Antiguas casas indianas, un bonito faro, barrios de pescadores, restaurantes a pie de mar… El pintoresco pueblo de Luarca se presenta como el destino perfecto para hacer una escapada a Asturias, disfrutar de bellos paisajes costeros y simplemente desconectar. Otro elemento se suma a la lista de lugares de interés, y es que la villa cuenta con uno de los cementerios más bonitos de toda España. Este se sitúa en lo alto de un saliente rocoso que se adentra al mar y nos regala unas impresionantes vistas del Cantábrico.
Un lugar privilegiado frente al mar
Un promontorio rocoso se extiende hacia el mar azotado por las olas. Antaño, este sirvió de como un baluarte defensivo ante los ataques marítimos. Ahora, un imponente faro se alza en la punta, vigilando el océano desde las alturas. Según las investigaciones, esta atalaya pudo haber sido construida en el siglo XIII, aunque fue objeto de diversas remodelaciones durante los siglos posteriores, sobre todo en el siglo XVIII.
A sus espaldas se extiende un pequeño pero interesante cementerio parroquial, uno de los más bonitos de España por su ubicación privilegiada. La estampa que nos ofrece, se aleja totalmente de la idea de un camposanto como un lugar sombrío y tétrico, e incluso se ha convertido en un punto turístico más en el pueblo.
Majestuosos panteones y figuras relevantes
El cementerio de Luarca es uno de los más antiguos de Asturias. Este se construyó en 1813 y se distribuye en dos plantas donde conviven majestuosos panteones con modestas sepulturas, algunos de ellos de estilo modernista y cubista. Todo ello acompañado de unas increíbles vistas del pueblo, sus playas y el mar.
Entre las personas que allí descansan, destaca el premio Nobel de Medicina y oriundo de Luarca, Severo Ochoa, y su mujer, Carmen García. Asimismo, se encuentran los restos mortales de otros personajes relevantes como el escritor y periodista, Evaristo Casariego, y la escritora y poetisa, Nene Losadatanto.
A la atalaya y al cementerio se suma la capilla de Nuestra Señora la Blanca, construida sobre una antigua ermita el siglo XIV. Esta funcionó como faro hasta que se construyó el actual, con una luz que se encendía en el campanario.
Cómo llegar a Luarca
El trayecto entre la ciudad de Oviedo y Luarca es de 58 minutos por la A-8. Desde Gijón es de 53 minutos también por la A-8.
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