Esta capital europea cuya banda sonora la componen las gaitas y su escenario lo decoran verdes colinas y castillos también alberga rincones oscuros y macabros. Según una encuesta de Booking, Edimburgo se encuentra entre los destinos más solicitados para viajar en el 2024, ya que una de las razones de los viajeros para elegir un destino es que tenga un clima fresco.
Bajo la Royal Mile de Edimburgo, la calle más famosa de la capital, se oculta una pequeña ciudad subterránea con un pasado lúgubre marcado por la peste. Mary King's Close es un pequeño complejo de callejones bajo tierra que fueron habitados por personas en condiciones penosas e insalubres durante siglos.
Por qué destaca la visita a Mary King's Cross
Callejones empedrados con los edificios inclinados que encierran la calle, en la que se respira un aire frío y húmedo, conforman el panorama de ultratumba de Mary King's Close. No se trata de un simple recorrido a pie y contemplativo, sino que las visitan van más allá y se escenifican historias de personas reales que vivieron y murieron en esa especie de ratonera.
Por qué se llama Mary King's Close
Mary King's Close es como se conoce la zona subterránea y al callejón principal, y el origen del nombre procede de una escocesa que existió de verdad, Mary King. En la historia del país es común que el nombre de las calles fueran acuñados por las empresas, las actividades que se desempeñaban y las personas destacadas de ese determinado lugar.
Antes de ser azotada por la peste en el año 1645, Mary King's Close era una calle comercial en la que vivían los mercaderes de la ciudad. En ella se asentó el personaje tras la muerte de su marido, que le había dejado un título que le permitiría tener asiento en el Consejo de Edimburgo y por ende, derecho a voto. Algo totalmente adelantado a su tiempo, pues los derechos igualitarios entre hombre y mujer no llegaron hasta 1928 en Escocia. Un año antes de la llegada de La Plaga, en 1644, murió Mary King y la calle se acuñó con su nombre.
Visita imprescindible
Esta parada que dura dos horas es imprescindible para conocer el otro lado de la historia de la ciudad. Es un regalo para los que hagan tanatoturismo, aquellos que buscan las atracciones y sitios relacionados con tragedias y muertes.
A través de su página web se puede reservar los pases que tienen un coste de 22 € por persona y está abierto todo el año. Se encuentra en el Old Town de Edimburgo, a escasos metros de la catedral de Saint Giles. A esta fascinante urbe europea se puede llegar en avión directamente desde Madrid con conexiones todos los días (apenas la separan 3 horas en avión).
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