En la provincia de Huesca se encuentran algunos de los pueblos más bonitos y famosos de España, como Alquézar o Aínsa. Y si todavía no conoces Graus, cuando lo descubras estamos seguros que lo incluirás en un lugar preferente de esta lista. Situado en la confluencia de los ríos Ésera e Isábena y con un entorno rico en yacimientos arqueológicos, este animado pueblo aragonés tiene un casco antiguo declarado Conjunto Histórico-Artístico y numerosos rincones con encanto.
Una de las plazas más bellas de Aragón
Nada más pisar la Plaza Mayor caerás totalmente rendido a su encanto, entre otros motivos porque, a pesar del paso del tiempo, no ha perdido su esencia medieval. Con forma de pentágono irregular y soportales, otra de las cosas que llama la atención es el conjunto de casas nobles, de coloridas fachadas y algunas decoradas con pinturas, como la Casa del Barón, la Casa Capucho y la Casa Heredia. Y es en este lugar donde se encuentra también el Ayuntamiento, construido en estilo renacentista aragonés.
Qué ver en el casco antiguo
El interior de la localidad, de calles estrechas y muchas de ellas peatonales, merece la pena recorrerlo con calma. En el casco antiguo, también conocido como Barrichós, es donde se concentran los principales lugares históricos que hay que visitar. Te irás encontrando con partes de la antigua muralla medieval, casas solariegas y también palacios, como el de Don Rodrigo Mur. Otros lugares de interés son la iglesia de San Miguel, que conserva restos románicos, aunque fue sufriendo modificaciones a lo largo del tiempo, especialmente durante el siglo XVIII. En las afueras está el puente de Abajo, de origen medieval.
Basílica de Nuestra Señora de la Peña
Levantado a mediados del siglo XVI sobre un edificio románico anterior, es una de las visitas imprescindibles, sobre todo por su ubicación en todo lo alto del pueblo. Consta de iglesia, patio y hospital de peregrinos con un bello claustro-mirador, desde donde se disfruta de una panorámica realmente impresionante.
Visitas de interés cerca de Graus
Tan sorprendentes como numerosos son los vestigios arqueológicos que rodean este pueblo de la comarca de Ribagorza: asentamientos paleolíticos y neolíticos en las Forcas; restos de la cultura de la edad de bronce en las cuevas del Moro de Olvena y la espectacular ciudad romana de Labitolosa, en La Puebla de Castro, localidad que se encuentra a tan solo 9 kilómetros de Graus.
Fiesta gastro con la longaniza como protagonista
No te puedes ir sin probar su sabrosa longaniza ¡que tiene el récord de ser el embutido más largo del mundo! Para comprobarlo puedes visitar Graus el último sábado de julio, que es cuando se celebra el Día de la Longaniza (Fiesta de Interés Turístico). El momento más espectacular del evento es el volteo de la parrilla de 25 metros cuadrados con una grúa que la eleva sobre las brasas.
Los chorizos, el lomo embuchado y las morcillas también tienen bastante fama. Y si te apetece, también puedes probar un original plato de la zona que requiere una minuciosa elaboración: las chiretas, tripas de cordero limpias, que se rellenan de arroz y carne y luego se hierven. También pueden ser rebozadas en huevo y harina, y luego fritas.
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