A algunos se les habrá hecho más larga que un Shai-Hulud adulto, mientras que a otros les habrá parecido corta. El caso es que el estreno de Dune: Parte Dos pone fin a la épica adaptación de la novela de Frank Herbert a cargo de un Denis Villeneuve que ha echado el resto llevando al cine este clásico de la ciencia-ficción.
Con Timothée Chalamet como Paul Atreides, Rebecca Ferguson como Lady Jessica y Zendaya en el rol de Chani, esta película reúne a un elenco estelar en el que también encontramos a Josh Brolin, Dave Bautista, Javier Bardem, Stellan Skarsgârd, Austin Butler, Léa Seydoux y Florence Pugh, entre otros.
Pese al talento de sus intérpretes, y a la maestría de Villeneuve como director, el filme esconde vericuetos que solo una Reverenda Madre de las Bene Gesserit comprendería en su totalidad. Así pues, aquí te ofrecemos el final explicado de 'Dune: Parte Dos', avisando que el texto que vas a leer a continuación incluye SPOILERS.
¿Qué ocurre al final de 'Dune: Parte Dos'?
A lo largo de la secuela de Dune, hemos visto como Paul Atreides se enfrentaba a una disyuntiva: o bien integrarse del todo entre el pueblo Fremen, aunque eso supusiera embarcarse en una larga guerra de guerrillas contra las fuerzas del barón Harkonnen (Skarsgârd) y del emperador Shaddam IV (Walken), o bien aprovechar las leyendas de los nativos de Arrakis sobre un mesías salvador para consolidar su poder, al precio de desencadenar una masacre a escala galáctica.
Su madre lady Jessica (Ferguson) es partidaria de la segunda opción, estimulando las supersticiones Fremen y creando un culto en torno a la figura de Paul. Por su parte, y pese a su amor por el joven Atreides, Chani (Zendaya) está convencida de que estas creencias son un mero instrumento de opresión. Tras debatirse entre ambas respuestas, Paul acabará tomando una decisión que marcará su destino, y el del universo.
La destrucción del Sietch Tabr, el poblado Fremen donde ha vivido junto a Chani, empuja a Paul a probar el agua de vida, un potente narcótico que lleva al límite sus poderes para ver tanto el futuro como el pasado. Dicho trance casi le cuesta la vida, y también le descubre una verdad terrible: lady Jessica es la hija del barón Harkonnen, y por lo tanto él también lleva la sangre de sus peores enemigos.
Así pues, el joven Atreides decide renunciar a cualquier escrúpulo y asumir su papel como el líder mesiánico llamado "Muad'Dib". Tras convertir a todos los Fremen en sus vasallos, empezando por el líder tribal Stilgar (Bardem), Paul desafía al emperador amenazándole con emplear el arsenal atómico oculto en Arrakis por su padre el duque Leto (Oscar Isaac) para destruir la especia Melange, la sustancia que hace posibles los viajes espaciales y se encuentra solo en Arrakis.
Cuando el emperador acepta este reto, viajando hasta Arrakis, Paul lanza una brutal ofensiva donde los Fremen revelan todo su poder, aplastando a las fuerzas de élite sardaukar a lomos de los gusanos de arena. Tras la inevitable victoria, él mismo se da el gusto de matar al barón Harkonnen. Feyd-Rautha (Butler), el último superviviente de este linaje, también acaba cayendo a sus manos.
De esta manera, Paul Atreides tiene al emperador y a su hija la princesa Irulan (Pugh) como rehenes. Para colmo, su control sobre la especia impide que los demás poderes fácticos del Imperio (la hermandad Bene Gesserit y la Cofradía Espacial) puedan tomar represalias. A fin de salvar la vida de su padre, la princesa Irulan acepta unirse al falso mesías en un matrimonio de conveniencia que convertirá a este en emperador.
Harta de tanta componenda política, Chani decide abandonar a Paul, llamando a un gusano para marchar sola al desierto. En cuanto al flamante vencedor, se enfrenta a un último escollo: las demás casas nobles del Imperio no están dispuestas a aceptarle como monarca.
La respuesta de Paul a esta negativa es dar la orden de batalla a sus tropas Fremen, convertidas ya en una horda de fanáticos dispuestos a arrasar la galaxia. Algo que dará como resultado ese conflicto que él lleva intentando evitar desde que comenzó la historia. Así se lo explica lady Jessica a Alia, esa hija nonata con poderes telepáticos cuyo rostro en el futuro será el de Anya Taylor-Joy: "La guerra santa ha comenzado".
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