Siete curiosidades que te harán desear visitar Innsbruck, la mejor sorpresa de Austria

Romanos, reyes, emperadores, emperatrices y una historia única y universal acompañan al viajero en su paseo por esta bella ciudad imperial
Columna de Santa Ana en el centro de Innsbruck.
Columna de Santa Ana en el centro de Innsbruck.
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Columna de Santa Ana en el centro de Innsbruck.

Innsbruck, el tesoro escondido entre montañas alpinas, no deja de sorprender a quien decida abrir el paquete de la mejor sorpresa de Austria. Estas curiosidades no son casualidad sino fruto de una larga historia.

El paso Brenner entre los Alpes.
El paso Brenner entre los Alpes.
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1.- El paso de los romanos al Tirol y tres caminos de la Cristiandad

Godos, celtas y, por supuesto, los romanos en sus anhelos conquistadores se topaban con los Alpes, que frustraban cualquier expectativa de seguir avanzando. No fue hasta que se hizo el paso Brenner, en el punto más bajo de los Alpes, junto a la frontera con Italia, que no se lograra el avance hacia el norte. El nuevo eje norte-sur supuso un antes y un después, cambiando completamente el rumbo del Tirol y convirtiendo el paso Brenner en un enclave codiciado. Y fue en Innsbruck, puente sobre el río Inn, donde se cruzaron los tres caminos de la Cristiandad. Hacia el Sur, por el famoso paso de Brenner a Roma; hacia el Este, a Jerusalén, y por el Oeste hasta Santiago de Compostela.

Catedral de Santiago Apóstol en Innsbruck.
Catedral de Santiago Apóstol en Innsbruck.
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2.- Estación del Camino de Santiago

Hasta finales del siglo XII el río Inn impedía el avance de las tribus germanas hasta que el conde Otto de Andechs consiguió construir un puente y al otro lado levantó una catedral y un castillo, hoy el estupendo restaurante Ottoburg, afianzando el asentamiento en el año 1180.

La Catedral del Apóstol se convirtió en estación del Camino de Santiago y en ella aún se sellan los pasaportes de los peregrinos

La Catedral del Apóstol se convirtió en estación del Camino de Santiago y en ella aún se sellan los pasaportes de los peregrinos. Fue remodelada a principios del XVIII ya en estilo barroco alemán tras resultar perjudicada en un terremoto. En su interior destacan los frescos que narran la vida del Apóstol, pero sin duda la imagen más emblemática, venerada e importante de los Alpes es la Virgen María de Lukas Cranach, más conocida como “María Hilf”, que fue un regalo de Leopoldo V en 1650. En su ala izquierda se encuentra la imponente tumba en bronce del emperador Maximiliano III. Cuando Maximiliano I se instaló en Innsbruck para hacerla ciudad imperial, la catedral se conectó con palacio. Impresionante también resulta el gigantesco órgano. Pero si hay un sonido que caracterice a la catedral es el de su campana, con nombre propio, Mariahilferglocke o campana de ayuda a María. El carillón de la paz hace repicar sus 57 campanas a las 12:15 horas y es el más grande de Austria.

Casa con el mural de Margarita "boca de bolsa".
Casa con el mural de Margarita "boca de bolsa".
Carla Royo-Villanova

3.- La condesa excolmulgada y un hotel muy antiguo

Terminada la dinastía de los Andechs, los territorios pasarían a los condes del Tirol hasta que el último de ellos hereda el condado a su única hija, Margarita. Con apenas 12 años a Margarita “la contraen en matrimonio” con otro niño, Juan de Luxemburgo, que aún no había cumplido los 10 años. Aquel infanticidio duró bastante tiempo, pero acabó siendo inviable. Margarita pidió la nulidad al Papa, pero antes de obtenerla decidió casarse de nuevo con un príncipe de Baviera para intentar evitar guerras y contiendas en su comarca. Aquello no evitó lo inevitable: el Papa la excomulgó, pero no solo a Margarita sino a todo el Tirol. Este asunto, sumado a que la condesa tampoco físicamente era muy agraciada, llevó a su pueblo a llamarla Margarita Maultasch o “boca de bolsa”.

El Hotel Goldener Adler abrió sus puertas en el año 1390 y continúa alojando a los visitantes más ilustres de Innsbruck

En 1363 y para lograr que el Papa no excomulgara a todo el pueblo tirolés cedió sus dominios a su pariente Rodolfo IV de Austria y el Tirol formaría desde entonces parte del Imperio de los Habsburgo hasta 1919. Junto a la casa Helbling, de origen medieval pero redecorada en barroco después, se encuentra otro edificio de la misma época con un fresco en la fachada de Margarita Maultasch. La tercera de las casas ubica uno de los primeros hoteles de Europa, que comenzaba a funcionar en 1390 y hoy en día continúa alojando a los visitantes más ilustres de Innsbruck. Una gran placa así lo recuerda en la entrada del Hotel Goldener Adler, cuyo restaurante también es de los más prestigiosos de la ciudad.

