La Castilla de paisaje místico, una franja de tierra y un cielo altísimo, también es destino para el viajero. En el caso de Valladolid son casi 150 bienes declarados de Interés Cultural y diez conjuntos históricos artísticos: Medina de Rioseco, Medina del Campo, Alaejos, Rueda, Tordesillas, Simancas, Urueña, Villalba de los Alcores, Montealegre y Valladolid capital.
Y en casi todas partes, un castillo. La provincia es uno de los lugares de Europa con más castillos. La importancia de estas fortalezas fue tal que llegó a tener un tipo de modelo propio llamado Escuela de Valladolid.
Aunque hoy son 23 los castillos que se pueden visitar, en la provincia de Valladolid hubo muchos, muchísimos, más. Al menos se tiene noticia de una treintena de ellos, que hoy ya no existen.
De entre tantos, elegimos algunos. Estos son, o eso nos parece, los 10 castillos más impresionantes de Valladolid para visitar en otoño (y el resto del año).
Castillo de Peñafiel
Ese barco en mitad de los viñedos de la Ribera de Duero. Esta construcción en forma de nave es una de las más importantes fortificaciones defensivas del Medievo. El infante don Juan Manuel construyó el castillo sobre otra fortaleza levantada en 1013. También construirá las murallas de la villa (1307), de las que perduran cuatro cubos y algunos paños. Esta fortaleza es Monumento Histórico Artístico y sede del Museo Provincial del Vino.
Castillo de Torrelobatón
Está situado en un pequeño teso que le hace ser visible desde cualquier punto del valle del Hornija. Fue construido allá por el siglo XIII, se eleva sobre planta cuadrada, con una hermosa torre del homenaje con ocho anillos en vez de almenas en una esquina, dejando las restantes para tres torres cilíndricas más pequeñas.
Castillo de la Mota
En Medina del Campo, a las afueras, se alza el Castillo de la Mota, una construcción en ladrillo del s.XV que fue Archivo de la Corona de Castilla y Prisión del Estado. Tiene su origen en la repoblación del siglo XI: se fortifica, independizándolo, el recinto de la vieja villa de "la Mota".
Castillo de Simancas
En el siglo XV Simancas pasa de la jurisdicción de Valladolid a la de los Enríquez, Almirantes de Castilla: serán los promotores de la construcción del castillo a partir de 1465. Edificado sobre una fortaleza preexistente, a ellos se debe el cuerpo principal, las torres y la barbacana; al este del castillo, de planta pentagonal, se conserva entre dos torreones la única puerta de esta época. Lo que no sabrá esta fortaleza de la historia de España: desde 1540 es sede del Archivo General de Simancas.
Castillo de Montealegre
El castillo se alza sobre un reborde del páramo de los Torozos batido por los cuatro vientos, en el punto más elevado de un cerro dominando estratégicamente el territorio. Se trata de una fortaleza de carácter militar de los s.XIV y XV. El municipio está declarado Conjunto Histórico Artístico.
Castillo de Fuensaldaña
Es el monumento más emblemático de esta población cercana a a capiral. El castillo de los Vivero está realizado en piedra. La torre del homenaje está adosada al muro norte. En esta fortaleza firmaron su compromiso matrimonial los Reyes Católicos el 18 de octubre de 1469. Patrimonio de la Diputación, fue sede de las Cortes de Castilla y León.
Castillo de Tiedra
La primera mención al castillo data de los tiempos de Sancho II de Castilla (siglo XI). El castillo de Tiedra formaba parte de la línea defensiva de los Torozos. Su sencilla estructura consta de una torre del homenaje cuadrada construida en sillería, con varias plantas abovedadas; mide 13 metros de ancho y 28 de altura.
Castillo de Portillo
Prototipo de la Escuela de Valladolid es, sin embargo, fruto de las sucesivas etapas constructivas que se suceden a lo largo de casi 150 años. Fue edificado sobre una fortaleza preexistente probablemente construida en el siglo XIV. A esta primera etapa corresponde la planta del recinto interior con arcos apuntados, bóvedas góticas y una curiosa torre en forma de 'D'.
Castillo de Encinas de Esgueva
Su planta es cuadrada y aunque parece tener cuatro altas torres en las esquinas, en realidad sólo son dos: una de ellas es la del homenaje. El castillo actual tiene recinto interior y barbacana con perfil en talud con un foso que se salvaría con un puente levadizo, todo ello sin apenas motivos decorativos. Se encuentra en buen estado de conservación, completo y restaurado el exterior, aunque desmantelado el interior.
Castillo de Íscar
Se eleva sobre las ruinas de fortalezas anteriores, dominando la llanura surcada por el Cega, el Pirón y el Eresma. Su parte más antigua (del siglo XIII), son los restos de murallas y la estructura de la torre del homenaje, que es el elemento mejor conservado. Tuvo un foso que defendía el acceso desde el páramo. En el siglo XV se refuerza la torre y se añade un cuerpo que daba acceso a la torre a través de un puente levadizo.
Y los que fueron y ya no están
Existieron también en la provincia de Valladolid otros castillos, murallas y torres vigía en Alcazarén, Alaejos, Ataquines, Aguilar de Campos, Bolaños de Campos, Bocigas, Cabezón de Pisuerga, Carpio, Castromonte, Castroponce, Castronuño, Herrín de Campos, Mayorga, Medina de Rioseco, Muriel de Zapardiel, Olivares de Duero, Peñaflor de Hornija, Renedo de Esgueva, Rubí de Bracamonte, San Salvador, Santibáñez de Valcorba, Siete Iglesias de Trabancos, Torre de Esgueva, Tordesillas, Tudela de Duero, Valdenebro de los Valles, Valverde de Campos, Villacid de Campos, Villabrágima, Villalbarba, Villanubla, Villanueva de la Condesa y hasta en Valladolid (el lugar que ocupa el antiguo Monasterio de San Benito fue alcázar real).
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