Situado entre montañas y muy cerca de la frontera con Navarra, esta villa de origen medieval es uno de los lugares más impactantes de Huesca. Y es gracias a su encanto y belleza que también puede presumir de formar parte de la asociación ‘Los pueblos más bonitos de España’.
Y aunque no es ningún secreto que Huesca cuenta con numerosos pueblos enclavados en entornos naturales inigualables, podemos asegurar que Ansó se encuentra a la cabeza de todos ellos. Con poco más de 400 habitantes, en este pequeño núcleo pirenaico reina la calma y la tranquilidad. Pero además de sus impresionantes paisajes, Ansó también destaca por su arquitectura tradicional y por haber mantenido intacto su centro histórico.
Arquitectura popular pirenaica
Lo mejor es empezar recorriendo su casco antiguo, de calles estrechas y empedradas. Una de las cosas que más llamará tu atención es lo sorprendentemente bien conservado que se mantiene, lo que le ha valido ser declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón.
Otra de las curiosidades de Ansó es su particular arquitectura, que se caracteriza por los estrechos pasillos (de apenas medio metro) que hay entre las casas y que aquí son conocidos como arteas o callizos. También hay que destacar el hermoso paisaje de casas de piedra con tejados rojizos de doble vertiente, que tienen su origen en el siglo XIII, y que te provocará la sensación de estar viajando en el tiempo.
La Casa Torre Medieval
Son muchos los rincones con encanto que irás encontrando durante tu paseo por Ansó. El primero que verás nada más subir desde la plaza es el Rincón de Blanquis. Un lugar que conserva la magia del pasado y que está formado por la casa Blanquis, casa Tomasé, casa Chudas y casa Animetas, nombres que designan a los miembros de una misma familia, como suele hacerse en esta zona del Pirineo.
La Casa Torre Medieval, es otro de los edificios que seguro no pasarás por alto. Del siglo XIV, en ella estuvo presa Blanca II de Navarra. También destaca la iglesia de San Pedro Ansó, del siglo XVI, que cuenta con algunos elementos defensivos, propios de la época en la que fue construida.
Gastronomía tradicional
Pero en Ansó también hay que pararse a descubrir su rica gastronomía que se funde con la arquitectura y la magia del lugar. Y para ello te recomendamos las viejas bordas de ganado, típicas casas de campo aragonesas ubicadas en impresionantes parajes, que han sido rehabilitadas y convertidas en restaurantes. Entre los platos típicos que puedes probar están la sopa de patata, las migas estilo pirenaico o las carnes a la brasa.
Apúntate a la newsletter y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por el mundo.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios