Con su naturaleza salvaje y paisajes deslumbrantes, el archipiélago de las Azores se posiciona como uno de los lugares más atractivos para una escapada fuera de España, según publica la plataforma de viajes SkyScanner en las previsiones para 2024. Y no es de extrañar, ya que sus nueve islas volcánicas están consideradas como uno de los últimos paraísos naturales del mundo. Y en este exótico destino portugués, y en medio de paisajes extraordinarios, se encuentra una de sus tres capitales, Ponta Delgada, una ciudad que hay que descubrir paseando por sus pintorescas calles salpicadas de tonos blancos y negros.
La puerta de entrada al archipiélago
Situada en una enorme y bella bahía, Ponta Delgada es la puerta de entrada al archipiélago de las Azores a través del aeropuerto internacional Juan Pablo II. Su casco antiguo de calles adoquinadas y un patrimonio arquitectónico con elegantes edificios de los siglos XVII y XVIII, convierten a esta ciudad marinera en el punto de partida para explorar la bonita isla de São Miguel.
El recorrido por la ciudad comienza por las Portas da Cidade (Puertas de la ciudad), una construcción de piedra basáltica formada por tres arcos (del siglo XVIII), que antiguamente estaba situada en el viejo puerto, pero en 1950 fue derribada y reconstruida en la Praça Gonçalo Velho, la plaza más céntrica de Ponta Delgada.
Principales lugares para visitar en Ponta Delgada
Recorriendo el casco antiguo vamos encontrando numerosos edificios con una mezcla de influencias arquitectónicas góticas, barrocas y manuelinas. Una de las cosas que más llama la atención son los contrastes de los edificios en blanco y negro, pero igualmente sorprenden las numerosas iglesias, entre las que destacan la de Nossa Senhora da Esperança y la de São Sebastião. A esta última se la conoce popularmente como la "Matriz" y cuenta con una bonita fachada exterior, con portales manuelinos y barrocos, que le dan un aire muy señorial. En su interior lo más destacable es el claustro barroco y los paneles de azulejos.
A tan solo unos pasos se encuentra la Torre Sineira. Si quieres tener una magnífica panorámica de Ponta Delgada, sube a su campanario. Son 106 escalones por una escalera de caracol, pero realmente el esfuerzo merece la pena. Y otro de los lugares que no debes perderte es el Castillo o Fuerte de São Bras, tiene un museo militar en su interior y actualmente es una base de la Marina Portuguesa.
Gastronomía con sabores de mar
Después, acércate hasta la parte alta de la ciudad para disfrutar del animado y colorido Mercado da Graça, Una buena manera de ir abriendo boca con los mejores productos de la gastronomía local, que seguro después disfrutaréis en los restaurantes de la isla. Al estar rodeado por las aguas del Atlántico, la cocina regional de las Azores no puede sino ofrecer una gran variedad de pescados y mariscos. Entre las opciones más curiosas está un tipo de percebe conocido como cracas. El queso de Las Azores es también otra de las delicias que hay que probar, siendo el Queijo de São Jorge el más famoso.
Lago Sete Cidades
La naturaleza es uno de los puntos fuertes de este destino. Por sus paisajes exuberantes São Miguel es conocida como "La isla verde de las Azores", así que es evidente que lugares inolvidables no van a faltar en este viaje. Uno de los más impactantes es el Lago Sete Cidades, situado en el extremo occidental de la isla. Considerado como una de las 7 Maravillas Naturales de Portugal, este espectacular cráter, lleno de lagos azules y verdes, se ha convertido en una de las imágenes más icónicas de las Azores. Para disfrutar de este paraíso natural, te recomendamos acercarte hasta el mirador Vista do Rei. La localidad de Sete Cidades se encuentra a 26 kilómetros por carretera de Ponta Delgada (unos 40 minutos en coche).
Uno de los grandes santuarios de ballenas del mundo
Pero si hay algo que hace especial e inolvidable este viaje es el avistamiento de ballenas. Con salida desde Ponta Delgada, existen diversos operadores especializados en la observación de cetáceos durante todos los meses del año. Podrás disfrutar del espectáculo de las ballenas azules, de tamaños que alcanzan los 30 metros y hasta 150 toneladas. La excursión dura unas 4 horas y cuesta unos 60€.
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