La Senda Mágica: una ruta perfecta para ir con niños y carritos de bebé en Madrid

Mujer con un carrito de bebé en la Senda Mágica.
Mujer con un carrito de bebé en la Senda Mágica.
Jesús Pérez Pacheco / Flickr
Mujer con un carrito de bebé en la Senda Mágica.

Un bosque mágico, criaturas fantásticas y una ruta para toda la familia, así es la Senda Mágica. Este sencillo recorrido de tan solo 1,5 kilómetros se abre paso entre la naturaleza del pueblo de Arroyomolinos, situado al suroeste de la Comunidad de Madrid. Por el camino, nos acompañarán desde hadas hasta gnomos y trolls.

Un recorrido lleno de fantasía

La Senda Mágica discurre a lo largo de Arroyo del Bosque, un sendero muy fácil de transitar con los más pequeños e incluso con carritos de bebés. Además, el acceso es libre y totalmente gratuito, y podremos aparcar sin problema en el parking del Pinar, en el parking municipal del pueblo o en el aparcamiento temporal Senda Mágica.

Senda Mágica.
Senda Mágica.
Jesús Pérez Pacheco / Flickr

Al adentrarnos en el camino, veremos como aquí los árboles tienen ojos, y entre ellos se esconden todo tipo de criaturas fantásticas que iremos descubriendo poco a poco. Los más pequeños podrán utilizar el inventario de criaturas que se puede descargar desde la web del ayuntamiento de Arroyomolinos y así divertirse mientras las buscan.

Además de seres mágicos, encontraremos elementos tan curiosos como un hotel de insectos, casas de gnomos, un túnel mágico o un bar de troll. Todas estas figuras están hechas a partir de materiales naturales como ramas caídas, tocones y hojas.

Niños en la Senda Mágica.
Niños en la Senda Mágica.
Jesús Pérez Pacheco / Flickr

Concienciarse sobre el medio ambiente

Toda la Senda mágica de Arroyomolinos dispone de cartelería (adaptada con textos en braille) que, de una manera lúdica, ayuda a los niños a concienciarse sobre el medio ambiente y el cuidado de la naturaleza.

Por ejemplo, los pequeños podrán aprender sobre la fauna y la flora autóctona de Arroyomolinos y el recorrido de la basura que llega a nuestros mares y bosques, así como aprender a reconocer las huellas que de los mamíferos que habitan el lugar. A ello se suma el disfrutar de esta naturaleza de ribera que crece en el cauce del arroyo. Podremos finalizar el día con un picnic en el merendero que hay junto a la senda.

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