'Isla feliz' o 'Isla de la felicidad'. Así se conoce a Aruba, una pequeña isla del mar Caribe situada frente a las costas de Venezuela. Es una de las islas menos conocidas, sobre todo para los turistas españoles y europeos, lo que hace que no esté tan abarrotada como otras islas y destinos de la zona como República Dominicana o la Riviera Maya.
Aruba es toda una maravilla paisajística donde pueden realizarse multitud de actividades, ya sea en el mar como en la montaña. En las playas se puede practicar windsurf, kitesurf, navegar en kayak o pilotar una moto de agua; mientras que en el norte montañoso de la isla podremos disfrutar de safaris en jeep. La isla cuenta además con impresionantes cuevas con pinturas rupestres donde viven diversas especies de animales exóticos.
Un recorrido por las costas de Aruba
Esta pequeña isla recibe el nombre de "la isla de la felicidad" por varios motivos. En primer lugar, porque es la única isla del Caribe donde no hay volcanes. También por sus cálidas temperaturas, por encontrarse fuera de la zona de influencia de los huracanes y por tener alguna de las mejores playas del mundo.
El producto estrella de Aruba es el aloe vera, de hecho es uno de los principales exportadores del mundo de este producto. Su planta de producción, fábrica, tienda y museo del aloe vera son un punto de atracción para todos los turistas.
Aruba está considerada también patrimonio cultural ancestral por la cantidad de cuevas que alberga, en las que se pueden apreciar estalactitas, estalagmitas y pinturas rupestres de los indios arawah. La mayoría se sitúan en el Parque Nacional de Arikok, el tesoro natural de la isla. Esto, junto a las playas paradisíacas que posee, son otro argumento para definirla como "la isla de la felicidad".
La gastronomía de Aruba fusiona sabores de varios países con los productos típicos del mar. En muchos puntos de la isla venden cocos frescos recién cortados como entrante a todo tipo de platos criollos.
Qué ver en el Parque Nacional de Arikok
En el norte de Aruba se encuentra el Parque Nacional de Arikok, un espacio protegido que alterna zonas verdes con bahías y formaciones de lava y piedra caliza. Este ocupa más del 18 % de la superficie de la isla y en él residen especies únicas en el mundo. El Parque cuenta asimismo con una granja de avestruces con más de 80 ejemplares donde los niños pueden aprender cómo son estos grandes pájaros e incluso pueden alimentarlos con ayuda de los monitores.
Destaca también en esta zona el Santuario del Burro, una reserva que llegó a albergar a más de 1.300 ejemplares. Aquí se pueden realizar rutas senderistas a través de una vegetación en la que destacan los cactus de grandes dimensiones.
En el interior de Aruba se encuentra otro gran tesoro: las formaciones rocosas de Casibari. Se trata de grandes peñascos con impresionantes paredes escalables que se elevan sobre la arena de la isla y desde cuya cima se puede observar la naturaleza y el azul infinito del mar.
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