Este es el edificio más pesado del mundo: más de cuatro millones de toneladas con una oscura historia detrás

Esta colosal construcción tiene una extensión de alrededor de 340.000 metros cuadrados y su historia se remonta a 1985, cuando el dictador rumano, Nicolae Ceaușescu, lo mandó a levantar con el objetivo de demostrar su poder.
Palacio del Parlamento Rumano.
Palacio del Parlamento Rumano.
iStock
Palacio del Parlamento Rumano.

La competición por ser el edificio más alto del mundo ha sido siempre una carrera sin final. Por ejemplo, entre 1931 y 1972, ese título lo ostentó el famoso Empire State Building, en Nueva York, que dejó paso a las desaparecidas Torres Gemelas (de 1972 a 1973), las Sears Tower (de 1973 a 1998), las Torres Petronas (de 1998 a 2004), Taipéi 101 (de 2004 a 2010) y el Burj Khalifa (del 2010 a día de hoy). Además, ya está en construcción la Jeddah Tower, que tendrá una altura de mil metros; como comparación, el edificio más alto de España, la Torre de Cristal, cuenta con 249 metros de altura.

Sin embargo, lo que no mucha gente se ha planteado es cuál es el edificio más pesado del mundo. El primer puesto se lo lleva una construcción que no destaca precisamente por su altura, ya que "solo" tiene 12 pisos. Se trata del Palacio del Parlamento Rumano, en Bucarest, y su peso alcanza las cuatro millones de toneladas.

La historia del Palacio del Parlamento Rumano

En una visita a la capital de Rumanía es imprescindible conocer el Palacio del Parlamento. Este colosal edificio tiene una extensión de alrededor de 340.000 metros cuadrados, ocupando la Colina Spirii, en el centro de la ciudad de Bucarest.

Palacio del Parlamento Rumano.
Palacio del Parlamento Rumano.
Getty Images/iStockphoto

Su historia se remonta a 1985, cuando el dictador rumano, Nicolae Ceaușescu, con el objetivo de demostrar su poder, mandó a levantar esta enorme obra que entonces se llamó Casa del Pueblo o Palacio del Pueblo. El diseño corrió a cargo de la arquitecta Anca Petrescu, mientras que la construcción estuvo dirigida por el ingeniero Valentin Georgescu.

Para poder llevar a cabo este descomunal proyecto, se tuvo que hacer espacio a la fuerza, demoliendo varios edificios de la ciudad, entre ellos viviendas, iglesias, monasterios... Esto supuso que miles de ciudadanos perdieron sus casas y tuvieron que buscar un nuevo hogar. Además, no solo se construyó el edificio del Parlamento como tal, sino que también se levantó la enorme colina artificial sobre la que se asienta para que así pudiera ser visto desde cualquier punto de la urbe.

Interior del Palacio del Parlamento Rumano.
Interior del Palacio del Parlamento Rumano.
George Calin

Dimensiones colosales

El resultado de esta mastodóntica obra de ingeniería fue un edificio de doce plantas, ocho niveles subterráneos, más de mil habitaciones, cuarenta salas de reuniones, aparcamientos con plazas para 20.000 vehículos... La fastuosidad de la construcción contrastaba enormemente con la pobreza que lo rodeaba, y es que en la década de los 80 el país se enfrentaba a una grave crisis económica.

Con la caída del régimen y la entrada de un gobierno democrático, en un primer momento se quiso derrumbar el edificio; sin embargo, el precio de ello era más caro que mantenerlo. Por ello, a día de hoy podemos seguir contemplando esta construcción histórica que, además de ser el Parlamento Rumano, se ha convertido en un interesante atractivo turístico en la ciudad.

Interior del Palacio del Parlamento Rumano.
Interior del Palacio del Parlamento Rumano.
George Calin

En su interior, los visitantes podrán contemplar las amplias salas detalladamente decoradas con alfombras, lámparas de cristal, valiosas pinturas... y con paredes y suelos de intrincados entramados y acabados lujosos.

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