Al oeste de Austria y en el corazón del municipio de Salzkammergut, conocido por sus lagos alpinos, se ubica Bad Ischl, una ciudad balneario e imperial. Villa de recreo y veraneo por emperadores, seguidos por la alta nobleza y más tarde por los barones industriales en cuyas residencias compositores como Johann Strauss amenizaron las veladas.
Bad Ischl es una buena opción para visitar si se recorre la ruta de los lagos de Salzkammergut o nos encontramos en la ciudad de Salzburgo, a 50 minutos en coche. La localidad ostenta el título turístico de Capital Europea de la Cultura 2024, junto a Tartu (Estonia) y Bodø (Noruega). Con esta distinción, tanto Bad Ischl como el municipio Salzkammergut intensifican su programa de eventos culturales que se pueden consultar en la web Salzkammergut 2024.
Las ciudades seleccionadas eligen un lema y la localidad austriaca optó por "La cultura es la nueva sal", producto que atrajo riqueza a la zona. De hecho, Salzkammergut viene de tres palabras, "Salz", "Kammer" y "Gut" que traducen en sal, administración y el bien.
Villa de emperadores
Bad Ischl era la ciudad de recreo y veraneo del emperador austriaco Francisco José I, que pasó aquí 82 veranos y celebró 81 cumpleaños en ella. Por lo tanto, una de las atracciones turísticas más destacadas es la Kaiservilla, o Villa Imperial, el opulento complejo residencial del emperador y su familia. Lo compone el palacio, la casa del té de la emperatriz al estilo Tudor y el espacioso parque de aire bucólico que los rodea. Los precios varían según las estancias a visitar, pero parten de 6,50 euros (tarifa que solo incluye el acceso al parque).
Bad Ischl fue el testigo de la historia de amor de los emperadores. En este pueblo se había concertado el encuentro entre Francisco José I y Helena, una joven conservadora. Helena era sobrina de la madre del emperador, Sofía, pero a la reunión también acudió la hermana de la supuesta futura esposa, Elisabeth (de apodo Sissi). De quién se enamoró perdidamente el joven emperador fue de esta última y no de Helena, que era el plan pactado. La corte de Viena intentó reconducir la decisión del emperador, pero fue inútil y en 1854 Francisco José I y de Sissi Emperatriz se casaron.
Cosas que ver y hacer en Bad Ischl
Las altas esferas de la sociedad austriaca construyeron casas de recreo que forman parte del trazado urbano de Bad Ischl junto a casinos, cafés y paseos. Destacan dos residencias, Villa Seilern, un palacete de fachada amarilla convertido en hotel, y Léhar Villa, la casa del compositor Franz Lehar frente al río Traun.
Como buen destino de verano y relajación, esta ciudad cuenta con un hotel con aguas termales, el EurothermenResort Bad Ischl, aunque otra forma de mimarse es con la comida. En el centro encontraremos una antigua pastelería de 1832, con llamativas vitrinas doradas, llamada Café-Konditorei Zauner y cuya especialidad es uno de los dulces más típico de Austria, el Zaunerstollen, hecho con chocolate y turrón.
Muy cerca de la ciudad está el teleférico Katrin. Lleva transportando a visitantes desde 1959 al monte del mismo nombre para que disfruten de una panorámica a 1.400 metros sobre el nivel de mar.
Capital Europea de la Cultura
El título de Capital Europea de la Cultura se ostenta durante un año y las ciudades deben estar a la altura de ello con un completo programa cultural. Las candidaturas se aplican con 6 años de antelación para que las ciudades puedan prepararse. Este 2024 las afortunadas son Tartu (Estonia), Bad Ischl (Austria) y Bodø (Noruega).
La iniciativa surgió en 1985 y más de 60 ciudades han obtenido este reconocimiento de la UE. Cuatro de ellas españolas: Madrid (1992), Santiago de Compostela (2000), Salamanca (2002) y San Sebastián (2016).
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