No es un trabalenguas sino que son dos de las grandes joyas que esconde el sur de Aragón y que forman la escapada perfecta cuando buscas desconexión sin renunciar a una buena dosis de cultura e historia. Lo primero que llama la atención, antes incluso de llegar, son sus nombres. Sobre ellos hay muchas explicaciones y leyendas, pero, ya que Teruel es zona de amantes, es precisamente una historia de amor la que más convence al encontrar una razón a este intercambio de nombres.
La simetría de nombres entre ambos pueblos de Aragón tiene que ver con una antigua historia de amor
Nos situamos a finales del siglo XII, cuando la Reconquista cristiana avanzaba poco a poco por Aragón. Por aquel entonces, Rubielos estaba gobernada por Don Alonso de Rubielos, mientras que la vecina Mora seguía en poder de los musulmanes. Allí vivía la hermosa reina Fátima y, obviamente, como en toda buena leyenda de la época, la reina mora y el caballero cristiano se enamoraron perdidamente. Obviamente también su relación no era bien vista y para lograr la aceptación de ambos lados y dejar claro que nadie iba a salir perdiendo con esa unión se decidió que Rubielos siempre sería de Mora y Mora de Rubielos. Quedando unidos estos dos pueblos para el resto de la eternidad.
Por dónde empezar
Para no levantar rivalidades, vamos a comenzar esta ruta en Mora de Rubielos por el simple hecho de que está más cerca de la capital, Teruel. Ya desde lejos podemos apreciar uno de los monumentos más interesantes de esta localidad, el castillo de los Fernández de Heredia, que data de la época en la que nuestra pareja protagonista se conoció. En aquel entonces era una fortaleza militar, pero luego fue cambiando de dueños y de función hasta que terminó siendo un castillo de grandes dimensiones. Hoy queda poco en pie, pero lo suficiente para poder hacerse una idea de lo importante que llegó a ser. Se puede visitar, ya que está perfectamente acondicionado.
Ya en el pueblo, dentro de los restos de aquella muralla hay otros puntos de interés, como la antigua Colegiata de Santa María la Mayor. De estilo gótico levantino, destaca por sus dimensiones.
Siguiente parada
Después de perdernos por las calles de Mora de Rubielos le toca el turno a Rubielos de Mora, que forma parte de la asociación de Pueblos más bonitos de España. Parada imprescindible es su Ayuntamiento, en cuyo interior encontramos lo que fue la antigua lonja. Por eso no solo hay que admirar el edifico por fuera sino también entrar y recorrer las partes habilitadas para las visitas.
Otro punto importantísimo es el convento de las Carmelitas, donde maravillarse por su claustro, uno de los más elegantes gracias a su veintidós arcos de estilo toscano. Y, al igual que en su vecino, de aquí no hay que irse con prisas ya que primero hay que perderse entre sus calles y disfrutar de todos los detalles que te hacen viajar en el tiempo gracias a su estupendo estado de conservación.
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