Turistas en la Iglesia de la Corte (Hofkirche).
Turistas en la Iglesia de la Corte (Hofkirche).
JAVIER GARCIA BLANCO

4.- Ciudad Imperial

En el siglo XV Innsbruck se convierte en capital imperial gracias al emperador Maximiliano I, padre de Felipe El Hermoso. Cuando Maximiliano llegó a Innsbruck encontró una pequeña villa en la que casi todo estaba construido en madera y aquello no debió parecerle apropiado para una ciudad imperial. Por decreto ordenó que comenzaran las construcciones en piedra, de ahí que el casco viejo de la ciudad sea de estilo gótico tardío. También de tiempos de Maximiliano es la Torre de la Ciudad, desde donde, tras subir sus 133 escalones, Innsbruck se entrega orgullosa y cautivadora. Así la veían los vigilantes que desde lo alto avistaban los peligros y encarcelaban a los malhechores. El Palacio Imperial también es de aquella época dorada, así como la Iglesia de la Corte, donde Maximiliano dispuso ser enterrado. Es conocida como la Iglesia de los Hombres Negros por las 28 figuras a tamaño natural y en bronce que escoltan el mausoleo, entre ellas, nuestra reina Juana de Castilla.

Estatuas de Fernando El Católico y Juana de Castilla en el mausoleo de Maximiliano.
Estatuas de Fernando El Católico y Juana de Castilla en el mausoleo de Maximiliano.
Carla Royo-Villanova

5.- Un mausoleo vacío

A pesar del amor que el emperador tenía por Innsbruck, al parecer iba dejando deudas a los artesanos y comerciantes, quienes, aprovechando un viaje de Maximiliano, consiguieron aunar fuerzas para impedirle el acceso a la ciudad hasta que no abonara todos los créditos. Esto no le sentó nada bien y nunca más volvió. Sus restos descansan en la Catedral de San Jorge en Wiener Neustadt, pero sus descendientes terminaron el mausoleo tal y como él había dispuesto, con la salvedad de acabar 28 esculturas en lugar de las 40 que hubiera querido.

La Iglesia de la Corte alberga 28 estatuas a tamaño natural y en bronce que escoltan el mausoleo del emperador, entre ellas las de Fernando El Católico y Juana de Castilla

Sí están enterrados en la Iglesia de la Corte los restos del héroe nacional Andreas Hofer y sus compañeros de lucha contra las tropas de Napoleón en 1809 y los del archiduque Fernando II y su esposa, Philippine, en la impresionante Capilla de Plata. Aquí se encuentra también el órgano renacentista más grande de Austria. Junto a la Iglesia de la Corte, en lo que fuera antiguo monasterio franciscano se encuentra el Volkskunstmuseum o Museo de Arte Popular, con, entre otras muchas cosas, una curiosa muestra de miniaturas del Evangelio y Portales de Belén de todas las épocas.

El famoso Tejado de Oro de Innsbruck.
El famoso Tejado de Oro de Innsbruck.
Andrei Gustavo Paulmichl

6.- Doce kilos de oro para un tejado

Maximiliano I estaba locamente enamorado de su esposa, María de Borgoña, pero esta falleció al caerse de un caballo. Años después, en 1493, comprende que por el bien de todos debe casarse con la riquísima hija del duque de Milán, Blanca María Sforza, y se celebra un matrimonio per procurationem en Milán, ya que Maximiliano, aún en duelo, no acude al enlace. A la nueva emperatriz este detalle no le sentó nada bien y amenazó con marcharse. Es entonces cuando el emperador promete construirle el único tejado de oro de Europa como símbolo de su amor y respeto. En total son 2.657 tejas de bronce bañadas en doce kilos de oro sobre un balcón adosado a un edificio tirolés anterior. Es el símbolo de Innsbruck, aloja un museo con la historia de Maximiliano y es el Registro Civil de la ciudad.

Arco del Triunfo de Innsbruck.
Arco del Triunfo de Innsbruck.
Getty Images

7.- El Arco de Pena y Gloria

En 1765 Innsbruck se vistió de gala y toda la corte europea acudió a la boda real del hijo de la gran emperatriz María Teresa, la suegra de Europa. Su tercer hijo (tuvo 16), Leopoldo, se casaba con María Luisa de Borbón, hija de nuestro rey Carlos III. Como regalo de boda la emperatriz regaló a la ciudad un monumental Arco del Triunfo; sin embargo, durante las tres semanas que duraron las celebraciones su esposo, Francisco Esteban de Lorena, fallecía de forma repentina. En su lado sur se conmemora el enlace real mientras que la cara norte es un recuerdo a su difunto esposo. Ella se cortó su larga melena rubia y vistió de luto hasta su muerte en 1780.

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