El último baile de DC: por qué Dwayne Johnson podría haber perjudicado al mismo tiempo a 'Black Adam' y 'Shazam'

¡Shazam! La furia de los dioses no ha funcionado en taquilla. La secuela de ¡Shazam! se ha quedado por detrás de la apertura del film original y también de la del inmediatamente anterior de DC, Black Adam. Como una se considera un éxito moderado y otra fue una decepción económica al punto de congelar cualquier posibilidad de secuela, es legítimo asumir que La furia de los dioses no tendrá continuación.

Pero el resultado es más doloroso que eso. La furia de los dioses tampoco ha gustado a la crítica. El director David F. Sandberg ironizaba sobre el hecho de que se veía venir el desplome en taquilla (“Tranquilos, cobré por adelantado”, dijo) pero sí le ha preocupado que las reseñas sean tan antipáticas. Hasta el punto de reaccionar en Twitter, y anunciar que ha terminado con el cine de superhéroes.

“No esperaba que gustara tanto como la primera pero me sorprende porque creo que es una buena película. En fin..”, escribió abatido. “Como llevo diciendo un tiempo me apetece volver al cine de terror y probar cosas nuevas. Tras seis años de Shazam he terminado con los superhéroes por ahora”. Antes de ¡Shazam!, Sandberg dirigió Annabelle vuelve a casa para el Warrenverso, y ahora mismo su camino está libre de superhéroes como para que pueda volver a dedicarse a otras cosas.

Nuevas alianzas: explicamos las escenas postcréditos de '¡Shazam! La furia de los dioses'

Pero el fracaso de ¡Shazam! La furia de los dioses es reflejo de otros movimientos interesantes y hay que traer otra vez a colación Black Adam, a la que no le está yendo nada mal en HBO Max. Un reportaje de The Wrap señala que Dwayne Johnson, protagonista y productor, medió tanto en su propia película como en la de Sandberg por sus escenas poscréditos. Concretamente vetó la presencia de Zachary Levi como Shazam al final de su película, por lo que la escena poscréditos que ha terminado teniendo La furia de los dioses es así por su mediación directa.

Suena complicado, así que habrá que recapitular.

Shazam contra Black Adam

Es bien sabido que Dwayne Johnson llevaba muchos años queriendo hacer Black Adam. Por el camino se planeó que fuera en ¡Shazam! donde apareciera por primera vez Teth-Adam: siguiendo el influjo de los cómics, el film de Sandberg cobijaría el enfrentamiento entre Billy Batson y Black Adam en calidad de villano. No obstante, Johnson y sus allegados pensaron que The Rock merecía una película para él solo.

Así que Black Adam se desgajó de ¡Shazam!, y según iba tomando forma también lo hacía la idea de que en un futuro próximo, a modo de crossover, superhéroe y antihéroe se enfrentaran. Pero en algún punto del desarrollo de Black Adam, Johnson se vino arriba. Creyó que Shazam no era un rival lo bastante poderoso, y empezó a soñar con la idea de que fuera el Superman de Henry Cavill quien se enfrentara a su personaje en algún tipo de continuación de Black Adam.

¿Cuál era el problema? Que Cavill estaba comprometido, desde El hombre de acero, con el Snyderverso. Esa maltrecha continuidad que Warner Bros. miraba cada vez con mayor incomodidad, hasta el punto de buscar activamente un reseteo según se fusionó con Discovery y David Zaslav se convirtió en su nuevo CEO. Zaslav quería a una figura estilo el Kevin Feige de Marvel para enderezar el Universo de DC, lo que significaba que a Walter Hamada, presidente de la filial, le quedaba poco tiempo.

Warner Bros.

Hamada, consciente de la incertidumbre del futuro de DC, se negó a que Black Adam incluyera a Henry Cavill en su escena poscréditos, tal y como quería Johnson en detrimento del Shazam de Levy. Que había sido, hasta hace poco, la opción lógica: de hecho llegó a rodarse una escena en la que Hawkman (Aldis Hodge) y Cyclone (Quintessa Swindell) contactaban luego de los créditos con Billy Batson para ofrecerle unirse a la Sociedad de la Justicia de América.

¿La escena os suena, verdad?

