Cuando llega el buen tiempo, nada mejor que celebrarlo con una escapada por algunos de los destinos más bellos de España. Y aunque solo sea durante dos o tres días, podrás desconectar, adentrarte en parajes naturales impresionantes y disfrutar de la buena mesa. Y si el clima acompaña, en algunos de los lugares que te proponemos, incluso podrás adelantarte al verano y darte tu primer baño en el mar.
Tossa de Mar (Gerona)
Este destino rural de la Costa Brava se convierte en el lugar perfecto para inaugurar la primavera, con la naturaleza floreciendo y los días más largos. Tossa de Mar cuenta con todo lo que puedes pedirle a una escapada: playas donde despejar la mente, un bonito casco antiguo, vistas espectaculares y una interesante gastronomía. Por cierto, no te quedes sin probar el delicioso Cim i Tomba, el plato más típico de esta villa medieval. Además de disfrutar de la buena mesa y de los primeros rayos de sol, en este pueblo de película encontrarás un recinto amurallado que custodia la costa y que ha sido declarado Monumento Histórico Artístico Nacional. Es una de las imágenes más reconocidas de Cataluña.
Además del castillo, podrás visitar la capilla blanca Virgen del Socorro y las ruinas de la antigua iglesia gótica de San Vicente de Tossa. Y con las temperaturas ya más altas, probablemente podrás darte el primer baño del año en la Playa Es Codolar, a los pies de la muralla.
Condado de Treviño (Burgos)
Puede que no lo sepas, pero nuestro país es uno de los grandes productores de amapolas, así que es el momento idóneo para disfrutar de este manto floral que derrocha luz y color. Pero además de naturaleza, en esta localidad de trazado medieval y calles estrechas, encontrarás muestras de arte románico, arquitectura tradicional y también construcciones palaciegas. Entre los lugares de interés están el Palacio de los Manrique de Lara, la iglesia de San Pedro Apóstol (Siglo XIII) y la ermita de San Juan Bautista (siglos XIII-XIX).
Brihuega (Guadalajara)
Si te apetece hacer una escapada de un día o dos, sin recorrer muchos kilómetros, la capital de la comarca de La Alcarria es perfecta, ya que se encuentra a menos de una hora de Madrid. Este pueblo amurallado que huele a lavanda, está considerado como la Provenza española y es uno de los mejores destinos que podemos recomendarte. Con estrechas calles de trazado medieval y formas laberínticas, Brihuega es uno de los pueblos más bellos de la provincia de Guadalajara. Además de sus fotogénicos campos de lavanda, otros lugares de interés son las cuevas subterráneas, que tienen más de mil años, y una cárcel de los tiempos de Carlos III.
La ciudad amurallada cuenta también con un castillo, el de la Peña Bermeja, que fue construido a finales del siglo XI, y a diferencia de otras fortalezas de nuestro país, la de Brihuega no se encuentra en todo lo alto, sino en la parte baja del pueblo. En su interior, podrás visitar la iglesia de Nuestra Señora de la Peña.
El Castell de Guadalest (Alicante)
Encaramado sobre una roca, este pueblo del interior levantino, que parece salido de un cuento, es uno de los más mágicos de la Comunidad Valenciana. Está dividido en dos barrios: el del castillo, colgado en lo alto de la peña y protegido por la antigua muralla, y el del Arrabal, de creación posterior. Conocido por su patrimonio histórico, además del Castillo de San José, desde donde tendrás unas vistas impresionantes, podrás visitar la iglesia barroca de Nuestra Señora de la Asunción y la antigua prisión, un edificio del siglo XII situado en los bajos del Ayuntamiento. Pero sobre todo, te encantará pasear por este pueblo medieval de calles empedradas y casas encaladas de blanco.
Otro de sus atractivo son los alrededores, con un entorno maravilloso para realizar distintas rutas de senderismo de todos los niveles. Además, muy cerca está Altea, localidades costeras donde también podrás disfrutar por unas horas del mar.
Valle del Jerte (Cáceres)
Si aún no has asistido a la floración de los cerezos del Valle del Jerte, es el momento de visitar este colorido espectáculo de la provincia de Cáceres. El plan es disfrutar de una escapada de dos o tres días dejando atrás las prisas y las masificaciones. Una ruta con paradas en bonitos pueblos como Barrado, Cabezuela del Valle, Cabrero, Casas del Castañar, El Torno o Piornal (el pueblo más alto de Extremadura). Durante el trayecto en carretera podrás admirar los frutales que están situados en terrazas escalonadas a ambos lados.
Y si te quedas con más ganas de lugares espectaculares, en apenas 8 kilómetros se encuentra la Reserva Natural Garganta de los Infiernos, una joya natural que cuenta con una red de senderos que llevan por impresionantes paisajes.
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