Hace ya 20 años, la española Lidia Paloma cambió su vida para siempre y emprendió un viaje que aún no ha acabado. Durante su aventura, cuando exploraba Brasil, conoció a su pareja, Loris Formica, y ahora, ya con dos hijos, forman una familia nómada que recorre el mundo de una punta a otra incansablemente.
Muchos les dijeron que no podrían llevar este estilo de vida eternamente, pero esta familia ya se ha pasado más tiempo en movimiento que quieta. Por ahora, Lidia, Loris y sus hijos continúan su viaje eterno de un país a otro, buscando trabajo y casa allí donde van, descubriendo sitios nuevos a cada paso, sumergiéndose en la cultura local y disfrutando unos de otros en todo momento.
"Siempre ha estado en nuestro destino ser una familia viajera"
"Sabíamos que cuando tuviéramos hijos íbamos a querer también viajar con ellos, siempre ha estado escrito en nuestro destino que íbamos a ser una familia viajera", cuenta a 20minutos Lidia Paloma. Esta madrileña es profesora de buceo, mientras que su pareja es chef, unos trabajos que les han permitido vivir en cualquier parte del mundo. "Emigramos a un país, trabajamos, nos vamos moviendo durante un tiempo y, cuando necesitamos volver a recargar fondos, volvemos a parar y trabajar", explica.
En estos momentos apenas acaban de desembarcar en Australia para dar paso al siguiente capítulo de su vida, pero como una familia nómada, este es solo un lugar de tránsito hasta su siguiente mudanza. "Cuando emigras mucho siempre tienes el problema de encontrar un sitio ideal, pero teníamos a Australia en la lista como un país donde podríamos hacer una base", señala.
Por ahora, su idea es quedarse un par de años e ir viajando por esa parte del mundo. "Ahora estamos en Melbourne, pero, como todo en nuestra vida, es temporal", confiesa. Entre sus planes también está comprar una furgoneta y lanzarse a explorar el país por carretera. Pero quedarse tanto tiempo en un lugar no es lo normal para esta familia nómada. Por ejemplo, antes de llegar a Australia estuvieron desde septiembre cambiando de país cada dos o tres semanas, como mucho un mes. Italia, Inglaterra, Países Bajos, Egipto e Indonesia fueron solo algunas de sus paradas, pero pueden presumir de haber visitado más de 50 países a lo largo de su vida.
Elegir el siguiente destino
¿Y cómo elige su próximo destino una familia que ya ha viajado tanto? "Nos basamos en el clima, porque somos muy de sol, de playa y de deportes acuáticos; con los niños ya no somos tan amigos de las ciudades para viajar", nos cuenta Lidia. Pero claramente el factor laboral también tiene su peso. Este verano lo pasaron en Noruega, como una experiencia nueva y diferente. "Noruega y los Países Bajos son países donde la familia es muy importante, es muy fácil hacerlo todo con los niños, hay recursos para ellos en todos sitios como parques o cafeterías kids friendly", explican.
Por el momento, esa dinámica de decidir el próximo país continúa sin fecha de caducidad. "Yo personalmente creo que jamás podré decir 'Aquí me quedo para siempre', porque para siempre no existe en mi vocabulario",
Cómo es viajar con niños pequeños
Lidia y Loris empezaron viajando solos, dentro de esta aventura sin fin tuvieron a sus hijos. Ahora tienen 7 y 4 años y sus propios padres hacen de profesores. "Nuestro estilo de viaje cambió, viajar con niños requiere ser mucho más paciente y más flexible con los planes. Hemos aprendido a bajar el ritmo, a no ser tan ambiciosos con las rutas que nos marcamos", detalla la madrileña.
Además, la familia recalca que uno de los aspectos más positivos de viajar con niños es la inmersión cultural completa que consiguen: "Al viajar con tus hijos pequeños, sí o sí te vas a mezclar con los locales porque los niños nos abren puertas, son grandes socializadores".
A los niños, una de las preguntas que más les cuesta responder es de dónde son. Durante una época, viajaron y vivieron a bordo de una furgoneta camperizada por Europa. "La pequeña, cuando le preguntaban de dónde era, decía "de la furgoneta azul", recuerda Lidia. El mayor tampoco duda en su respuesta: "Somos viajeros".
"Las raíces somos nosotros, la familia es hogar, no tenemos casa pero nos llevamos nuestro hogar de un lado para otro. Lo importante es que haya un apego a la familia más que a una casa, una ciudad…Una de las mejores cosas que le puedes dar a tus hijos es viajar con ellos", explica Lidia.
"Viajar no es solo para ricos"
En 2019, la familia se embarcaba en lo que sería su primera vuelta al mundo con los niños. Fue en ese momento cuando decidieron abrir un blog y contar sus aventuras en redes sociales. "Desde que empezamos a viajar, todo el mundo nos hace muchas preguntas porque vivir así es algo que llama mucho la atención", nos cuenta.
Para aquellas familias que se aventuren a viajar con sus hijos pequeños, Lidia aconseja "hacer un hueco en la maleta para la paciencia". "Lo mejor para la salud mental de todos es seguir las necesidades de los niños, mantener sus rutinas, como por ejemplo sus siestas, todos los días hacer algo que les guste a ellos, hacerles parte del viaje y de la decisión de las rutas", continúa.
Y para aquellos que quieran dar un paso más, salir de su zona de confort y cambiar su vida por completo para vivir viajando por el mundo, "lo importante es trazar un plan y aunque sepas que te va a llevar años, ir cada día acercándote un poco más a una vida que te guste", aconseja. Lidia añade otros factores como deshacerse de cosas y gastos que no se necesiten y poner una fecha límite para cumplir nuestros objetivos. "Hay muchas maneras de viajar, nosotros hemos hecho intercambio de casas, voluntariados… Viajar no es solo para ricos", concluye.
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