro modo, a no ser lo bastante leal a su país de origen, ni mostrarse de acuerdo con que el cine ruso sea apartado de los certámenes internacionales. “En la tragedia de la guerra, creo firmemente que hay que mantener el sentido común. Estoy en contra de boicotear a mis compañeros, los cineastas rusos, que se manifiestan contra los crímenes del régimen de Putin”, prosigue. Sus compatriotas ucranianos, sin embargo, suscriben las decisiones de la Academia de Cine Europeo en cuanto a boicotear cualquier expresión oriunda del país invasor. Loznitsa lamenta este punto de vista nacionalista.

“No es el punto de vista civil y político de cada ciudadano del país lo que importa. No es la aspiración de unir a todos los pueblos amantes de la libertad contra la agresión rusa; no es la creación de un esfuerzo internacional de todos los países democráticos del mundo para ganar esta guerra: es la ‘identidad nacional’ lo que más importa. Por desgracia, esto es nazismo. Un regalo de la academia de cine ucraniana a la propaganda del Kremlin”, concluye el cineasta. “Deseo sinceramente que todo el mundo permanezca cuerdo en este trágico momento”.

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