En el norte de Italia se concentra algunas de las ciudades más bellas del país, y una buena manera de conocerlas es a través de una ruta a nuestro aire que nos permita pasar unos cuantos días en cada una de ellas. De esta manera, recorremos la parte más septentrional del país de la bota desde Milán hasta Florencia, pasando por Venecia.
Milán
En esta urbe de ambiente elegante es obligatorio visitar su imponente catedral o Duomo, un edificio construido lo largo de cinco siglos con una mezcla entre el estilo gótico y el lombardo. Otros imprescindibles son el Castello Sforzesco, una fortaleza levantada en el 1368 y con interesantes museos en su interior, y el convento de Santa Maria delle Grazie, donde se expone el famoso cuadro de ‘La última cena’.
Tampoco podemos olvidar la galería Vittorio Emanuele II, un precioso pasaje comercial cubierto por bóvedas de vidrio y hierro. Por otro lado, si se busca un ambiente más bohemio, se debe visitar el barrio de Navigli y su red de canales.
Podemos conocer perfectamente Milán en dos días, y desde allí llegar a Venecia en tan solo 3 horas en coche. Por el camino tenemos la posibilidad de parar en ciudades como Bérgamo, Brescia, Verona o Vicenza y pasar allí un día.
Venecia
Recorrer las calles y canales de Venecia es un viaje soñado para muchos. Y es que uno de los principales atractivos de la ciudad es navegar a bordo de una góndola por el Gran Canal. Durante el trayecto podremos disfrutar de preciosas vistas como la que nos ofrece el Puente Rialto.
La plaza de San Marcos es otro de los lugares imprescindibles en nuestra visita a la urbe. Allí encontramos la basílica de San Marcos, el templo religioso más importante de Venecia, y el Palacio Ducal, con sus bellas salas decoradas al detalle.
En Venecia podemos pasar tres días para recorrerla con calma. Desde allí, llegamos a Florencia en 3 horas, pero podemos detenernos en ciudades como Padua, Ferrara o Bolonia y visitarlas durante un día.
Florencia
La última parada es la increíble ciudad de Florencia, a la que le dedicaremos tres días. Su máximo icono es la catedral de Santa María del Fiore, en la piazza del Duomo. Tenemos la posibilidad de subir a lo alto de su cúpula y admirar las mejores vistas de la urbe italiana.
Otros de los puntos que no podemos perdernos son la Galería de los Uffizi y su rica colección de arte, y la piazza della Signiora, donde se concentra el ambiente más animado de Florencia. Junto a ella, podemos adentrarnos en el Palazzo Vecchio y cruzar el famoso puente Vecchio.
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