Uno de los elementos que mejor representa la historia y el patrimonio de España y sus pueblos son sus antiguas murallas, muchas de ellas todavía muy bien conservadas. Por ello, para quien busque una escapada que combine turismo rural con cultural, nada mejor que una visita a alguno de los bellos pueblos amurallados que salpican el país.
Ujué (Navarra)
La posición estratégica de Ujué, en la cima de una colina a 815 metros de altitud, permite disfrutar de unas vistas increíbles de sus alrededores. Incluso en los días claros se puede ver la codillera Pirenaica por el norte hasta la ribera del Ebro y la silueta del Moncayo por el sur. El edificio más representativo de Ujué es su iglesia-fortaleza de Santa María.
Aínsa (Huesca)
El pueblo de Aínsa fue construido estratégicamente en la confluencia de los ríos Cinca y Ara, sobre un alto desde dónde domina todo el entorno. Además de pasear por sus tranquilas calles y disfrutar de su patrimonio, los visitantes podrán adentrarse en su bello entorno marcado por los parques de Ordesa y Monte Perdido, Cañones y la Sierra de Guara y Posets-Maladeta.
Alquézar (Huesca)
Alquézar se alza sobre una de las sierras paralelas al Pirineo, inmerso en un paisaje moldeado por el río Vero lleno de cuevas y acantilados perfectos para hacer barranquismo. En su bonito entramado urbano, destaca su Colegiata, declarada Monumento Nacional.
Sos del Rey Católico (Zaragoza)
Sos del Rey Católico se asienta sobre la peña Feliciana. Entre sus puntos destacados sobresale su castillo del siglo X y el Barrio Alto, que albergó la judería medieval. Como curiosidad, este es el lugar de nacimiento de Fernando el Católico.
Albarracín (Teruel)
El precioso pueblo de Albarracín se encuentra a 1.182 metros de altitud con un espectacular casco histórico que trasporta a los visitantes a la Edad Media. Es tal su valor que actualmente está propuesto por la UNESCO para ser declarado Patrimonio de la Humanidad.
Cantavieja (Teruel)
Visitar el pueblo de Cantavieja es hacer un verdadero viaje en el tiempo gracias a su precioso entramado marcado por su Plaza Porticada, la iglesia de la Asunción, la torre y la Casa del Bayle, entre otros puntos. Sin olvidar otros lugares tan impresionantes como el Mirador de la Tarayuela.
Briones (La Rioja)
La localidad de Briones se sitúa sobre un cerro con la ladera norte cortada sobre el río Ebro en una pendiente casi vertical. En toda la parte alta se puede observar el antiguo trazado de las murallas y del castillo, de los cuales quedan algunos restos.
Puebla de Sanabria (Zamora)
En el precioso núcleo urbano de Puebla de Sanabria, protegido por un recinto amurallado, destacan monumentos y edificios como su castillo del siglo XV, en un estado perfecto de conservación, así como la iglesia Parroquial Nuestra Señora del Azogue y la Ermita de San Cayetano.
Covarrubias (Burgos)
Uno de los pueblos más bonitos de Burgos es Covarrubias, objeto de influencias celtíberas, romanas, visigodas, medievales y barrocas. Su casco histórico alberga siete monumentos declarados Bien de Interés Cultural, como el Torreón de Doña Urraca del siglo X, la excolegiata de San Cosme y San Damián y la muralla.
Ciudad Rodrigo (Salamanca)
La situación estratégica de Ciudad Rodrigo, a muy pocos kilómetros de la frontera portuguesa, configuró su entramado, donde destaca su castillo y sus largas murallas que empezaron a levantarse en el siglo XII.
Miranda del Castañar (Salamanca)
Miranda del Castañar se ubica en la confluencia de dos ríos, Alagón y Francia, y se alza sobre una colina en pleno corazón de la Sierra de Francia. Entre su patrimonio arquitectónico sobresale su plaza fortificada, su muralla y su castillo de los siglos XIV y XV.
Maderuelo (Segovia)
El pueblo de Maderuelo está enclavado en un magnífico entorno natural, situado sobre una gran colina rodeada por el embalse de Linares. En el siglo XI construyeron la muralla y el castillo, de los que quedan algunos restos. También destacan las iglesias románicas de San Miguel y de Santa María y sus casas nobles.
Guadalupe (Cáceres)
Las calles de la villa de Guadalupe son el reflejo de la arquitectura serrana típica de la zona con sus balcones y soportales. Al pasear por sus calles nos toparemos con bellos rincones como el monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe y la iglesia barroca de la Santa Trinidad, sin olvidar los cinco arcos medievales que se reparten por sus dos murallas.
Olivenza (Badajoz)
En el margen oriental del río Guadiana, nos topamos con el bonito pueblo de Olivenza, en una zona fronteriza histórica entre Portugal y España. La localidad regala a sus visitantes un importante patrimonio monumental, con elementos como las iglesias de Santa María Magdalena y Santa María del Castillo, la Capilla de la Casa de Misericordia y sus recintos amurallados.
Alcalá del Júcar (Albacete)
Alcalá del Júcar destaca por sus casas de arquitectura popular, enclavadas en la propia pared de la montaña. El resultado es un conjunto de calles estrechas y empinadas que trepan hasta los restos de un castillo que domina la hoz del río Júcar.
Morella (Castellón)
Morella nos cautiva por su increíble emplazamiento sobre una colina rodeada por una muralla de casi dos kilómetros de largo. A ella se suman dieciséis torres y seis portales, de su impresionante castillo a más de mil metros de altitud.
Peñíscola (Castellón)
Peñíscola se adentra en el mar en un pequeño saliente que acoge la zona antigua, dominada por su impresionante castillo. La fortaleza es un claro ejemplo de construcción templaria y crea una estampa de ensueño junto a la playa de la localidad.
Vejer de la Frontera (Cádiz)
Vejer de la Frontera presenta la típica estructura de los pueblos blancos de Cádiz. No podemos perdernos las visitas a su recinto amurallado y las edificaciones como la Iglesia Parroquial del Divino Salvador, el castillo y el Museo de Costumbres y Tradiciones.
Castellar de la Frontera (Cádiz)
El horizonte de Castellar de la Frontera está dominado por la figura de su imponente castillo, originalmente una fortaleza nazarí del siglo XIII. También merece la pena visitar la Iglesia del Divino Pastor, de estilo barroco, o el Convento de San Miguel de la Almoraima.
Segura de la Sierra (Jaén)
A unos 1.140 metros de altitud, se alza el encantador pueblo de Segura de la Sierra. Además, de su patrimonio histórico merece la pena adentrarse en su entorno serrano, con su valiosa riqueza natural y forestal y sus muchos cultivos de olivo.
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