El río Sil serpentea por las provincias de León, Orense y Lugo, creando a su paso bellísimos paisajes fluviales, desde meandros hasta cañones, todo cubierto de una frondosa vegetación. Una de las actividades más populares en la zona es hacer un recorrido a través de sus muchos miradores, sin embargo, también hay paisajes escondidos que no se ven a simple vista, pero que merecen una visita.
Un buen ejemplo es el conocido como Túnel de Montefurado, que atraviesa la pared rocosa de una montaña. Este paisaje se ha convertido en una de las atracciones turísticas más curiosas de la provincia de Lugo, y aunque en un primero momento podamos pensar que es una formación geológica natural, nada más lejos de la realidad, ya que fueron los romanos quienes lo excavaron.
La fiebre del oro de los romanos
La parroquia de Montefurado se encuentra en el municipio de Quiroga, en el sureste de la provincia de Lugo. Esta zona estuvo habitada por los antiguos romanos "desde finales del siglo II hasta inicios del siglo V", tal y como detallan desde el Ayuntamiento de Quiroga. Principalmente, se dedicaron a la minería, concretamente a la extracción de oro, y hasta día de hoy todavía se pueden ver las huellas de esta actividad.
El Túnel de Montefurado es ejemplo de ello, un túnel excavado en la roca, justo donde el Sil se curva en un meandro. En el siglo II, durante la época del emperador Trajano, los romanos perforaron la ladera derecha del cauce del río con el objetivo crear una explotación aurífera. Según detallan desde la Xunta de Galicia, desviaron el cauce y ya en seco, extraían el oro de "las arenas auríferas depositadas en el gran meandro que describe el río en este lugar".
Una verdadera obra de ingeniería
"Se cree que el túnel fue excavado mediante una técnica que consistía en aplicar fuego sobre la roca para calentarla y después enfriarla bruscamente con agua para provocar roturas por el cambio térmico. A continuación, con ayuda de herramientas metálicas se procedía a acabar de romper y retirar las placas de pizarra", explican desde Turismo de Galicia.
Esta modificación del paisaje fue toda una obra de ingeniería en su época, ya que el túnel medía 120 metros por 20 metros de ancho. Sin embargo, la erosión provocada por una gran crecida del río hizo que disminuyera su tamaño, y a día de hoy tan solo se conservan 52 metros.
Cómo llegar al Túnel de Montefurado
El trayecto entre la ciudad de Lugo y la parroquia de Montefurado es de 1 hora y 10 minutos por la CG-2.2 y la N-120. Desde allí, debemos dirigirnos al poblado de Os Covallos, donde podremos ver el túnel si nos acercamos a las aguas del río.
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