La increíble cueva de Jaén con una cascada y un mirador en su interior

Cascada de la Cueva del Agua.
Cascada de la Cueva del Agua.
JackF / iStock
Cascada de la Cueva del Agua.

Junto a la pequeña aldea de Tíscar, en la provincia de Jaén, se abre una impresionante cueva repleta de tesoros naturales. Se trata de la Cueva del Agua, una de las primeras grutas naturales conocidas en España, a la que llegaremos cruzando un túnel. Además, en su interior encontraremos una preciosa cascada y un mirador para admirarla en todo su esplendor.

Una joya escondida

La Cueva del Agua se presenta como una espectacular gruta natural de roca caliza entre la roca del Monte del Caballo, por donde discurre el río Tíscar. Este cauce y la acción del agua fue creando una garganta estrecha y profunda con espectaculares formaciones rocosas como estalactitas y estalagmitas, túneles, saltos de agua, cascadas, pilones y fuentes que confluyen en el Pilón Azul, ubicado en las proximidades de la aldea de Belerda.

Mirador de la Cueva del Agua.
Mirador de la Cueva del Agua.
Edmundo Sáez / Wikimedia Commons

Entre esos tesoros naturales está la Cueva del Agua, pero para llegar hasta ella primero tendremos que cruzar un túnel de 10 metros de largo y 1,5 metros de altura, con lo que habrá que ir agachado. Tras él nos espera una cavidad totalmente especular, con una bonita cascada que cae de las paredes. Además, cuenta con un mirador desde donde contemplarlo todo a la perfección.

Desde hace dos décadas, el Ayuntamiento de Quesada, término municipal al que pertenece Tíscar, organiza conciertos de música andina, árabe-andalusí, sefardí y celta en en el interior de la cavidad. Allí se combina la belleza del lugar con su buena acústica.

Cascada de la Cueva del Agua.
Cascada de la Cueva del Agua.
Edmundo Sáez / Wikimedia Commons

Una cavidad ligada a la Virgen

La cavidad también es conocida como Cueva de la Virgen de Tíscar, ya que, según la tradición, allí se apareció la Virgen en 1319. Las historias cuentan que los musulmanes que poseían el Castillo de Tíscar arrojaron una imagen de la Virgen desde las almenas de la fortaleza hasta la Cueva del Agua, que estaba a sus pies. Sin embargo, por mucho que la lazaban, la Virgen volvía hacia arriba, así que la hicieron pedazos con una espada.

Cuando los cristianos llegaron al castillo recogieron los pedacitos y los llevaron a reparar a Toledo. Pero de forma milagrosa, la Virgen volvió a Tísca, donde se levantó una capilla para rendirle culto. Incluso, dentro de la cueva, también podemos ver una imagen de la Virgen.

Cómo llegar a la Cueva del Agua

El trayecto entre la ciudad de Jaén y Tíscar es de 1 hora y media por la A-136. La cueva se encuentra junto al pueblo y cuenta con varias zonas de aparcamiento cercanas donde dejar el coche.

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