De ser atropellada en 'Ámsterdam' a arrasar con 'The Eras Tour': Taylor Swift en el cine

Con el estreno de 'The Eras Tour', documental sobre la actual gira que conmociona al mundo, Taylor Swift se ha propuesto arrasar en la gran pantalla como ya ha hecho sobre los escenarios.
'Ámsterdam', 'The Eras Tour' y 'Cats'
'Ámsterdam', 'The Eras Tour' y 'Cats'
'Ámsterdam', 'The Eras Tour' y 'Cats'

“Mira lo que me has hecho hacer”. Tanto Jason Blum, líder de Blumhouse, como David Gordon Green, sabían que no tenían ninguna posibilidad contra Taylor Swift. La cantante, a través de su compañía independiente Taylor Swift Productions, había fijado el estreno de The Eras Tour para el 13 de octubre en paralelo a un acuerdo de exhibición con AMC Theatres, principal cadena de cines en EE.UU. Al poco de anunciarse la fecha, las entradas ya habían volado y las butacas estaban llenas. El exorcista: Creyente bien podía pegársela como mantuviera la fecha de estreno para ese día, tal y como era el plan original.

Así que se adelantó. El exorcista: Creyente llegó a cines el 7 de octubre con unas críticas bastante mediocres (aunque con una taquilla solvente que igual garantiza que Blumhouse estrene las otras dos secuelas programadas). Entretanto The Eras Tour ha llegado a varios cines del mundo más allá del territorio estadounidense, firmado por el mismo Sam Wrench que en su día grabara Billie Eilish: Live at the O2. Las previsiones de taquilla son muy halagüeñas, y podrían suponer la consolidación de la figura de Taylor Swift dentro de la gran pantalla, como culmen a una gira que ya está siendo histórica por sí misma.

La idea es que The Eras Tour, concebida como una celebración de la trayectoria de la artista de Pennsylvania (ya extendida a casi veinte años), finalice el 17 de agosto de 2024 en Wembley. Sus conciertos superan las tres horas de duración y son capaces de revitalizar la economía de las ciudades donde tienen lugar. Sumando esto al éxito de taquilla de un film compuesto precisamente por grabaciones de estos conciertos, el fenómeno es palpable. Y refrenda el empeño de Swift de, en algún momento, dirigir su propia película. Ya dijo que esa era su intención el año pasado, contando con el apoyo de Searchlight Pictures.

Los primeros pinitos

Swift hizo esta revelación pocos días después de alabar la figura de Guillermo del Toro, comentando que “ojalá tuviera su imaginación”. Puesto que entonces el cineasta mexicano estrenaba El callejón de las almas perdidas con Searchlight Pictures, no dejaba de ser una buena jugada de relaciones públicas, pero el caso es que el interés de Swift por el audiovisual lleva tiempo siendo palpable. Existe, de hecho, toda una trayectoria paralela a la sucesión de hits que ilustran un deseo profundo de la artista hacia el cine, ya sea interpretando o dirigiendo. Pudimos comprobarlo por vez primera en 2009.

Swift había debutado como directora de un videoclip propio, The Best Day. Más o menos: este se componía íntegramente de grabaciones caseras de Swift cuando era niña, que la artista había montado como parte de la promoción de su segundo álbum de estudio, Fearless. Así que sería exagerado hablar aquí de un debut a la dirección, pero igualmente coincidió con dos apariciones de Swift en otros medios. Para empezar, Hannah Montana: La película, donde hizo un cameo cantando Crazier.

Y luego (esto tiene más miga) un episodio de CSI: Las Vegas. En el decimosexto capítulo de la novena temporada Swift interpretó a Haley, una desdichada joven de 16 años a cuya desdichada vida asistíamos durante una sucesión de desdichados flashbacks. En ellos, gracias al atribulado carácter del personaje y su dificultad para definirse en la adolescencia, veíamos cómo Swift encadenaba diversos peinados y looks, hasta que todo concluía trágicamente con su apuñalamiento. 

Fearless ya había convertido a Taylor Swift en superestrella, de ahí que no tardara en surgir una oportunidad más lucida, esta vez para el cine. Tan solo un año después del díptico CSI/Hannah Montana, la artista formó parte del nutrido reparto de Historias de San Valentín. Esta comedia romántica de Garry Marshall, consagrada a un reparto coral con experiencias diversas en tal señera fecha, contaba con gente como Julia Roberta, Anne Hathaway, Bradley Cooper o Jessica Biel. Aparte de, claro, Taylor Swift, que interpretaba a la pareja de una persona también llamada Taylor: Taylor Lautner, evidentemente.

Más allá del éxito de taquilla de Historias de San Valentín (no apoyado por las críticas), lo interesante del asunto es que a raíz de protagonizar la película los Taylors tuvieron una relación sentimental. Una muy breve, apenas duró unos meses (suficientes para que Lautner apareciera en alguna de las canciones de Swift, que ya sabemos cómo se las gasta), pero no concluyó en términos demasiado agrios. Así lo prueba el hecho de que este mismo 2023, dirigiendo el videoclip de I can see you, Swift recurriera a Lautner para protagonizarlo junto a Joey King

Los Taylors en 'Historias de San Valentín'
Los Taylors en 'Historias de San Valentín'

De 'Lorax' a 'Cats'

El mismo año de Red, clásico automático de la cultura pop, la voz de Taylor Swift se dejó escuchar en rincones algo más inesperados. Por ejemplo, en la adaptación animada de un relato del Dr. Seuss: Lorax, en busca de la trúfula perdida. Swift se beneficiaba de esa tendencia irritante a que celebrities de cualquier departamento doblen a los protagonistas de alguna película animada destinada a arrasar entre el público, encargándose en este caso de la voz de Audrey: la joven radiante de la que se enamoraba el protagonista, Ted.

