Con la gala de los Oscar a la vuelta de la esquina, la película Almas en Pena de Inisherin, del director Martin McDonagh, aspira a un total de nueve estatuillas. Gran parte es gracias a la brillante interpretación de un excepcional Colin Farrel, pero nada hubiera sido lo mismo sin la magia de sus localizaciones.
Muchas de las escenas del filme se rodaron en las Islas Arán, un archipiélago irlandés ubicado a 48 kilómetros de la bahía de Galway. Además, se trata del territorio más occidental antes de llegar a América. El conjunto está formado por tres islas, sin embargo, McDonagh enfocó las cámaras solo a una de ellas: Inishmore.
Un lugar milenario
Inishmore, o Inis Mór, a pesar de solo tener una superficie de 12 kilómetros de largo y 3 kilómetros de ancho, es la mayor de las Islas Arán. Su espectacular paisaje es único, pues se caracteriza por sus kilométricos muros de piedra que se extienden hasta los majestuosos acantilados de la parte occidental. La fuerza de la naturaleza ha esculpido sus costas dando lugar a estampas únicas, que junto con sus antiguas ruinas y su variada fauna y flora, lo convierten en un paraíso perdido.
Igualmente, cuenta con numerosos lugares de interés histórico, siendo uno de los más importantes el que se conoce como Dún Aonghasa. Se trata de un prehistórico fuerte que se eleva desafiante sobre un acantilado a 100 metros de altura. Es una de las maravillas más antiguas de Irlanda con aproximadamente 3.000 años de historia.
Aunque este fuerte es la atracción más famosa de la isla, Inis Mór tiene más de 50 monumentos diferentes de las eras cristiana, precristiana y celta. Dún Dúchatair, también conocido como el Fuerte negro, cuenta con una ubicación de infarto sobre el mar. La erosión causada por el agitado océano ha dejado el fuerte sobre una fina plataforma situada sobre el agua.
Otro punto de interés es Teaghlach Einne, la casa de San Enda, una pequeña iglesia medio enterrada en la arena en el cementerio de Killeany. Este cementerio tiene alrededor de 1.500 años y sigue siendo el principal camposanto de la isla. Además, se cree que el mismo San Enda, santo patrón de Inis Mór, está enterrado allí. A esta iglesia se le suma lo que se conoce como Na Seacht Teampaill, o las Siete Iglesias, un lugar importante de peregrinación durante la Edad Media, aunque a día de hoy solo sobreviven dos iglesias: Teampall Brecan y Teampall an Phoill.
Las otras islas
El archipiélago lo terminan de componer Inis Meáin, 'la del medio' e Inis Oírr, la más pequeña de las tres. Inis Meaín se caracteriza por haber mantenido la tradición irlandesa en estos tiempos tan modernos. Allí, se siguen fabricando los jerséis tipo Aran, famosos en todo el mundo. Estos nacen como consecuencia de la gran actividad pesquera de la isla, por lo que esta prenda se convirtió rápidamente en un artículo de primera necesidad para sus habitantes.
Por su parte, la mejor forma de explorar Inis Oírr es recorriendo en bicicleta sus serpenteantes caminos. La isla es un oasis silvestre en el que las flores crean un hermoso paisaje. Tanto es así, que su flora está protegida. Aquí, el paraje abrupto típico de la zona se entremezcla con alguna que otra playa de arena blanca y muy fina bañada por aguas cristalinas.
Cómo llegar a las Islas Arán
Llegar a la isla en ferry no podría ser más fácil. Se ofrecen servicios diarios durante todo el año en los trayectos con salida en Rossaveal (Ros a Mhíl), justo a las afueras de la ciudad de Galway, y entre los meses de marzo a octubre en los trayectos con salida en Doolin, en el condado de Clare.
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