El caso es que a Johnson no le convencía esta escena. Entre septiembre y octubre de 2022 empezó a vender la idea de que Cavill iba a volver al Universo de DC, aprovechando cómo el poder de Hamada disminuía a cada día que pasaba. Johnson logró eliminar la escena poscréditos que protagonizaban Levy, Hodge y Swindell, y en su lugar movilizó a Jaume Collet-Serra para rodar la que vimos finalmente en cines: Amanda Waller (Viola Davis) enviando a Superman a enfrentarse con Black Adam.

Pocos días después, casi por inercia, Cavill anunció que Superman volvía al Universo DC y que estaba en marcha una secuela de El hombre de acero. Lo hizo animado por Johnson, y aprovechando el vacío de poder que dejaba Hamada. Pero entonces pasaron dos cosas. Por un lado, James Gunn y Peter Safran se convirtieron en los líderes de DC Studios. Y, por otro, Black Adam se hundió en taquilla.

Mareo poscréditos

Lo segundo fue lo más grave. Si al menos Black Adam hubiera dado beneficios (no llegó a cubrir el presupuesto), Johnson habría tenido a su favor las finanzas para darle legitimidad al futuro del personaje, aunque no fuera posible que se enfrentara con Cavill (Gunn ya planeaba una película sobre la juventud de Superman, Legacy, que excluía al intérprete). Pero Black Adam se quedó sin opciones de tener secuela.

Y Johnson agravó la situación. Con la mediación de su productora Seven Bucks, Johnson vendió la idea en medios y redes sociales de que a Black Adam en realidad le iba bien en taquilla, lo que terminó de enfurecer a Warner. Gunn y Safran pueden seguir reflexionando qué hacer con DC (de momento han anunciado unos cuantos proyectos y el nombre de una primera fase, Dioses y monstruos) ya sin Johnson por medio.

La cuestión es que los planes de The Rock también han afectado a la secuela de ¡Shazam! La opción lógica cuando Johnson se negó a incluir la escena poscréditos de Levi fue pasarla al film que preparaba simultáneamente Sandberg (La furia de los dioses iba a haberse estrenado en diciembre, antes de que la coincidencia con Avatar 2 aconsejara un retraso), pero The Rock volvió a mostrarse intransigente: no quería que ningún personaje de Black Adam apareciera en Shazam 2.

¿Cómo diablos encaja '¡Shazam! La furia de los dioses' en la DC de James Gunn?

Así que Hodge y Swindell debían desaparecer, y la escena rodada de nuevo. ¡Shazam! La furia de los dioses, por enredar más la madeja, es una producción en la que Safran ha tenido plena responsabilidad, y conchabado con Gunn dispuso que la poscréditos final narrara igualmente cómo alguien intenta reclutar a Shazam para la Sociedad de la Justicia de América. ¿No podían ser miembros como tales de la Sociedad? Pues sin problema, recurrimos a… personajes de El Escuadrón Suicida.

Emilia Harcourt y John Economos (Jennifer Holland y Steve Agee) son los representantes de la Sociedad de la Justicia de América que acuden al encuentro de Billy Batson en la escena poscréditos de Shazam 2. Puede tener sentido pues ambos trabajan para Waller y Waller también tiene competencias en la Sociedad de la Justicia como vimos en Black Adam, pero no deja de ser extraño. ¿Qué pintan Harcourt y Economos queriendo que Batson se una a este equipo superheroico concreto?

Warner Bros

Pues no mucho, salvo el encaje de bolillos al que nos tiene acostumbrados DC. La diferencia es que, aquí, es una consecuencia directa de las gestiones de Dwayne Johnson. “En lugar de hacer una película quiere hacer una marca centrada en sí mismo”, ha declarado un trabajador de DC sobre su actitud. “Dwayne intenta venderse a sí mismo como más grande que la película”, dice otro.

Y, por encima de todo, una idea definitoria: “Johnson ha paralizado a la vez dos franquicias, perjudicando a DC en el proceso”. El plan original era que Shazam y Black Adam se enfrentaran en una secuela de ¡Shazam! Ahora no habrá ni lucha, ni secuela, ni Black Adam podrá enfrentarse con un rival que juzgaba más digno que el pobre Billy Batson. 

¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.