Fotograma de 'Lorax'
Fotograma de 'Lorax'

El cine ya había llamado a su puerta, pero aún así Swift no pudo resistirse a hacer una aparición televisiva más, con un cameo en New Girl. Ocurrió al final de la segunda temporada de la serie protagonizada por Zooey Deschanel, cuando su aparición providencial echaba a perder la boda de Cece (Hannah Simone) con Shivrang (Satya Bhabha). Siendo la ex de Shivrang, y con el oportuno reencuentro, dejaba vía libre a Cece para proseguir su relación a contrapié con Schmidt (Max Greenfield).

Eran los días de 1989, y coincidiendo con su apoteósico lanzamiento Swift hizo otra aparición cinematográfica muy publicitada en The Giver: El dador de recuerdos. Se trataba del enésimo intento de Hollywood por explotar las franquicias young adult a expensas de Harry Potter y Los juegos del hambre, y como tal la respuesta de crítica y público fue muy tibia… aunque la presencia de Swift tenía su gracia. Más que nada, porque para muchos fue totalmente inesperada, y el personaje resultaba ser central pese a su breve metraje.

Swift era la hija de Jeff Bridges, Rosemary, y su muerte había afectado profundamente a este personaje, como comprobábamos en un emotivo flashback. Aún así, la recepción de The Giver fue tan floja como para que Swift relajara sus apariciones a partir de ese momento. De hecho fue cuando decidió empezar a dirigir y limitar sus guiños cinéfilos a videoclips como Wildest Dreams. Hacia 2019, la Taylor directora nos trajo Me! o You Need to Calm Down, coincidiendo con la explosión mediática de Cats. Aunque no fuera una explosión precisamente buena.

En fin, qué se puede decir a estas alturas de Cats. El musical de Tom Hooper basado en Andrew Lloyd Webber fue el hazmerreír de la industria, y Swift no se libró del pitorreo. Su aparición era breve aunque contaba con un número para ella sola (Macavity: The Mystery Cat, dedicado a presentar al villano de Idris Elba), con un aspecto furro que causó un desconcierto considerable. Por suerte Swift había compuesto una canción expresamente para la película, Beautiful Ghosts, y esta sí tuvo un recibimiento caluroso (si bien en la película no era la artista quien la cantaba, sino la protagonista Francesca Hayward). 

Ya puedes escuchar la canción que canta Taylor Swift en 'Cats'
Qué bien nos lo pasamos con 'Cats', ¿eh?

Todo demasiado bien

Podemos intuir que lo de Cats fue duro. Contaba con el antecedente del éxito de crítica y público de Los miserables de Hooper, y no era descabellado que partiendo de ella Swift pensara en un antes y un después para su carrera cinematográfica. Puede que lo fuera, pero por los motivos equivocados, y la sombra de la mofa también surgió en un film posterior, Ámsterdam. Producía la misma Searchlight Pictures que presuntamente financiará su debut como directora, y siendo el firmante David O. Russell debía haber sido lo que no fue Cats.

Tampoco terminó de cuajar. Aunque no le falten admiradores, Ámsterdam tuvo malas críticas y fue el mayor fracaso económico de la productora en 2022, perdiendo millones y millones de dólares entre valoraciones que la erigían como la constatación definitoria de que el star system de Hollywood había muerto. Al fin y al cabo ahí estaban Christian Bale, Margot Robbie o Anya Taylor-Joy, y el público no se había dado por enterado. Así como estaba Swift, claro, aunque su papel era tan ridículo que no podemos descartar que la cantante se lo tomara como una broma privada hacia los swifties, que acaso ya habrían aprendido a amar Cats.

Taylor Swift en un póster de 'Ámsterdam'
Taylor Swift en un póster de 'Ámsterdam'
Searchlight Pictures

El personaje de Swift era importante… relativamente. Su muerte propulsaba la trama de Ámsterdam, pero lo hacía de forma... atropellada. Nunca mejor dicho. Elizabeth pedía la ayuda de los protagonistas de Bale y John David Washington, y acto seguido era atropellada por un coche de forma hilarante, precipitando que las autoridades pensaran que los protagonistas le habían asesinado. Y Swift no volvía a aparecer. Ha sido, hasta ahora, su último papel en un largometraje de ficción.

Pero entretanto ha ido recabando prestigio. Un documental dedicado a su figura en Netflix, Miss Americana, fue recibido con vítores, y algo parecido ocurrió con Folklore: Las grabaciones en Long Pond Studio, que ella misma dirigió en pandemia. Pero, por supuesto, el mayor triunfo artístico de Swift en el cine fue su videoclip de All Too Well, canción regrabada para Red (Taylor’s Version). El videoclip contaba con el protagonismo de Sadie Sink y Dylan O’Brien, con tan magnífica factura que Swift intentó que compitiera por el Oscar a Mejor cortometraje.

No pasó de la preselección. Y, sin embargo, All Too Well fue la prueba decisiva de que Swift tenía mucho que ofrecer. Luego han venido otros videoclips como Lavender Haze, Anti-Hero y el citado I Can See You: la antesala perfecta para un debut al cine seguramente apoteósico. O bueno, no tan seguramente. Pero pase lo que pase la seguiremos queriendo. 

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