En la romántica y bucólica campiña de la Toscana se alza un pueblo sacado de novelas de caballerías. Monteriggioni es una villa abrazada por una muralla en forma de elipsis a 20 kilómetros de la ciudad medieval de Siena. En esta villa tocada por la pluma de Dante Alguieri, quien la menciona en su canto XXXI del Infierno, apenas residen unas 40 personas.
Viaje al medievo en Monteriggioni
Las murallas de Monteriggioni datan del siglo XIII, y cuentan con 14 torres y dos puertas de acceso. A pesar de ser testigo y víctima de ataques, la villa sorprende por su excelente estado de conservación, aunque en 1930 se realizó una importante restauración de la muralla que trajo consigo la reconstrucción de algunas torres. Varias pasarelas aéreas permiten patrullar las murallas desde arriba y observar las serenas campiñas.
Tras atravesar la Porta Franca o Romea, la villa se recorre rápidamente pasando por su núcleo central, la Plaza Roma. Después de caminar por las tranquilas calles, se sale por la puesta opuesta, Porta di Ponente, que mira a la ciudad Florencia, que se encuentra a 62 kilómetros. Una vez dentro, es casi obligado probar el panigacci, un tipo de pan cocido en platos de terracota con pesto o con rodajas de carne y queso.
Desde 1992, Monteriggioni vuelve a la Edad Media con recreaciones históricas de su pasado. Se celebra durante dos fines de semana de julio una auténtica fiesta medieval con música de la época, danzas, justas, torneos medievales y exhibiciones de antiguos oficios y técnicas artesanales.
Alrededores de Monteriggioni
Esta villa es muy pequeña, pero merece la pena hacer una parada si nos encontramos haciendo una ruta por la Toscana o cerca de Siena y Florencia. A 3 km de Monteriggioni está la Abaddia a Isola, un complejo monumental con un monasterio benedictino y alojamientos para peregrinos. Por otro lado, a 26 km está San Gimignano, una parada de la vía Francígena, un itinerario de peregrinación medieval que atraviesa la región francesa de Champagne, los acantilados de Dover de Reino Unido, los Alpes y la Toscana.
Cómo visitar la Toscana
La mejor época para visitar la Toscana es de abril a junio por el tiempo y de septiembre a noviembre porque empieza la vendimia y la afluencia de gente baja. La temporada alta es en julio y agosto, cuando hace calor y la costa está llena.
Para llegar en avión a la Toscana se puede optar por ir directamente a Florencia o Pisa, que cuenta con aeropuerto propio, o coger un tren desde Milán y Roma. Florencia y Siena están conectadas por buses interurbanos y varias ciudades de la región por trenes regionales. La mejor opción para recorrer la Toscana, sobre todo la zona de campiña, es en coche, por ello hay muchas agencias de alquiler de automóviles y bicicletas.
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