Amazon MGM Studios es una compañía más o menos joven. Surge de la adquisición de la histórica major MGM a manos del gigante de Jeff Bezos, queriendo ser el estudio cinematográfico que pilote las principales producciones de la compañía. Pasen primero por cines o no: a este respecto hubo una sonora polémica con De profesión: duro - Road House, una película de acción con Jake Gyllenhaal que ni el actor ni el director Doug Liman quisieron promocionar por haber dispuesto los productores que se saltaría los cines para ir directa a streaming. Donde, por cierto, ha sido un éxito, pero es que hubo más problemas.
De profesión: duro ha sido un bautismo de fuego para Amazon MGM Studios, ya que ha lidiado con rumores muy feos en torno al uso de la IA para completar su guion, problemas con los derechos de autor y el despido de su productor principal, Joel Silver, en circunstancias poco claras. Al menos puede consolarse con los aplausos del público, pero Red One igual no aspira ni a eso. Se trata de un film que impulsa Amazon con Seven Bucks, más conocida como la productora de Dwayne Johnson. Johnson es, de hecho, su protagonista, liderando junto a Chris Evans y J.K. Simmons el reparto de una comedia navideña de acción.
Red One nos cuenta cómo, en vísperas de Navidad, un villano secuestra a Papá Noel y exige que se despliegue el operativo ELF (siglas de Extremely Large and Formidable, “Extremadamente grande y formidable”) junto a un cazarrecompensas para rescatarlo. Ha surgido del interés personal de Johnson: por eso produce Seven Bucks, escribe Chris Morgan luego de trabajar en Fast & Furious y dirige Jake Kasdan, responsable de los Jumanji que ha protagonizado The Rock. El problema es que la película no ha dejado de retrasar su estreno desde que terminó el rodaje hace ya casi dos años, y su presupuesto es astronómico.
Ahora mismo, según The Wrap, la inversión de Red One asciende a 250 millones de dólares, como si fuera un blockbuster de superhéroes. El presupuesto se debe entre otras cosas al caché de Johnson, y Amazon MGM Studios asegura que su idea era que costara esto desde el principio. En este sentido el retraso de Red One (que debía haberse estrenado en las Navidades de 2023) se ha justificado por la huelga de guionistas y actores, pero la situación apunta a ser más complicada para un proyecto que a los productores novatos de Amazon MGM Studios (con Jennifer Salke a la cabeza) se les habría ido de las manos.
Este rodaje es una ruina
El problema habría radicado por un lado en la escasa experiencia de la gente de Seven Bucks. El sello está liderado por Hiram García, un hombre de confianza de Johnson que originalmente era su asistente personal y ahora lleva su productora: “pasó de hacer los batidos de proteínas de Dwayne a dirigir su compañía”, declara una fuente. A García, que viene de desarrollar la serie Young Rock, le ha venido grande Red Notice.
Pero el asunto más delicado es el trabajo de Johnson en sí: su actitud durante el rodaje habría sido tan desagradable y excéntrica como para echar a perder cualquier calendario. Johnson ha sido crónicamente impuntual: ha habido días donde llegaba al rodaje ocho horas tarde, según parece porque (por mucho entrenamiento que presuma de hacer nada más levantarse) nunca quiere trabajar una jornada completa.
“Se niega rotundamente a trabajar más de cuatro o cinco horas al día”. Johnson se ha perdido jornadas enteras, obligando a improvisar con el rodaje y disparando las pérdidas a 50 millones de dólares: “un puto desastre”, sintetiza una fuente de The Wrap.
Además tiene una costumbre muy molesta, como es orinar en una botella de agua para ahorrar tiempo y que luego un asistente se tenga que deshacer de dicha botella. “En el rodaje, lejos de su caravana, si tiene que hacer pis, no va a los baños públicos. Mea en una botella de agua y su equipo o un asistente personal tiene que deshacerse de ella”. Ninguna de estas revelaciones pilla especialmente de nuevas: la impuntualidad de Johnson ya es vox populi en la industria, y ha llevado a puntos aún más delicados en rodajes previos.
Mala fama
Su publicitada enemistad con Vin Diesel a la hora de trabajar en Fast & Furious (supuestamente ya apaciguada de cara a próximas entregas) se habría debido en parte a esta impuntualidad, y las faltas de respeto a sus compañeros de trabajo fueron a más cuando rodaba Alerta roja en plena pandemia: llegó a infringir los protocolos anti-COVID (“volaba con frecuencia a casa y rompía normas estrictas”) y una vez tuvo una fuerte discusión con su coprotagonista Ryan Reynolds por llegar tarde.
En el caso particular de Red One, el rodaje tuvo que postergarse a su vez por sus compromisos con Young Rock y la amplia promoción de Black Adam: película que a su vez lidió con acusaciones de que Johnson había proporcionado datos falsos a la prensa para engordar la recaudación, y con todo un embrollo de cara a devolver a Henry Cavill al Universo DC que ya generó muchos titulares en su día.
Ahora Red One no se quita de encima la imagen de producción ruinosa, sin que haya ayudado que el metraje mostrado durante la CinemaCon (las primeras imágenes que veía alguien ajeno al rodaje) se haya limitado al evento, sin saltar a redes sociales y sin que la prensa pueda hablar de él.
Con lo que Amazon MGM Studios bien podía temerse un gran fracaso con Red One. Ocurra o no, lo que está claro es que la reputación de Johnson ha quedado severamente dañada mientras se dispone a trabajar ahora en The Smashing Machine, una película que coprotagoniza Emily Blunt (ya habiendo trabajado con él en Jungle Cruise) y dirige Benny Safdie para A24. “Benny no tiene ni idea de dónde se ha metido”, asegura otro insider.
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