Diez riads para disfrutar de Marrakech a otro ritmo y con el estilo auténtico

Terraza del riad Abracadabra.
Terraza del riad Abracadabra.
©Riad Abracadabra Rusticae
Terraza del riad Abracadabra.

RIAD ABRACADABRA

El antiguo palacete de Derkaoui, perteneciente a una poderosa familia local, es hoy, gracias a Inés y Bruno, primos y socios en esta aventura, un oasis al margen del bullicio que se respira siempre tras las murallas. Degustar un té a la menta en la terraza es uno de los placeres que brinda este riad, que está en el catálogo de Rusticae y tiene un gran patio con una fuente en el centro. Ventanas con rejillas mozárabes, velas y alfombras bereberes decoran las ocho habitaciones de la casa, restaurada con técnicas y materiales autóctonos como el tadelakt (estuco), el zellij de Fez (mosaico) o el bejmat (barro cocido). www.riadabracadabra.com

La Villa des Orangers.
La Villa des Orangers.
villadesorangers.com

LA VILLA DES ORANGERS

No uno sino tres son los patios con los que cuenta este palacio a solo unos pasos de la plaza de Jemaa el Fna. En torno a ellos se reparten 27 habitaciones con vistas a las fuentes y naranjos que tanto frescor ofrecen, a la medina o a la cordillera del Atlas. En los tres salones del hotel las chimeneas crean una cálida atmósfera, de la que también disfrutaremos en el hammam, envueltos en una mousse de azahar, o cenando en el restaurante a la luz de las velas. Dentro del riad, otro riad funciona como gran suite, con una terraza perfecta para desayunar a cielo abierto y piscina climatizada. www.villadesorangers.com

Riad Elegancia.
Riad Elegancia.
riadelegancia.com

RIAD ELEGANCIA

Y, de pronto, la calma. La medina de Marrakech esconde lugares como este, un precioso hotelito con dos patios, presidido uno de ellos por una fuente del siglo XIX. La luz tenue que aportan los candelabros, el olor a la madera de cedro que nos persigue casi por cada rincón y los detalles artesanos (mosaicos, lámparas, rejas) harán que nos sintamos como los protagonistas de algún cuento oriental. Dispone de once habitaciones, restaurante de cocina tradicional, hammam y un bar en la azotea, pintado con el típico azul Majorelle, ideal para disfrutar de la mejor puesta de sol. www.riadelegancia.com

La famosa Plaza Jemaa el-Fna de Marrakech al atardecer.
La famosa Plaza Jemaa el-Fna de Marrakech al atardecer.
Getty Images

RIAD LOUHOU

Al barrio de la Kasbah se accede a través de la puerta de Bab Agnaou, la más espectacular de las 19 con que cuenta la muralla de Marrakech, una de las más grandes y mejor conservadas de todo Marruecos. Muy cerca de las Tumbas Saadíes y del palacio El Baii nos espera este riad, antigua casa bereber cuidadosamente rehabilitada siguiendo la arquitectura original, con solo cinco habitaciones. Decoradas en tonos blancos y ocres, con alfombras y tapices artesanos, nos harán soñar con el desierto… También desprenden magia el patio y la piscina, ubicada en la azotea. riad-louhou.com

Habitación del riad Palacio de las Especias.
Habitación del riad Palacio de las Especias.
© Riad Palacio de las Especias Rusticae

PALACIO DE LAS ESPECIAS

Si así se llama este palacete del siglo XIX es porque la familia de los propietarios se dedicaba al comercio de especias. El rumor de la fuente del patio que sirve de recepción nos acompañará durante nuestra estancia. Cuenta con otro patio más, en el que, cada mañana, podremos degustar un auténtico desayuno marroquí. Cuscús, tajine, keftas aliñados con cilantro y limón… Su restaurante apuesta por la cocina del desierto. Una jaima bereber, instalada en la terraza, con su propio rincón de arena, nos permitirá viajar hasta él. También presente en el catálogo de Rusticae, las habitaciones, cinco en total, conservan las celosías originales. palaciodelasespecias.com

Vista panorámica de Marrakech y la medina.
Vista panorámica de Marrakech y la medina.
Olena Znak

RIAD L’ORANGERIE

Una puerta con adornos de bronce llamará nuestra atención caminando por el zoco. Merece la pena cruzarla. Árboles, fuentes y flores iluminan sus dos patios, en torno a los que se abren siete habitaciones, entre ellas dos suites, con cuartos de baño que más bien parecen un hammam. Propiedad de dos hermanos franceses, Cyril y Laurent, este riad es pura sofisticación. Desde su terraza se contempla el Atlas, fondo perfecto para un desayuno especial, a base de fruta, mermeladas caseras, msemmen (pan plano) y baghrir (crêpe marroquí). Nadia prepara con mimo las cenas con ingredientes comprados por la mañana en el mercado. www.riadorangeraie.com

L’ATELIER

Situado en el histórico barrio de Kaat Ben Nahid, junto a la Madraza de Ben Youssef, la más importante de Marruecos, este hotel ocupa el lugar de un antiguo fondouk, caravasar que servía en sus tiempos de refugio y descanso a los comerciantes. Tal vez por eso repitan con insistencia que aquí reina la serenidad. Una calma total que se consigue en su elegante patio, en la terraza y en cualquiera de sus cinco habitaciones, decoradas con detalles artesanos y algún que otro mueble vintage. Quienes quieran aprender a preparar platos marroquíes están de suerte: organizan cursos de cocina. www.riadlatelier.com

Habitación del riad Yasmine.
Habitación del riad Yasmine.
riad-yasmine.com

RIAD YASMINE

Las dunas de Merzuga, uno de los paisajes más fascinantes de Marruecos, sirven de inspiración en la decoración de la suite que lleva su nombre en este hotel, con siete habitaciones más preparadas para hacernos viajar. Quizás a Imsouane, Mhamid, Chefchaouen… Muy luminoso, este riad, propiedad de una pareja francesa, es todo un “remanso de paz”. A ello contribuyen su sala de estar, con techo estucado, y la terraza, con vistas al minarete de la Koutoubia. Con la ayuda de artesanos marroquíes han abierto, justo al lado, otro riad, Le Petit Yasmine, con tres suites, que se alquila entero. www.riad-yasmine.com

RIAD TIZWA

Galerías de arte, tiendas de moda, librerías, restaurantes y anticuarios se suceden en la calle de moda en Marrakech, Dar el Bacha, una de las más animadas de la medina, la preferida de los artistas. Alojarse en ella para disfrutar de su ambiente es una buena opción. De ahí que abunden riads como este, construido en tres plantas alrededor de un patio abierto al que se asoman sus seis habitaciones dobles, decoradas con yesería tradicional marroquí y azulejos. Comenzar el día desayunando en la terraza es la mejor de las experiencias. riadtizwa.com

Suite del riad Dyor.
Suite del riad Dyor.
ryaddior.com

RIAD DYOR

Un escondite romántico. Así es este hotel que encuentra acomodo en un edificio de estilo morisco en el barrio de Sidi Ben Slimane, uno de los más populares de la medina. Su interior es laberíntico, casi tanto como la ciudad antigua, ya que en realidad son tres los riads que aloja en su interior, conectados a través de sus respectivos patios y terrazas, con sensacionales vistas de la ciudad, con las montañas de fondo. Cuenta con hammam y seis habitaciones, decoradas al más puro estilo árabe. Entre ellas destaca la Basha Superior Suite, con un techo de madera pintado a mano hace 300 años. www.ryaddyor.com

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