Gustavo Adolfo Bécquer es una de las figuras más importantes del romanticismo. Tanto, que no hay adolescente que no haya escrito alguno de sus poemas en sus carpetas (cuando esto se hacía), siendo la rima XXI de su obra "Rimas y leyendas" la más copiada y recitada.
"¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas / en mi pupila tu pupila azul, / ¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas? / Poesía... eres tú". ¿Te suena?
Literatura de viajes
Además de estas románticas poesías, Bécquer también pasó a la historia de la Literatura por sus crónicas de viajes. El sevillano viajó por gran parte de nuestra geografía y uno de los lugares que más le inspiró fue la ciudad de Tarazona. Durante varios meses se instaló junto a su hermano en el Monasterio de Veruela, el que fue el primer monasterio cisterciense de Aragón. Hoy sigue siendo posible pasear por su magnífico claustro gótico e incluso hospedarse en el hotel que ocupa parte del antiguo monasterio, tal y como hicieron los hermanos Bécquer en su época. De hecho, en este monasterio ubicado en las faldas del Moncayo hay una pequeña exposición sobre él y sobre su estancia.
Largos paseos
Desde Veruela, Bécquer escribió “Cartas desde mi celda”, que se publicaron en el diario “El Contemporáneo”. En ellas relata su rutina en el monasterio y esta incluía largos paseos por la zona y por pueblos cercanos como Añón, Alcalá de Moncayo, Trasmoz o Vera. Por supuesto, también describió con precisión Tarazona, ciudad de la que destacó varios monumentos en sus artículos. Gracias a ellos hoy se puede realizar una ruta siguiendo sus pasos y admirando aquello que tanto inspiró al poeta.
Casas colgadas
En sus “Cartas desde mi celda” el poeta describió la grandiosidad del edificio del Ayuntamiento, cuya decoración de su fachada renacentista es una joya ante la que quedarse prendado un buen rato. Después se puede seguir investigando entre las calles del centro histórico, donde encontramos referencias al poeta, pero también a uno de los personajes más queridos de la ciudad, Paco Martínez Soria.
Se puede realizar una ruta siguiendo los pasos de Bécquer y admirando aquello que tanto inspiró al poeta
En Tarazona también hay unas casas colgadas, en este caso sobre la vega del río Queiles, donde vivían nobles familias. Esta es la parte más visitada de la judería de Tarazona, pero no lo único interesante de visitar entre un entramado de calles que sigue intacto desde hace siglos.
La plaza de toros más original
En parte por su forma, ya que es octogonal, y también porque está rodeada de viviendas que siguen en uso. Pero, además de su curiosa forma, la Plaza de Toros Vieja está considerada la plaza de toros más antigua que se conserva en España. Se construyó en 1792 y se utilizó como plaza de toros hasta 1870.
La gran joya
El patrimonio mudéjar de Aragón es amplísimo, pero la Catedral de Santa María de la Huerta es uno de los monumentos más representativos y más bellos. Estuvo cerrada más de treinta años para someterse a una completa restauración y ahora brilla como se merece un monumento de su altura.
Las pinturas del tambor del cimborrio de la catedral de Tarazona han sido calificadas como “la Capilla Sixtina del renacimiento español”
Su visita es lo más parecido a una clase de Historia del Arte ya que, aunque el mudéjar es el estilo que predomina, también son visibles otros estilos, como el gótico de su estructura o detalles renacentistas. Si su exterior es impresionante (algo que refuerza su altura), su interior te dejará sin palabras. Destacan especialmente las pinturas del tambor del cimborrio, calificadas como “la Capilla Sixtina del renacimiento español”. Pura inspiración para poetas y para el resto de los mortales.
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