Uno de los pueblos más bonitos de Inglaterra con un castillo medieval a orillas del mar

Situada muy cerca de la frontera con Escocia, esta pequeña localidad inglesa cuenta con unas de las fortalezas más impresionantes de toda Europa, además de una de las playas más increíbles de toda Gran Bretaña.
Castillo de Bamburgh
Castillo de Bamburgh
Wikimedia Commons
Castillo de Bamburgh

En Gran Bretaña hay multitud de lugares que son auténticas maravillas históricas y naturales que hacen las delicias de cualquier turista. Castillos medievales tan impresionantes como los de España, Italia o Francia, inmensos entornos repletos de vida y costas escarpadas o con playas enormes son solo algunos de los lugares más bonitos de la isla más grande de Europa. Además, también hay muchos pueblos pequeños que son tan dignos de visita como las grandes capitales.

Uno de ellos es el de Bamburgh, situada al norte de Inglaterra y que está muy cerca de la frontera con Escocia. Esta localidad de poco más de 400 habitantes es una de las visitas obligadas si se viaja a esa zona del país, ya no solo debido a que el municipio sea uno de los más impresionantes de toda Gran Bretaña, sino porque en él se encuentra uno de los castillos más espectaculares de toda Europa.

Un castillo con más de 1.400 años de historia

Castillo de Bamburgh
Castillo de Bamburgh
Wikimedia Commons / Simon Cobb

La fortaleza, situada en un saliente de basalto a orillas del Mar del Norte, fue erigida en el siglo VI por los britanos que ocupaban la zona por aquel entonces, aunque la primera mención que se hace del castillo data del 547, cuando el fortín fue tomado por los anglosajones. Se convirtió en el centro del reino de Northumbia (actualmente condado), pero tras muchas décadas sometido a ataques vikingos, en el 993 fue destruido por los pueblos escandinavos, que aniquilaron a la población de Bamburgh.

No tardaría mucho en volver a erigirse: apenas un siglo después, los normandos, capitaneados por el futuro Guillermo I de Inglaterra, se asentaron en esta zona gracias a su proximidad con la frontera escocesa, y construyeron la torre del homenaje que domina el actual castillo. Durante los cuatro siglos siguientes sirvió como residencia real y como cárcel para los enemigos de la Corona, hasta que llegó otra contienda.

La Guerra de las Rosas (1455-1487) entre las casas York y Lancaster fue devastadora para una Inglaterra que acaba de salir de la Guerra Civil. Durante el conflicto, el castillo de Bamburgh fue la residencia del rey Enrique VI, pero las cruentas batallas hicieron de esta fortaleza la primera en ser derruida mediante armas de fuego, como los cañones. En el siglo XVIII el fortín comenzó a ser reconstruido, aunque no fue hasta principios del siglo XX, gracias a la fortuna de la actual familia dueña del bastión, los Armstrong, cuando finalmente finalizaron las tareas.

El impresionante interior del castillo de Bambrugh 

Pasillo del rey del castillo de Bamburgh
Pasillo del rey del castillo de Bamburgh
Visit Northumberland

Si el entorno y la arquitectura normanda del castillo ya es impresionante, el interior tampoco defrauda. Dentro de sus muros de piedra hay habitaciones tan impresionantes como salas de exposiciones, la librería o el impresionante pasillo victoriano del rey, además de dos museos: el Armstrong y el de la aviación, donde se exponen reliquias e inventos pertenecientes al miembro de la familia que compró el castillo y ordenó su reconstrucción.

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